𐄹 04

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Minho decidió guiarlos hacia un restaurante cercano de comida tradicional. Miraba a Jisung de reojo mientras iban caminando, sonriendo cuando el menor se daba cuenta y se sonrojaba. ¿Cómo una persona podía ser tan tierna?

— Y dime, ¿cómo has estado éstos días?— cuestionó, buscando una conversación que entablar con el chico que tan loco le volvía.

Jisung pareció pensárselo un rato antes de responder con su dulce y melodiosa voz.

— Pues... Nada interesante, solo algún graciosillo que ve gracioso llamarme.— se encogió de hombros, mirando al mayor, esperando que dijera algo más.— ¿Y tú?

— Nada interesante. Pero eh, si te vuelve a llamar, pídele la dirección. Voy yo mismo a encargarme de que no te vuelva a molestar.— dijo, haciendo reír al menor.

— No creo que haga falta, puedo ocuparme yo mismo del asunto.

Lee asintió, quedándose en silencio nuevamente. Ya no era un silencio incómodo, ya que la risa del menor había destensado el ambiente. No tardaron en llegar al local donde nada más llegar las puertas correderas se abrieron, permitiéndoles el paso hacia el interior del lugar.

— ¡Minho, cariño! Tanto tiempo sin verte.— una anciana se acercó a ellos con una sonrisa, sosteniendo entre sus manos un plato que dejó en una de las mesas para volver a centrar sus atención en el chico.— ¿Cómo has estado?

— Bastante bien, gracias.— contestó, mirando a la mujer con una sonrisa.

Jisung observó la calidez con la que ambos empezaron a hablar, sintiendo que Minho era más un ángel que otra cosa. La forma en que el mayor sonreía y como sus ojos brillaban lo hacían querer fundirse entre sus brazos.

— Oh, cariño, no sabía que tenías compañía.— la atención de ambos se volvió hacia Jisung, haciendo que el chico se sonrojara por la repentina acción.— ¡No me digas que por fin tienes novio!

— N-No es mi novio, señora Yang.— corrigió el mayor, antes de que Jisung pudiera reaccionar siquiera.— Él es Jisung, mi...— al principio no supo qué decir, ya que no tenían aún su relación formal, aunque sus acciones entre ellos en las últimas semanas demostraran lo contrario. Decidió usar una palabra desagradable si la relacionamos con Jisung, pero que debería usar si no quería incomodar al menor o presionarle.— amigo. Y Jisung, ella es la señora Yang, la mejor cocinera de Seúl.

— Encantado de conocerla, señora.— le hizo una breve inclinación, estrechándole la mano unos momentos después. Evitó pensar en lo que Minho dijo, porque realmente era la verdad. Y esperaba que no lo fuera por mucho tiempo.

— Ay, eres un encanto.— le alborotó el cabello con confianza, haciendo al menor sonrojar.— Anda, id a sentaros en la mesa del fondo. En unos momentos os llevaré la comida, la casa invita. Os prepararé mi mejor plato.

Los chicos asintieron, dirigiéndose hacia la mesa que la mujer les había indicado.

Se sentaron uno delante de otro, sin saber qué decir, cada uno pensando en algo.

— Y bueno... ¿qué tal te va en los exámenes?

— Bastante bien, la verdad.— respondió el menor, tomando una servilleta para empezar a hacer formas con ellas.— ¿Te acuerdas de que te dije que tenía una tía muy supersticiosa con la que me crié? Pues el otro día le conté que...— se paró antes de hablar. ¿Qué le iba a decir? ¿Qué le contó que le gustaba un chico?— Bueno, le conté que estaba conociendo a una persona, refiriéndome a tí, y lo primero que me soltó fue: ¿cuál es su signo? Es gracioso, porque ella suele ser así con todo el mundo, pero no esperé que me exigiera literalmente tu signo por "si tiene malas vibras tendrás que alejarte, saturno no lo aprueba para un chico tan bonito como tú"

Ambos rieron, llamado la atención de algunos clientes que enseguida volvieron a lo suyo.

— Bueno, no deberás preocuparte de eso, ya que soy...

— ¡Aquí el especial de la casa!— la señora Yang llegó con dos platos en cada mano, dejándolos frente a los chicos.— Disfrutad de la comida, y luego me decís qué tal.— se dió la vuelta, aunque antes de irse, volvió a mirarles.— El ingrediente secreto es el amor, vosotros decidís si añadirselo o no...

Y dicho esto, la mujer se fue, dejando a ambos chicos con las mejillas más rojas que nunca.

— Disculpala, está muy emocionada porque hace mucho que no vengo.— dijo Minho, empezando con el delicioso plato que tenía en frente.

— Es muy agradable.

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actualizaré mañana también :) bueno, espero que os haya gustado el cap ♡

escorpio Where stories live. Discover now