𐄹 02

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Miró el teléfono entre sus manos, abriendo de a poco los ojos. ¿Qué acababa de pasar?

- ¿Qué te ha dicho?- cuestionó Chan, mirando la cara confundida del menor.

- No sé, le dije que soy escorpio y colgó.

- Normal, yo también lo haría. ¿Por qué le dirías eso?- el mayor intentaba no reírse, nada más por no enfadar a Minho.

- ¡Él me preguntó!- se defendió, volviendo a marcar el teléfono. Seguro sería algún niño jugando con el teléfono del spa. Lo puso en altavoz, para que Chan también escuchara.

- Aquí Jisung, su... Oye, usted ha llamado antes. Ya le dije que no hablo con los de su especie, ¿puede dejarme en paz?- la voz del que supuso era chico sonaba cansada, harta.

- ¿Qué especie? Soy humano como tú, genio.- bufó ante la actitud de la persona al otro lado de la línea.- ¿Se puede saber qué te pasa? Quiero mi reservación.

- ¿Qué reservación? Dios, mira, no me voy a acostar contigo. Adiós.- el chico volvió a colgar, dejando al mayor con el ceño fruncido. ¿Qué mierda?

- Tiene carácter, me gusta.- se burló Chan, tomando el vaso que hace momentos Minho sujetaba.- ¿Vas a perder de esta manera una reservación gratis? Pff, me decepcionas.

Minho miró al mayor, sabiendo que la iniciativa de llamar no había sido la suya y le importaba una mierda la sesión que le podrían dar en aquel lugar de "videntes"

Molesto, guardó el número y metió el teléfono en su bolsillo. Volvería a llamar mañana, esperando que aquel insufrible chico no estuviera. ¿Qué problema tenía? Dudaba que fuera por ser "escorpio", nadie rechazaba a un cliente por su signo zodiacal, bueno, nadie pedía el signo zodiacal.

Bufó, sabiendo que estas cosas eran típicas de su madre: hacerle pensar para que luego sea lo más simple. Lo más simple sería que el chico de verdad fuera un vidente, pero no tenía sentido. ¿Para qué necesitaba él un vidente? ¿Para saber su futuro? No, gracias, cada día trabajaba en que eso fuera algo que dependiera de él, no de las palabras de otras personas.

Alejó esos pensamientos de su mente, decidiendo "disfrutar" de su velada con sus amigos. Además, tenía que cuidar que Changbin no se deshidrate.

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El día siguiente llegó, y después de deshacerse de la basura que habían dejado en la sala y echarles un vistazo a los chicos dormidos en la habitación de invitados, Minho volvió a tropezar con esa postal que parecía estar por todos lados.

Alzó la mirada, mirando en el reloj de pared la hora. Era un sábado, pero a esas horas todo solía estar abierto.

Cogió su teléfono, abriendo el contacto que había guardado como "spa". No iba a dejar que nadie le arrebate su regalo, es decir, probablemente una noche de spa gratis, ya sea pagada por su madre o por Chan. En ambos casos salía ganando.

Pulsó "llamar", escuchando los pitidos hasta que respondió.

- Hola, aquí... ¡Joder, qué no hablaré contigo!- la irritante voz del chico del día anterior sonó, por lo que no hizo más que colgar. Había despertado de buen humor, no quería molestarse tan pronto. Aunque bueno, que el chico siga siendo el que responda le dejaba un mal sabor en la boca. ¿Acaso no había nadie más allí?

Iba a guardar su teléfono, resignado, cuando empezó a sonar, con el nombre "spa" en la pantalla. Con el ceño fruncido, respondió a la llamada. Quizá una dependienta o dependiente se había llevado a su hijo al trabajo y le iba a pedir disculpas por aquel comportamiento.

- ¿Por qué has colgado?- cuestionó nuevamente esa voz al otro lado, borrando las ideas que Minho tenía en la cabeza.

- ¿No decías que no hablabas con los de mi especie?- cuestionó, guardando la calma.

- ¡Pero yo cuelgo, no tú!

- Ey, respeto. Por tu comportamiento, estoy seguro de que soy mayor que tú. Además, quiero mi reserva en el spa. ¿Podrías pasarme con tu superior? - apretó el teléfono entre sus manos, evitando colgar.

- ¿Reserva? Señor "soy mayor que tú", aquí no hay ningún spa, y ningún gerente más que yo. ¿Se puede saber qué gana con molestar? Escorpio tenías que ser.

- Oiga, deje de faltarme al respeto o...

- Escorpio es experto en hacerse la víctima, lo tienes todo. No sé qué mierdas quiere, pero tiene todas las de perder. Sé todo sobre vuestras tácticas, signos del mal.

- ¡Oiga...!- antes de que pudiera gritarle al teléfono y descargar su ira, un pitido sonó indicando que la llamada había finalizado. Miró el teléfono con rabia, queriendo estrellando pero controlandose antes de hacer algo estúpido.

Solo era un niño que jugaba con el teléfono en los horarios en que él llamaba. Llamaría a la tarde, seguro había otra persona.

Evitó pensar en que eso se estaba volviendo personal: solo era una sesión de spa gratuita que quería conseguir.

﹝🏷﹞

:) me gusta esta historia bajdjjwkw por ahora es fácil de escribir, así que publicaré en cuanto pueda. dudo que sea demasiado larga, tengo casi todas las ideas ordenadas así que serán capítulos así y no sé cuántos, pero no pasarán los 13 capítulos, o bueno, depende de si me da por cambiar las cosas.

espero que os esté gustando ♡ gracias por el apoyo.

escorpio Where stories live. Discover now