~~Te Necesito Chica~~ (Levi y Mikasa)

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Seis meses antes.

Era una noche tan común como otra, la pequeña azabache se encontraba en la cocina preparando lo que sería la cena. Sabía que el azabache la regañaria si la viera haciendo esfuerzos, el doctor le había dejando muy claro que nada de esfuerzos durante el último mes del embarazo.

Sonría cada vez que pensaba, que pocas semanas hacían falta que ese pequeño ser estuviera en sus brazos. Lo amaba, amaba a ese pequeño ser más que a su vida, nunca pensó tener este sentimiento maternal a tan temprana edad. No mentía al decir que estaba asustada,  no sabía cómo ser madre, muchos menos sabía cómo atender a un bebé. Pero estaba dispuesta a aprender por su pequeña creatura.

Estaría dispuesta a todo por hacer feliz a ese ser, que crecía dentro de ella.

Todavía recuerda perfectamente bien, ese día que supo que estaba embarazada. Muchas emociones sé acumularon, y su única acción fue ponerse a llorar pero claro, la castaña estuvo para apoyarla y darle palabras de apoyo. Luego estaba confundida de como le diría al azabache, ella estaba consiente que el azabache no quería ser padre aún.

Pero sin importar que, se emociono demasiado y termino diciéndole con un lindo regalo. Al principio el azabache se haya confundido y al ver que su rostro cambio, lo peor se imaginó. Pero nunca fue así, más bien su reacción la sorprendió.

Si bien sabía, el no era de las personas que se mostraban expresivas ante la mirada de mucha gente, pero ese día no le importa y luego de minutos de estar en shock, grito diciendo que sería padre y envolviendola en sus brazos. Besándola delante de todos.

El estaba feliz de ser padre, lo cual ella también estaba feliz de ser madre.

Ninguno de los dos sabía cómo ser padre, pero estaban dispuestos a aprender por la pequeña que venía en camino.

Muchas cosas habían cambiado, dos meses después de haber que estaba embarazada, se mudaron de casa. Habían venido su antiguo, ya que el azabache había comprado una en uno de los mejores lugares de Shiganshina, y también por el hecho de que la casa de la familia Jeager y la familia del rubio quedaba cerca de hay, así que si en algún momento ella necesitaba ayuda, la castaña y la señora Jeager estarían para ayudarla.

La casa era demasiado grande, bueno en opinión de ella era demasiado grande, contaba con seis habitaciones contando el baño. La cocina era demasiado grande, al igual que su sala, tenía un gran jardín donde el azabache había ordenado que colocaran juegos para que su pequeña jugará cuando creciera. Y bueno no hacía falta la seguridad en toda la casa.

Aproximadamente tres guardias se quedaban cuando el se iba a trabajar, aparte estaba el guardaespaldas de ella, que siempre la acompañaba cuando ella salía o iba al súper mercado sola, y la señora de la limpieza que cada dos veces por semana, iba a ayudarla con el que hacer de la casa.

Exagerado ¿verdad?.

El pelinegro se había vuelto muy paranoica cuando supo que su esposa esperaba un bebé, la quería preteger a ella y a su bebé. No quería que nada les pasará, por esa razón había hecho muchos cambios radicales los cuales la abrumaban, sabía que el lo hacía porque ellas estuvieran bien. Aunque había exagerado mucho.

Y aunque fuera un obsesivo, así lo amaba.

Mikasa suspiro al terminar de acomodar todo en la mesa, cada día que pasaba que sentía mucho más cansada. Ahora solo tocaba esperar que el llegará y cenar los dos juntos.

No pasaron ni veinte minutos cuando el sonido de la motocicleta se hizo presente, y el sonido de las llaves abriendo la puerta se escuchó por todo el lugar.