—No estoy muy seguro de que el que vayas con Kun, Yeeun y Soobin sea una buena idea. —repitió el alfa por milésima vez con una mano pasando suavemente por el vientre abultado y ya bajo de su omega, Dongyoung había dicho que a los cachorros les faltaba poco para nacer y en el segundo siguiente Hendery había renacido aún más sobreprotector que antes— Quiero que te quedes.
Xiaojun colocó su mano sobre la suya, ambos recibiendo las fuertes patas de los gemelos que se sentían cada vez más ansiosos— Hendery...
—Por favor. —el mayor suspiró, elevando su mirada hasta Yangyang que estaba del otro lado de la cama, dandole pecho a Jeongin silenciosamente, las miradas de los omegas se cruzaron, robándoles una sonrisa— Y dejen de verse así, no hagan planes en mi contra, mi deber es protegerlos con mi vida... yo no puedo ir y no me sentiré seguro de que vayas si no estoy ahí.
El omega menor lo vio de nuevo de reojo, sin decir nada, su mirada deslizándose de uno al otro de una manera sutil, pero suficiente para que él entendiera— Mi alfa... —empezó y la postura de nombrado cambio en segundos— tengo que ir, yo... yo soy el ejemplo vivo de que los azules no somos salvajes, podemos cambiar, podemos adaptarnos a una vida diferente de la que empezamos, voy como garantía, mi amor... —murmuró, porque sabía cuanto le gustaba al alfa que sus omegas usaran nombres cariñosos con él— Ya solo me tienen a mi, a pesar de que te reconocen como alfa de esta manada, ellos siempre se van a refugiar en mi y...
—Si tu vas, voy yo, es tu única opción. —exclamó el alfa, haciendo amago de levantarse y de forma automática Yangyang y él empujaron sus hombros clavándolo de nuevo a la cama— ¡oigan!
—Deja de ser tan tonto, alfa. —gruño Yangyang, chispas saltando de sus ojos— Acabas de recuperarte, ¡ni siquiera te han quitado los puntos de sutura asi que deja de ser un ridículo!
Hendery frunció el ceño, suspirando mientras su mirada subía al cielo de su habitación, una sonrisa entendiéndose por su rostro con resignación— Yo sabía que pasar mucho tiempo con Xiaojun tendría este tipo de consecuencias... —bufó, pasando una mano por sus ojos— bien, si yo no voy, Johnny ira.
—¿En serio tengo que llevar toda caravana al territorio vecino?
—Si. —alfa y omega respondieron, Yangyang viéndolo fijamente para que entendiera que era lo mejor que podría conseguir.
La audiciencia era importante, tan importante que si esta era su única opcion la tomaría, a regañadientes asintió, mientras se colocaba de pie y besaba a ambos antes de salir de la habitación. Se preparó con muchos nervios, estaba ansioso ya que iba en representación no sólo de su antigua manada sino de la que ahora lo había acogido y apocalípticamente no dejaba de pensar que si esto salía mal los perseguirán a todos —incluyéndolo a él— con antorchas fuera del bosque.
Era un poco irreal, tal vez, pero el miedo a los azules estaba así de arraigado en todas las manadas, quizá por las omegas y los cachorros no tengan objeción, pero ¿los alfas? Soobin, Kai, Yeonjun, Beomgyu y Taehyun acababan de cruzar esa delgada línea que los hacia un alfa mayor pero si los veías eran unos niños. No podían dejarlos solos.
Al bajar al primer nivel se reunió con la pequeña comitiva y si él estaba nervioso Yeeun y Soobin estaban a nada de devolver el desayuno. La omega apretaba a su pequeña contra su pecho, Soobin se mantenía cerca en busca de ser un apoyo para ella pero su piel ya pálida estaba prácticamente transparente, Kun y Johnny sonreían con amabilidad, un intento de calmar las emociones que revolotean por la habitación.
Una vez que el alfa lo vio se colocó automáticamente a su lado y cuando Kun verifico que tuvieran todo lo necesario emprendieron la marcha a la manada del anciano con más autoridad: Kangin. El territorio no estaba muy alejado, sin embargo, decidieron que aparecer de pronto en su forma de lobo podría ser contraproducente para su objetivo así que llegaron en su forma humana, muy agotados, pero al menos no fueron recibidos como una amenaza.
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Los Omegas del Alfa | HenXiaoYang
FanfictionHendery no quería esto. No quería estar a cargo, no sabía estar a cargo y estaba seguro que no podía con una manada... pero cuando su hermano mayor muere la hora de la presentación del nuevo alfa llega. Y él tiene un deber. Ahora él, que no se prepa...