iii. martes; escuela

692 128 82
                                    

"Invítalo a un café, no hay pierde."

"Asegúrate de pedirle un macchiato de caramelo."

Entre las recomendaciones para citas que sus amigos de la banda le habían propuesto a Jeongwoo, el café le resultaba la opción más benigna para su primera salida con Haruto como 'novio'. Ryujin había hecho lo mismo, sin éxito, pero según ella, fue porque ordenó un café muy fuerte para el gusto del chico popular.

Su plan era invitarlo apenas terminen sus clases, ya que ese día no tenían taekwondo. Básicamente, lo tendría que interceptar a la salida, porque estaba bastante seguro de que las estadísticas no mentían, y que por lo tanto Haruto no se esforzaría en conocerlo o llevarlo a citas si es que Jeongwoo no era el de la iniciativa.

Por ello, apenas escuchó la campana indicadora del final de clases, se levantó para salir corriendo del salón y así llevar a cabo el plan, sin siquiera esperar a Jeongin.

Para su sorpresa, un par de ojos conocidos lo detuvieron en la puerta de su salón.

— Hola, Woo. —saludó su cita, casual, antes de tomarlo de la mano— Leí que inauguraron un café por mi casa, ¿quieres ir a probarlo?

¿Haruto lo buscó a él?

El resto de la clase de Jeongwoo estaba casi tan asombrada como él mismo, pues nadie pedía permiso para poder pasar, pese a que los 'novios' estaban bloqueando la salida. Pronto, escuchó algunos murmullos y cotorreos, por primera vez, con su nombre entre las oraciones.

— Permiso, por favor. —segundos después, Olivia, una chica que había salido antes con Haruto, rompió el silencio.

Ambos chicos se apartaron de la entrada, optando por un lugar menos incómodo en el pasillo. Así, varios compañeros comenzaron a salir del aula, mientras que otros quedaron rondando cerca, curiosos.

— Bueno... ¿quieres? —repitió Haruto, aún sin soltar su mano.

— No creí que tú...

— Veo que eres la novia de Haruto esta semana. —lo provocó Somi, una de las más populares de su clase, con total seriedad, antes de mostrar una gran sonrisa— No me mires así, es broma, se ven preciosos juntos...

Jeongwoo alzó una ceja, pegándose contra la pared de afuera de su salón, al no tener más lugar de escape. Pese a que compartían la misma actitud energética, no era cercano a Somi, y estaba bastante seguro de que ella también había salido con Haruto, así que no sabía si considerar sus comentarios como genuinos cumplidos o como sarcasmo.

— No sabía que te gustaban los chicos, Haru. ¡Ahora me caes aún mejor!

Con una sonrisa tierna, Somi y dos de sus amigas se despidieron. Jeongwoo estaba ahora casi seguro de que la juzgó mal, parecía amigable.

— ¡Los shippeo! —gritó, tras haber avanzado por el pasillo— ¡Viva el Hajeongwoo!

Sonrojado, el guitarrista de The Sheiks cubrió su rostro con su mano libre, soltando un bufido de queja. ¡Qué vergüenza!

Para Haruto la escena fue más divertida, ya que Jeongwoo escuchó una risilla de su parte. De lo que no se había dado cuenta era que se había ido acercando a su rostro, aprovechando que había cubierto sus ojos con la mano. Cada vez cortaba más la distancia entre ellos, hasta que su nariz rozó con la mano del castaño, quien reaccionó un tanto asustado, casualmente dándole un manotazo a su 'novio'.

— ¡Oh no! —presionó sus labios, con la idea de que ya estaba muerto en mente— Haruto, lo siento...

El aludido había llevado una mano a su nariz para aliviar el golpe, que felizmente no le había causado más que un momentáneo susto de dolor. Al escuchar su nombre, volteó de nuevo hacia Jeongwoo, buscando ofrecerle una sonrisa.

— No te preocupes, me estaba pasando un poco. —acarició su nariz un par de veces, inhalando— Supongo que no eres fan del contacto físico.

El color rosado de las orejas de Jeongwoo ahora reflejaba su enojo, hacia sí mismo. ¿Por qué tuvo que reaccionar así?

Antes de que se diese cuenta, Haruto ya caminaba hacia la salida por el pasillo, sin voltear. O reaccionaba muy, muy rápido, o muy, muy lento. Maldita sea.

— ¡No, no es por eso! ¡Haruto!

Alarmado, Jeongwoo corrió tras él, tomándolo de la manga de la chaqueta escolar para detenerlo en cuanto lo alcanzó.

Bueno, ese hubiese sido el escenario ideal. Lo que en realidad pasó fue que la fuerza del tirón y la aceleración de sus pasos lo llevaron a perder el equilibrio, y no por su cuenta, sino con Haruto. El castaño quedó atrapado bajo el cuerpo perfecto del mayor, quien ceremoniosamente había logrado colocar una mano bajo su cabeza, para que no se golpee contra el piso.

Ahora, parecía como si el resto de la escuela hubiese desaparecido, y sólo estuviesen ellos dos, en ese mágico encuentro. Las manos de Jeongwoo fueron a parar a la cintura de Haruto, quien definitivamente sintió un escalofrío por el contacto.

— Felizmente Haruto puso su mano, para que no pierdas más neuronas. —escuchó la voz burlona de Jeongin, quien tuvo que arruinar el momento. Ya se vengaría de él más adelante.

— ¡Jeongin! —ese era Hyunjin— Ya sé que no le vendría mal una dosis extra de conexiones neuronales, pero estaba en su momento. ¡Le dices luego!

— ¡Es importante! Se pone más tonto con el tiempo.

Haruto, quien lentamente había ido recostando la cabeza de Jeongwoo sobre el piso, para que no se le acalambre el brazo entero, no podía evitar reírse con los comentarios de los compañeros de banda del castaño. Bajó la cabeza hasta que su frente dio con la nariz contraria, momento en el que regresó a la posición anterior, aún sonriente. Su sonrisa era una maravilla.

— ¿Son tus amigos? —le preguntó.

— Con amigos así, quién necesita enemigos, ¿cierto?

Ambos compartieron una risa, antes de que Haruto se ponga de pie y le estire una mano a Jeongwoo, para ayudarlo a hacer lo mismo. Este sacudió su uniforme una vez arriba, demasiado embelesado con los ojos de su 'novio' como para darse cuenta de que Hyunjin y Jeongin seguían detrás.

— ¿Tierra a Woo? —llamó Hyunjin, logrando captar su atención, separado de Haruto por fin.

— Saben que estoy entre los primeros de la clase, ¿no? —se defendió, entre una sonrisa y el proceso de poner sus ojos en blanco.

— Sí, pero igual eres un idiota. —sonrió Jeongin, alzando el objeto que tenía en mano: su mochila— ¿Olvidas algo?

Ya había pasado por varias situaciones embarazosas en esos minutos, así que un descuido como ese no le afectó en lo más mínimo. Sólo le quitó la mochila al bajista, agradeciéndole por lo bajo.

Tan rápido como aparecieron, Hyunjin y Jeongin volvieron a irse, no sin antes haberle dado unas palmaditas en ambos hombros a Jeongwoo, deseándole suerte.

— Entonces... —carraspeó Haruto, colocando su brazo por encima de sus hombros— No me hagas preguntarte de nuevo, ya me costó bastante la primera vez.

Por un momento, Jeongwoo temía que la propuesta del café había sido descartada, pero ahora que Haruto volvía a insistir, no podía borrarse la sonrisa del rostro. Realmente, Watanabe Haruto, el chico popular, quería salir con él. ¿Cómo no emocionarse?

— Sí, ¡vamos!

ninki; hajeongwoo (Treasure)Where stories live. Discover now