the reason of your why [Kagehina]

Capitulo Siete

Ambos se encontraban en el frío lugar de la terraza, observando desde la altura el instituto, Hinata movía sus manos nerviosamente, mientras disfrutaban de la compañía del otro.

＿. ¿Por que vinimos aquí hoy?─ Preguntaba Shoyo, quien observaba al pelinegro con los ojos cerrados, sentir la fresca brisa. Abrió sus ojos lentamente, observando al pelinaranja que le miraba intrigado.

＿. Es... es bueno cambiar de aire de vez en cuando ¿no?─respondió indiferente, prosiguiendo a sentarse en el suelo, apoyando su espalda en el barandal. Hinata imitó su acción, sentándose a su lado con una timida sonrisa. Su nerviosismo aumentó cuando el pelinegro apoyo su cabeza en el hombro del más bajo. El sonido fuerte de la campana, que indicaba la hora de volver a clase, alertó a Hinata.

＿. Kageyama. La campana, el receso ya termina.─le aviso, pero el contrario no parecía interesado en moverse. Quería continuar disfrutando de cada pequeño momento, quería que el tiempo pare y estar una eternidad a su lado.

＿. ¿Salteamos clases?─Sugirió sin moverse del lugar. Cómodo por sentir el calor corporal del más bajo.

＿. ¡no tonto! Puede que tu hayas mejorado acadamicamente, pero eso no significa que yo también, idiota. Yo me voy, puedes quedarte solo.─Se quitó rápidamente, haciendo que el pelinegro cayera al suelo. Observó sólo como se marchaba y le dejaba completamente solo.

Sonrió con tristeza, el optaría por faltar a clases, tal vez de aquella forma lograría dormir tranquilamente, sabiendo que Hinata estaba en clases y que no podía suceder nada. No como en las noches.

Por primera vez pensó seriamente lo que estaba viviendo, ¿era una clase de bucle con algún propósito? ¿Pararía cuando cumpliera su propósito como en las peliculas? La confusión era demasiada, y el no era un genio o algo por el estilo para entender lo que estaba pasando o buscar una solución. Lo único que le quedaba era dejarse llevar por la vida, y esperar que todo se acabe de un día para otro. Se dijo a sí mismo que no volvería a complicarse pensando en la ridicula situación en la que estaba metido.

Porque el era un tonto, un tonto que no sabía pensar, un tonto que no quería saber que ocurría después, un tonto que solo quería su amor y un tonto que mejor prefería ignorar y disfrutar el momento con Shoyo.

＿. ¡viste!¡estoy recibiendo mejor! En cualquier momento te supero.─Saltaba emocionado, era lindo verlo contento. Quien diría que cambiaría su forma de tratar al pelinaranja tan drasticamente.

＿. Sigue soñando idiota.─Desordenó sus cabellos, molestando al más bajo＿. Te acompaño hasta casa, anda. Pedaleo yo.─Dijo apenas Shoyo logró quitarle el seguro a su bicicleta.

＿. vivo demasiado lejos, no seas idiota. Ve a tu casa. ─Kageyama se negó, quería acompañarlo, no le molestaba para nada, a pesar de vivir a más de treinta minutos o más de la casa del pelinaranja＿. ¿Estas seguro? No seas tonto.─ insistió.

＿

. Quiero acompañarte.─le quitó la bicicleta de sus manos, subiéndose sin permiso alguno. Se limitó a hacerle una seña para que se subiera detras, en aquel pequeño asiento, que utilizaba normalmente para llevar a sus amigos＿. Quiero pasar a saludar a tu madre y a Natsu. Son mas amigables que tu.─recibió un golpe mientras se subía detras. Comenzando a pedalear rumbo a la casa del más bajo. El trayecto fue silencioso, para nada incomodo, Kageyama mantenía su mirada en el camino y Hinata parecía entretenerse mirando el sol esconderse.

＿. Siempre pasas tiempo conmigo, ¿no tienes otros amigos o una novia?─no espero que preguntase algo por el estilo.

＿. Si, tengo amigos.─ Respondió con indiferencia.

＿. ¿Porque nunca estas con ellos? Siempre estas conmigo.─Shoyo frunció el ceño. Kageyama podía hacerse una idea de la expresión que estaba poniendo el contrario.

＿. No es que no pase tiempo con ellos. Prefiero pasar tiempo contigo. Me gustas - me gusta estar contigo.─aveces olvidaba que no se había declarado aún en aquella línea de tiempo. A pesar de que odiase decir cosas lindas, por Hinata era capaz de cambiar totalmente su ser. La respuesta le tomó por sorpresa, instalando pequeño sonrojo en su rostro.

Unas pequeñas gotas interrumpieron todo de pensamiento del dúo que iba en la bici＿. ¡Pedalea mas rapido empieza a llover!─Golpeó su espalda.

＿. ¡eso hago idiota!─Comenzó a pedalear más rapido, golpeándose internamente por no recordar que aquel día llovería. Shoyo carcajeaba detras, como si de un niño pequeño, disfrutando la lluvia se tratara. Kageyama insultaba al más bajo que no dejaba de moverse, pero reía a su igual por la torpe situación.

Habían quedado completamente empapados para su suerte.

＿. ¡por fin llegas!─La madre de Shoyo salio de un portazo, observando el estado de ambos chicos totalmente empapados＿. Entren, entren, o se resfiaran ─La mujer le entregó un par de toallones a cada uno.

＿. Yo solo pasaba a saludar, ya me voy.─Agradeció al instante, dispuesto a irse para no molestar.

＿. ¿Como te vas a ir con este clima? No te preocupes Kageyama, quedate esta noche. Hinata ve a buscarle algo de ropa.─El recién nombrado acató la orden, siendo luego regañando por empapar toda la casa.

Se bañaron tranquilamente y cenaron sin problema alguno. El plan era dormir, o bueno el de Kageyama.

＿. ¡noche de pijamada!─Saltó emocionado en su cama. Kageyama le miraba divertido, y rompió a carcajadas cuando el pelinaranja tropezó, cayendo al suelo＿. ¡no te rias!─No le hizo caso, haciendo enojar al contrario, provocando que recibiese un almohadazo.

＿. Es tu culpa por ser tan tonto─Quería atesorar cada momento con el, casa sonrisa, quería guardarla en su mente y que siguiera viviendo mínimo dentro suyo.

Quería atesorarlo toda su vida.

Quería ser la razón por la cual sonriera todos los días que estuviese con vida.

Aun dolía, pero lograba sanar poco a poco.

Capitulo editado: 22/06/2023

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