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Estos días fueron los que Jimin atesoro con más cariño... días donde Jungkook volvió a sonreírle, volvió a compartir la mesa con él, donde compartían unas pocas horas para hablar al día.

Jungkook se sentía muy bien, mejor que antes.. mucho mejor que antes, hasta sus padres podían ver otra vez ese cambio drástico en él, volvió a sonreír y a salir a los alrededores de la casa, hablaba y su estado de ánimo era igual de alto a un rascacielos.

Ya había pasado una semana, donde Jungkook aprovechó cada segundo en ser lo que era y demostrarle a Jimin que no era ese imbécil que lo despreciaba semanas antes.

-Una semana–Dijó Jungkook guardando su portafolio.

-Si, eso falta–Jimin habló serío mirando la computadora.

-No tonto–Jungkook le lanzó una almohada. -Mírame que te éstoy hablando...

Jimin sonrió y cerró la computadora.

-¿Que pasa?–Jimin le puso toda su atención.

-Quedate una semana mas–Le dijó Jungkook con una bonita sonrisa.

-No...

-Quedate, ¿acaso alguien te espera en ese país a donde quieres irte?–Levantó una ceja curioso.

-No pero...

-Vez, puedes quedarte otra semana–Jungkook sonrió y jaló la silla cerca de su cama. -Vamos.. debo hacer mi terapia.

Jimin suspiró con una sonrisa y se levantó.

-Nada de Fran Sinatra por favor... prefiero escuchar a Taylor Swift–Dijó Jimin cuando Jungkook abrió su computadora.

-No puedes comparar a Sinatra con Taylor... eso es un pecado–Dijó Jungkook ofendido.

-Si, como digas.. pero enserio no lo pongas, no me gusta, me da dolor de cabeza–Jimin subió a Jungkook al elevador.

-Esta bien, pondremos a Alan Walker.

Jimin sonrió y salió del elevador mientras empujaba la silla y escuchaba la música que puso Jungkook.

Fueron al gimnasio y empezaron con la rutina.

-Caminadora 15 minutos–Dijó Jimin arreglando el tiempo en la caminadora. -Ven..

Jimin se le acercó y lo ayudó a levantarse. Jungkook con una sonrisa se agarró fuerte de la caminadora y empezó.

-¿Duele?–Preguntó Jimin.

-No pero sigue siendo raro–Jungkook sonrió y siguió caminando lentamente.

-Lo será por unas semanas más pero después será muy normal–Jimin se quedó a su lado por si las piernas llegarán a fallar.

Jungkook se deleitaba con la voz de Jimin, no podía negar que era muy dulce y que cantaba de maravilla.

Después de los 15 minutos Jungkook se detuvo muy cansado, Jimin lo ayudó a sentarse y le dio una botella de agua.

-Ten–Dijó Jimin al abrir una larga caja.

-¿Muletas?–Preguntó Jungkook confundido.

-No son muletas, son bastones–Jimin sonrió y sacó los objetos.

-Para mi son muletas–Jungkook se cruzó de brazos.

Jimin rio suave y negó levemente... un Jungkook infantil era lo más hermoso del mundo ante los ojos de él.

-Las muletas van debajo de los brazos–Explicó Jimin. -Y tu no las necesitas, al empezar a caminar con estos bastones harás también ejercicio en los brazos y fortalezaras tus músculos...

-Pero...

-Pero nada, ¿no estas cansado de estar en esa silla?–Jimin se agachó frente a Jungkook. -Podrás moverte mejor...

-Y si me...

-No más suposiciones Jungkook, debes mandar esa silla por el balcón–Jimin le sonrió con todo el cariño que sentía por él.

-Mamá me mataría si llegó a dañar está silla Jimin, le costó mucho Jimin–Jungkook frunció el ceño.

-No es literal.. ¿no conoces las metáforas?–Jimin negó riendo. -Eres un niño...

-Si llegó a caerme te pondrás debajo mío para que recibas el golpe...

-Lo haré si es necesario...

Ambos sonrieron y asintieron de acuerdo.

Jimin acomodó los bastones en los brazos de Jungkook y lo tomó de la cintura para pararlo.

-No soy una damisela, suéltame–Jungkook lloriqueó.

Jimin río suave y lo soltó, se paró frente a él y vió como Jungkook se dejaba guiar por sus piernas.

-Bien, guardaremos la silla en el cuarto más oscuro de la casa...

-Esto se parece un castillo–Jimin sonrió y abrió la puerta. -Vamos a dar un paseo...

-Estoy cansado–Jungkook hizo un puchero.

-Descansa unos minutos y después nos vamos a dar un paseo.. traeré algo para que comas...

-Quiero cereal con frutas y leche–Jungkook le sonrió con dulzura.

Jimin asintió para irse muy contento.

-Te quedaras Jimin, sé que te quedarás–Jungkook suspiró y sonrió enormemente.

Después de unos cuantos minutos Jimin entró con una bandeja y dos tazones sobre esta.

-Ten.. come y nos vamos–Jimin le dío un tazón.

-Bien, pero recuerda que no puedo caminar a tu paso.. aunque eres de piernas cortas...

Jungkook se río divertido de Jimin, esté le dío un leve empujón haciéndose el ofendido.

Entre chiste y broma ambos terminaron de comer, salieron del gimnasio hacia una las puertas que daba al jardín.

-¡Esto es perfecto!–Dijó el señor Jong bajando las escaleras.

-Papá deja de gritar–Jungkook sonrió. -¿A donde vas?.

-A hacer ejercicio–Dijó Jimin. -Recuerde que debe caminar 40 minutos y lo demás está a su disposición...

-Vez, hasta me manda ya Jungkook–El señor Jong sonrió. -Como mande señorito Park...

Jungkook río suave y asintió a su padre.

-Corre papá o si no te castigaran como me hicieron a mi ayer–Jungkook le sonrió y se adelantó.

-¿Como que todo está mejorando?–El señor Jong se le acercó.

-Esta feliz de que pronto me ire, pero me alegra mucho verlo de mejor estado de animo–Jimin suspiró con una sonrisa melancólica al ver a Jungkook caminando.

-A mi también.. volvió a ser ese niño berrinchudo y consentido de mamá, ella lo a malcriado toda la vida...

-Es su único hijo hombre, además es el menor–Jimin sonrió. -Ahora debo irme señor Jeon..

-Ve con él–El señor Jong le tocó el hombre. -Se fuerte Jimin..

-Si señor, no se exceda en el ejercicio...

-No lo haré...

Ambos se fueron por direcciones diferentes, Jimin corrió hasta llegar al lado de Jungkook y sonreírle por que se le veía más estabilidad en las piernas que los dias anteriores.

Pasos Hacia El Amor (KOOKMIN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora