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Semanas después...

• Jason •

Mamá consiguió trabajo en el consultorio médico y me alegro por ella, mucho tiempo no pudo hacer lo que le apasionaba porque papá no lo permitía.
Desde que mamá se va a trabajar yo me quedo solo y ocasionalmente hago el aseo o salgo al jardín para ver los árboles de frutas que tenemos.

Tomo siestas muy largas en el pasto, leo revistas o libros, también toco el bajo, últimamente he tenido la necesidad de escribir letras para melodías que hice hace unos años pero que simplemente no surgían bien porque no me sentía cómodo haciéndolo.

En una de esas tantas tardes pensé sobre la propuesta que James me había hecho y creó que es una buena idea ir a verlo.
Así que tomé el teléfono y llame a su casa para ver si estaba.

- ¿Quién habla?.- escuché al otro lado de la línea.

- Hola James, soy Jason.- dije mientras mordía mis uñas.

- Jason ¿Qué pasá? ¿Todo bien?.- dijo James con un tono preocupado.

- Sí, todo está bien solo quería ver si la propuesta sigue en pie.- pase mi mano por mi cabello y esperaba su respuesta.

- Por supuesto ¿Vienes hoy?.- dijo entusiasmado.

- Sí pero claro si estás libre.- jale una silla y me senté cerca del teléfono.

- Por supuesto ¿Compró algo de cenar? ¿Cervezas o cigarrillos?.- dijo James con emoción.

- No te molestes por eso, yo llevo una cajetilla y puedo llevar...Espera un segundo voy a la cocina a ver que hay.- dije apresuradamente.- Volví, pues en el refri solo hay queso, duraznos y albóndigas.- mencioné agitado.

- Solo trae los cigarros y yo me encargo de la comida, te veo en una hora.- no me dejo contestar y colgó.

Corrí a mi habitación a cambiarme la camisa, ponerme algo de loción, lavarme los dientes y arreglar mi cabello para no verme tan desarreglado.

Tomé mi mochila, mi bicicleta, dinero y aunque faltaban unos cuarenta minutos para estar en su casa, pase al bar para comprar los cigarrillos y también un encendedor porque el mío me lo robaron en la fiesta.
En el camino estaba pensando en cómo iniciar una conversación porque tenía mucho que no tenía una cita de este tipo, iba tan distraído que me caí pero nada grave, solo un raspón en la rodilla y en la cadera, ardía como el carajo pero llegué sin mayor problema a su casa.

En el camino estaba pensando en cómo iniciar una conversación porque tenía mucho que no tenía una cita de este tipo, iba tan distraído que me caí pero nada grave, solo un raspón en la rodilla y en la cadera, ardía como el carajo pero llegué sin ma...

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Escondí la bici atrás de un arbusto y camine hacia la puerta, toque el portón y abrió una mujer que me recibió con una sonrisa.

- James, te buscan.- grito ella y me dejo pasar.

- Gracias Guiada, ya voy.- grito él desde el segundo piso.

- Toma asiento, estás en tu casa.- menciono aquella mujer y salió por otra puerta.

La casa tenía un aspecto muy cálido, había espejos, candelabros, pinturas, un piano, un televisor y un ventanal que daba vista hacia un jardín con muchas flores de colores muy vivos.
Me senté y espere unos minutos mientras veía mi pantalón roto de la rodilla, escuché a James bajando las escaleras y recorriendo el pasillo para llegar a la sala.

- Jase!!.- se acercó a mi y me abrazo.

- James!! Gracias por recibirme.- sonreí sobre su hombro y nos alejamos.

- Sabes que siempre serás buen recibido aquí, siéntete en casa.- fué a una mesa que estaba cerca y trajo dos vasos con jugo de naranja.

- Gracias, bueno entonces vendré diario a desayunar.- reí y le di un sorbo a mi jugo.

- Por mi no habría problema, a esta casa le hace falta ruido pero pasa, vamos a comer.- se dió la vuelta para tomar mi mochila y ponerla en un perchero.

- Si no es mucha molestia, de casualidad ¿Tienes alcohol y gasas?.- pregunté tímidamente.

- Sí, no te muevas de aquí.- corrió apresuradamente al baño.

Espere en el sillón y lo ví regresar con un botiquín algo grande, ahora sentía un cosquilleo muy raro en mis raspones y algo de dolor con ello.

- ¿Te ayudo en algo?.- menciono el rubio con mucha curiosidad.

- No, solo son unos raspones y dudo que se me salga el cerebro por la rodilla.- me senté de nuevo en el sillón y terminé de abrir la cortada que estaba en el pantalón.

- Por lo que veo te caiste ¿Verdad?.- dijo burlonamente pero me ayudaba con las gasas.

- No soy distraído pero ya sabes, las calles son algo diferentes a las que estaba acostumbrado.- reí y solté un pequeño jadeo por el ardor que sentí al poner el alcohol en la herida.

- Déjame ayudarte, estás sufriendo mucho y eso que según tu es una simple raspada.- se agachó delante de mí y puso una gasa con mucha delicadeza.

- Deberías ser doctor.- dije ya más calmado.

- Lo he pensado pero no me llama la atención, yo prefiero la música.- respondió con una sonrisa pero concentrado mientras me ponía pomada.- Pero eso lo dejamos para más al rato, ya terminé.

- Ya no siento nada, gracias James.- tome un poco de pomada y discretamente puse un poco en mi cadera.

- La comida está servida, espero no seas alérgico a nada.- dijo Guiada desde la cocina.

James tomo los platos y los llevo al jardín, en el cual había colocado una mesa con un mantel y un florero con claveles.
Tomé asiento y me dispuse a comer, no sin antes agradecerle a Guiada por la comida.

Estaba tan concentrado comiendo que casi no hablamos, simplemente nos veíamos de reojo y ocasionalmente nuestras miradas chocaban pero nos hacíamos los tontos viendo al piso como si nada hubiera pasado.

Narrador omnisciente✨

Hay algo envidiable que crece entre Jason y James, un sentimiento que no se da dos veces en la vida y que no cualquiera tiene el placer de vivirlo.

Las palabras fluyen y el ambiente se presta a las emociones de este momento tan puro y transparente que los rodea cada que se ven a los ojos.


Mystery of Love Where stories live. Discover now