ninki; hajeongwoo (Treasure)

✧ thursday; ばか.

Lo que Jeongwoo no sabía era que Haruto había colapsado sobre su cama tras enviar aquel último mensaje invitándolo a su casa el viernes, con el corazón a punto de escaparse de su pecho. Por suerte, jamás tendría que enterarse.

Buscó recuperarse en cuanto antes, aclarando su garganta y tomando los pasos necesarios para desconectar su celular de cualquier red internet, porque no quería leer la respuesta.

Realmente, ¿qué pensaba hacer cuando llegue ese día?

Entrar en pánico, claro.

Estaba resentido con Jeongwoo, por supuesto que sí, y estaba haciéndoselo notar, por supuesto que sí. Quería que le ruegue y que definitivamente aparte a Jihoon de su mente, porque a Haruto no le gustaba tener un rol secundario en el corazón de alguien más.

Y, ahora, prácticamente le había insinuado que demandaría servicios para perdonarlo completamente, como algo más que sólo amigos que se saludasen de forma ocasional y distante.

No podía negar que se había imaginado con el castaño en algunas situaciones más íntimas de lo que había llegado a experimentar, desde aquel día en el que terminó encima suyo por una torpeza, en medio del pasillo de la escuela. Estaba en la edad para esas ideas, no se le podía culpar.

No, Haruto no era un urgido, y mucho menos un manipulador que se aprovecharía de la situación para utilizar a Jeongwoo.

Sólo quería una promesa de que no volvería a hacerle sentir algo feo en su corazón.

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Se encontraba repasando algunos ejercicios de clase cuando recibió una llamada. Por la música del timbre, supo de inmediato de quién se trataba.

— ¿¡Por qué no te llegan mis mensajes!?

— ¿Qué pasó, Junghwan?

— Prende tus datos móviles y contesta lo que te mandé. Me da vergüenza decírtelo y es lo mínimo que me debes por ayudarte con Jeongwoo.

Su mejor amigo no tardó ni un segundo en colgarle, aparentemente muy confiado en que Haruto le haría caso, como si no lo conociese.

Por supuesto, Haruto no se vio alterado. En vez de hacerle caso a Junghwan, siguió con sus tareas, sólo porque no le había querido cortar la curiosidad desde un inicio.

La segunda llamada llegó menos de un minuto después, lo que le hizo reír.

— Bien, bien, ya te leo.

Esta vez fue el mayor entre ambos quien colgó rápidamente, decidiéndose por dejar los ejercicios de repaso para después, de modo que se acomodó boca abajo sobre su cama para volver a conectar su celular y leer eso que tan desesperado tenía a su amigo.

Hwanie
> ASDFGHJKL
> HARUTO
> EL CHICO DEL CAFÉ
ME RESPONDIÓ

¿Tanto lío para eso? Tenía que reírse.

¿El alto? Tiene novio.

> ese es un pendejo
> yo soy más bonito

¿Cómo le pedirías tener sexo?

Su mejor amigo leyó el mensaje de inmediato, pero no respondió en un buen tiempo. Seguro estaba muy ocupado avergonzándose por lo directo que podía llegar a ser Haruto cuando estaba en confianza.

¿Junghwan?

> i'm baby
> no le pediría algo así
> tiene novio, respeta.

Perdón, joven mojigato

> eres el peor para dar
consejos por chat.
> t odio

Chale

Haruto sólo sonrió, pasando a chequear otra red social para matar el tiempo antes de sus clases de coreano.

En una de esas, vio que Jeongwoo había subido una foto, lo que le recordó el motivo por el cual había apagado sus datos celulares antes de recibir la llamada de Junghwan. Y ese motivo aún no le respondía.

Efectivamente, al retornar a sus mensajes y darse cuenta de que su 'novio' lo había dejado en visto desde casi media hora atrás, algo cambió en su expresión. No podía ser tan perdedor como para mandarle un segundo mensaje buscando una confirmación, así que lo dejó allí, sintiéndose aún más resentido.

Él era quien se haría de rogar, no Jeongwoo.

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Para el día siguiente, Haruto aún no obtenía una respuesta afirmativa o negativa por parte de Jeongwoo. Realmente estaba atreviéndose a jugar con fuego cuando él era el que estaba en la línea del juzgado. Al menos tenía pelotas.

Como siempre, tenía pensado pasar intencionalmente por el casillero de Jeongwoo, procurando hacerlo cuando éste tenga que guardar algunas cosas.

Esta vez, sin embargo, no le dio tiempo de siquiera pasar de la entrada de la escuela, puesto a que un Jeongwoo vestido en terno y portando su guitarra se interpuso en su camino apenas pisó la institución.

— Watanabe Haruto, —llamó su nombre, tomando una de sus manos con la propia, para dejar un beso sobre ésta—, he sido un grandísimo idiota, y lo admito públicamente.

Haruto estaba muy sobresaltado y conmovido como para decir algún comentario ácido, pese a sus ganas de hacerlo. Quedó callado, seguro sonrojado por la atención que estaba recibiendo.

— Lo siento, de corazón, y espero que me perdones.

Dicho aquello, el castaño ubicó sus manos adecuadamente en la guitarra, sonriéndole al menor antes de comenzar a tocar una melodía dulce.

Oooh yeah~
I'll give it to you~
Aunque fuera algo raro, quiero dártelo a ti
I'll give it to you~
Para mí que río y lloro, eres solamente tú
For you~

No sabía que Jeongwoo cantaba así de lindo, o que su voz se hacía un tanto más profunda cuando cantaba, pero definitivamente era una grata sorpresa. Su corazón palpitaba con rapidez y se sentía increíblemente halagado, porque a pesar de que había tenido una innumerable cantidad de novias, jamás habían hecho algo tan bonito para él.

Al final de la canción, que duró un par de minutos, el guitarrista aclaró su garganta, señal antes de que Jeongin aparezca con un ramo de rosas que le entregó rápidamente a Jeongwoo.

— Haruto, no podía ir a tu casa de forma descarada sin antes expresar más o menos cómo me siento. Ya no más dudas, mi corazón está de tu lado.

Se acercó con las rosas, entregándoselas a Haruto con una sonrisita tímida.

— ¿Me disculpas?

En un impulso, Haruto envolvió sus brazos sobre los hombros de Jeongwoo, elevándose para atrapar sus labios con los propios y besarlo, sin temor a las reacciones de los demás ni a las consecuencias.

Quizás nunca dejó de estar totalmente idiota por ese idiota.

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