xiv. viernes, rewind.

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Los minutos después de la llamada se extendieron como horas para Jeongwoo. Felizmente, su intensidad de emociones se había calmado, por lo que dejó que Junghwan pueda trabajar tranquilamente a cambio de un espacio en una mesa para dos relativamente privada. Aún no tenía la certeza de si es que Haruto realmente volvería, pero dejar morir la esperanza no era una opción.

- Bebé, sé que es tarde, pero... ¿no crees que deberíamos quedarnos un rato más, por si acaso? -murmuró Junkyu, consternado por su amigo.

- Si Haruto me ve aquí, querrá hablarme sobre Lee, y creo que hoy ya ha sido un día bastante feo para todos. -Jihoon argumentó- ¿Y si le dejas tu número al barista, por si pasa algo malo?

Esa propuesta contentó a Junkyu, pese a que no podía dejar de apiadarse por lo miserable que lucía Jeongwoo, sentado por su cuenta y con la cabeza recostada sobre la mesa. Mientras Jihoon lo esperaba afuera, se acercó al mostrador, buscando disimular su preocupación.

- Hey, perdón por... todo esto. -suspiró- ¿Te puedo hacer un último pedido?

Junghwan sólo asintió, claramente exhausto por involucrarse en un drama en el que no debía participar. O quizás era cierta timidez frente a Junkyu, quién sabe.

Ante ello, el mayor sacó un papel de su bolsillo, correspondiente a la boleta que le había sido entregada unas horas atrás. Tomó prestado el lapicero que estaba sobre el mostrador, y con ambos útiles, pudo escribir su número de teléfono.

- Toma. -le entregó el trozo de papel, con una sonrisa- Por favor, avísame si a Jeongwoo le pasa algo, para venir a recogerlo o al menos ayudar en algo.

La expresión de Junghwan denotaba algo indescifrable para Junkyu, y no fue hasta en unos segundos que decidió responder por fin, asintiendo nuevamente.

- Gracias, lindo.

Con eso, y sin haber escuchado la voz del menor, se alejó del local, para encontrarse con su novio una vez afuera. Ambos irían a casa de Jihoon, puesto a que no vivía muy lejos, bajo la excusa de la cercanía para cuidar de su amigo.

*・゜゚・*:.。..。.:*・'・*:.。. .。.:*・゜゚・*

- ¿Jeongwoo?

Una leve sacudida acompañó a esa voz, que poco a poco se aclaraba para el castaño.

- ¿Woo?

El aludido pestañeó repetidas ocasiones, en un esfuerzo por dejar de tener la vista nublada, pero aún no estaba en sus cinco sentidos como para identificar a la figura que lo buscaba despertar de aquel sueño en el que no sabía que se había visto sumido.

- ¿lobito?

Finalmente logró identificar un par de ojos cafés, en un rostro casi perfectamente simétrico, que no le podía pertenecer a nadie más que a una persona.

- Haruto... -murmuró, buscando incorporarse sobre su asiento- volviste.

Una momentánea sonrisa se formó en los labios del menor, antes de que su expresión denotase la misma decepción de un par de horas atrás.

Al restregar sus ojos y pestañear un par de veces más, Jeongwoo pudo identificar mejor la escena. No recordaba con precisión la sucesión de hechos de esas últimas horas, pero estaba seguro de que había ingerido un poco de alcohol en un esfuerzo por superar una realización.

La realización de que había arruinado las cosas con Haruto.

Por un momento, ambos se mantuvieron callados, con la mirada fija en el otro. Jeongwoo comenzaba a sentirse débil, pero una resolución en su interior quería arreglar las cosas.

- Junghwan me pidió que venga. -Haruto fue el primero en alzar la voz- Aún no he podido pensar las cosas con claridad, pero...

- Lo siento.

Un breve silencio cayó entre ambos.

- Perdón. Sé que fui un idiota por dejarme llevar por cosas falsas sobre ti. Arruiné lo que pudo haber sido una semana linda para ambos, y lo siento, en serio. Entenderé si hoy, viernes, cortas conmigo, y yo sólo entraré en la misma caja que todas esas chicas que no lograron ganarse tu corazón.

Mientras Jeongwoo seguía con su pequeño discurso, Haruto bajó la mirada, apenado. Ya se hacía una idea de lo que lo había llevado a ello, pero ese tipo de honestidad cruda no la recibía con frecuencia.

- La verdad es que aún no supero completamente a Jihoon. Tú me pareces lindo, no sólo porque tienes una carita hecha por los dioses, sino también porque puedo ver que sí tienes alma, por mucho que a veces te esfuerces por parecer perfecto. Pero no sé, Haruto, es difícil decirte que te quiero cuando apenas nos conocemos...

Allí fue donde Jeongwoo se detuvo, dejando a Haruto asintiendo con la cabeza en cierto nivel de comprensión.

- Sí, entiendo. La vida real no es como en las películas románticas, donde los protagonistas cruzan miradas y caen perdidamente enamorados a primera vista. Necesitamos tiempo para conocernos, y una semana para eso es ridículo.

Ambos se tomaron un silencio con eso, en mutuo entendimiento.

Crecer implica navegar mareas altas y bajas, salir vivo de torbellinos emocionales y caer de pie. Es más manejable con compañía, con alguien que te reciba y puedas recibir, del mismo modo.

- ¿Sabes? -Jeongwoo buscó estrechar la mano de Haruto, por encima de la mesa- Un sabio de Iksan una vez dijo que no puedes entrar a la vida de una persona, hacerle sentir especial, y luego desaparecer.

En parte lo decía para criticar ese sistema semanal de citas que tenía el mayor, pero, sobre todo, con la esperanza de que pueda llegar a comprender la complejidad de las emociones humanas.

- Pese a todo, me has hecho sentir especial, Haruto. Vamos, no cualquiera es el primer chico en invitarte a salir.

- Y tú a mi, Woo. -murmuró- No cualquiera es tan idiota para pensar en su ex cuando está conmigo.

En un ambiente menos tenso, pudieron compartir una breve risa con aquel comentario, aunque de todos modos Jeongwo esbozó un "lo siento" con los labios.

- ¿Nos podemos seguir conociendo?

Asintió, emocionado. Quizás ese día no resultó tan terrible como amenazaba ser.

ninki; hajeongwoo (Treasure)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora