kim dongyoung

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Salíamos de la empresa, el sol caía dibujando hermosos colores en el cielo. Observándolo, me percaté de un nuevo café enfrente.

-¿Ese es nuevo? -señalé el pequeño local mientras movía el hombro de Dongyoung, quien estaba a mi lado.

Asintió terminando de masticar el sándwich que comía y me señaló el final de la cuadra, apoyándose en el mío.

-También hay un nuevo bar por allá.

Se alejó entrecerrando los ojos y sonriendo, los demás estaban ingresando a la camioneta. Moví las cejas y rio para tomar mi mano y caminar hacia el pequeño antro. Ya habiendo avisado nuestra desaparición, decidimos comer algo y luego pasar a la barra.

-Estuve viendo sus presentaciones, ese crop top te quedaba... -lo oí atragantarse y reí, bebió un poco de agua y abrió sus ojos.

-¿Por qué miras las presentaciones? -gritó algo nervioso- Tu no deberías hacerlo, nos verás diferente fuera del escenario.

Volvió a su plato y pasé mi pierna entre las suyas bajo la mesa, quería molestarle un poco.

-Pero siempre estás así de sexy, conejito.

Se atragantó otra vez pero más intenso, se tomó de la mesa y estallé de risa, ¿como podía ser tan vulnerable a cualquier cumplido?.

-Oh -se acomodó- ¿Crees que soy sexy? -se señaló extrañado y volvió al plato riendo- Gracias, supongo.

Terminamos la cena y nos acercamos a la barra, ésta se encontraba cerca de la pista de baile. Dodo se sentó en una butaca mientras veía el menú, yo buscaba al barman cuando escuché un griterío detrás mío. Había una pelea entre dos muchachos y uno golpeó al otro, siendo éste expulsado hacia mi dirección.

Dongyoung tomó mi cintura y me resguardó en el medio de sus piernas, al estar sentado no había tanta diferencia en la estatura. Posó un brazo en la mesada, bloqueando mi paso donde el chico golpeado cayó, y con su otra mano aún en mi cintura. Nuestras frentes estaban pegadas y las respiraciones se mezclaban entre sí.

-¿Debería jugar a ser tu marido y golpear a éste imbécil? -susurró frunciendo el ceño.

-¿Ya estás para el matrimonio, Kim? -pregunté divertida.

-Por ti, estaré siempre preparado.

Sus ojos estaban conectados a los míos, había relajado su cara de enfado y tenía dibujada una hermosa sonrisa, la suya era característica. Nerviosa, miré mi lado y vi al chico desaparecer, pasé por debajo el brazo de Young y éste tomó mi mano, aún con aquella especial sonrisa que me derretía.

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Tragos iban y venían, la risa por cada recuerdo del que hablábamos era inmensa y pasamos un hermoso momento. La vuelta fue muy tranquila, caminábamos por las pequeñas calles mientras seguíamos recordando grandes anécdotas. Su brazo descansaba en mis hombros intentando que no me pierda, el equilibrio se había desprendido de mi cuerpo en la segunda ronda de tragos.

-Tenemos que hacer esto más seguido, no es opción sino deber.

Alzó su dedo índice y reí, parecía un capitán ebrio con la nariz algo roja. El camino fue largo pero, a medida que nos acercábamos más a la casa, quería que las calles se extendieran para no terminar esa noche.

-Y -alargó la letra hasta llegar a la puerta- llegamos.

-La pasé muy bien, conejito -arrugué mi nariz viéndole y rio-.

Largos minutos se hicieron presentes mientras Dodo miraba mis ojos, sus pensamientos debían estar atacando su débil cerebro envenenado con alcohol ya que no emitía palabra alguna, solamente me observaba.

-Sabes -sujetó mi mano y jugó con nuestros dedos-, a veces las cosas que dices realmente me llegan -los entrelazó y volvió a mi-. Supongo que eso te hace especial, ¿verdad?

Muy pocas veces, por no decir nunca, era una persona que se abriera con sus sentimientos, pero se ve que el alcohol logró su objetivo.

-Eres mi amuleto de la suerte.

Sonrió y se acercó para mirar mis ojos, la luna hacía que los suyos brillasen mucho. En un chasquido, dejó un pico en mis labios y se quedó viéndome con una sonrisa.

-Estamos en la calle, en la puerta de la casa, ¿estás loco? -grité sonrojada cuando se abrió la puerta, era Kun.

-¿Se puede saber qué hacen aquí afuera? -se cruzó de brazos y Dodo nos adentró de la mano para ir a su cuarto.

-Estaba en una cita con esta rara.

Soltó sin filtro alguno y siguió su camino, Kun quedó intrigado aún con la puerta abierta. Recordatorio, nunca volver a emborrachar a Dongyoung.

-pd: hablo sobre las presentaciones de make a wish o.O
-n/a: les dejo los resultados de mi semana soft uwu, gente pasamos a las 1000 lecturas ya por llegar a las 1.1k, ¿¿en qué momento?? muchas gracias por seguir apoyando🥺💗  btw estuve editando y borrando shots así que voy a subir los miembros que me faltan!

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