打击我 [𝘯𝘤𝘵 𝘴𝘩𝘰𝘵𝘴]

na jaemin + lee jeno [2/2]

-No puedes quedártela todo el tiempo.

Lee hizo una mueca triste y su amigo subió los hombros. No sabía qué hacer hasta Jeno se acostó junto a Jaemin.

-Ven de mi lado -susurró Na palmeando la cama.

-Aquí hay más espacio -agregó el otro, enfadado.

Me acomodé en el medio y Jeno rodeó sus brazos en mi cintura mientras Jaemin subía su cuerpo para poner su pecho cerca de mi cabeza. Me removí hacia él, quien acariciaba mi cabello, y el otro se acercó aún más a mí.

-Deberías salir con Jeno y casarte conmigo.

Lee río besando mi espalda y Jaemin bajo sus caricias a mi rostro, lo miré con los ojos abiertos y río acompañando a su amigo para besarme lento. Parecía que la presencia de Jeno no lo detuvo cuando metió su mano bajo mi remera, sus dedos paseaban por mi estómago mientras Lee nos pegaba por detrás y subía sus besos a mi cuello. Me aparté atontada y Na sonreía agitado, Jeno,por su parte, empleó fuerza en mi cadera y me acostó en la cama

-Si digo que te necesito, ¿te entregarías por completo?

Estaba en shock, no podía formular palabra alguna. Sin esperar respuesta, Jeno se posicionó sobre mí y me besó ferozmente, Jaemin lo acompañó acercándose cuidadosamente a mi cuello para morderlo y succionarlo. Las manos de Jeno bajaron a mis bragas y masajeo lentamente, Na comenzaba a jugar con mis senos.

-No necesitas a nadie más que a nosotros dos.

Susurró Lee a centímetros de mi rostro para dejar un brusco pico y quitarme la ropa junto a Jaemin. Dejó un camino de besos desde mi cuello hasta el abdomen bajo, donde mordió el borde de mis bragas. Por su lado, Na disfrutaba mis muecas y me masajeaba los pechos, seguía mordisqueando mi cuello, aquellas marcas no se irían fácilmente. Cuando finalmente sentí una cálida lengua en mi núcleo, solté un audible gemido el cual su compañero silenció con sus delgados dedos: dos dedos que amortiguaban maldiciones por el tacto de Jeno y los besos de Jaemin.

-Sabes tan bien -Lee se levantó con los labios brillosos y se acercó a mi rostro-, delicioso.

Me besó desesperadamente haciéndome sentir mi propio sabor. Luego me ordenó ponerme en cuatro, y allí Nana se quitó la remera para sentarse delante mía mientras Jeno volvía a mi clítoris. Imploraba por un beso que pudiera callar mis gemidos en vez de morder mi labio con tal fuerza, pero él reía.

-¿Ves esto? -Jaemin señaló su bulto e inclinó su cabeza incrédulo- Chúpalo, ahora.

El cierre de su pantalón estaba abierto, podía ver el pre-semen que manchó su bóxer, masajee encima de la tela y echó su cabeza hacia atrás. En segundos, su miembro intentaba callarme con duras embestidas, aunque sus gruñidos llenaban la habitación con suspiros de Jeno, quien me abandonó por unos minutos cuando regresó para penetrarme sin aviso.

-Jeno, vas a matarla de un susto.

Gruñó Jaemin mientras su amigo reía, mi cabeza estaba apoyada en el abdomen de Na intentando mantener la cordura. Buscó mi mentón y lo subió para besarme con lengua desde el principio, luego apretó mi cuello y susurró en mi rostro serio "No te alcanza con uno que necesitas de ambos, ¿verdad?"; negó soberbio y bajó mi cabeza nuevamente. Jeno aceleró sus movimientos mientras sentía los músculos de su amigo tensarse, ambos estaban por acabar. Sus manos estuvieron siempre en mis caderas marcando el ritmo cuando sentí una hacer un ademán justo en el momento que Jaemin se levantó y Jeno se colocó delante. Lloriquee un poco cuando Na jugó con mi entrada y Lee reía.

-Te ves jodidamente bien.

Se acercó a morder mi labio y bajó mi cabeza a su miembro, el cual rogaba eyacular. Lo besé y succioné lento hasta que apoyé mis dientes en su cabeza, allí explotó por completo en mi boca. Lo sentí gemir mi nombre algo alto y subió mi cabeza para besarme ágilmente, luego me apoyé en su hombro. Na había comenzado con rápidas embestidas, me hacía delirar, susurraba maldiciones en el oído de Jeno, quien tomó mi cuello con fuerza y alejó para verme.

-Si no quieres que me ponga rudo, deja de hacer eso.

Reí ante aquella nueva debilidad que descubrí cuando comencé a sentir como el orgasmo llegaba. Jaemin me atrajo a él de rodillas, donde jugó con mis pezones mientras mantenía las embestidas; a la vez, tenía a Jeno masturbándose frente a mí.

-Qué vista debes tener, Jeno -se burló Na-.

-No tengo de qué quejarme.

Sus ojos corrían por mi cuerpo, me derretía. Lee acarició mi hinchado clítoris y comencé a gemir más alto, así Jaemin colocó sus dedos nuevamente en mi boca. Me acerqué burlona a Jeno y gemí alto en su oído al acabar junto a Na, quien respiraba agitado acariciando mi trasero.

-Tu lo pediste, acomódate porque estaremos toda la noche -dijo Jeno con una sonrisa-.

Me dio la vuelta y me sentó directamente en su miembro; al apenas venirme, la sobre estimulación me hizo soltar algunas lágrimas.

-Te intenté advertir.

Susurró a mi oído mientras besaba mi cuello y Na lamía mis senos jugando con mi clítoris.