Capítulo 20

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Luz Noceda



Llanto.



Dolor.



Lágrimas. 



Más lágrimas...




Era horrible no poder dejar de llorar.




El sufrimiento era tanto que las lágrimas eran lo único que, de cierta manera, lo calmaban.




—Luz, dime que no me llamaste para estar llorando como el otro día, por favor— soltó Gus, dando un largo suspiro.



Yo solo lo ignoré, arrimando más mi cabeza a su cuello.



—Basta— me apartó. —No salí corriendo de mi casa para que me uses como pañuelo. Dime quién demonios te está haciendo sufrir de este modo para partirle la cara



—No puedo— lloré aún más. —Quiero decirte pero no puedo



—¿Por qué no?



—Porque está mal, yo estoy mal, yo soy la idiota que se enamoró de la persona equivocada



—¿Por qué está mal?



En sus ojos se reflejaba claramente la preocupación que sentía ¿De qué servía que lo llamara si no iba a decirle nada? Ahora sólo lo tenía a él. Solo a él...



—Me enamoré de Amity...— solté. Decir aquel nombre me dio otra punzada en el corazón.



—¿Amity?



—La chica con la que...



—Si sé quién es— interrumpió, antes de brindarme una reconfortante sonrisa, sin mostrar los dientes. —Ya lo suponía



—¿Qué?



—No eres muy disimulada que digamos— continuó, divertido.



—¿Ya lo sabías?



—Te conozco desde hace cinco años, Luz . Esa sonrisita que tenías cada vez que estabas con ella, no iba a pasar desapercibida por mí



—Lo sabías— reiteré pero con seguridad. Pensar en ello, apaciguó mi llanto y me hizo entrar en pánico. —Dios mío, no, si tú lo sabías... Ella también



—Lo dudo, apenas llevan meses conociéndose, esos pequeños detalles llevan años aprender, eres difícil de leer ¿Sabes?



—¿Por qué no me dijiste nada?



—Quería que tú me lo dijeras, además, sólo era una suposición— se excusó.



Lo golpee, golpee su hombro con enojo, no por él sino por mí misma.



—¿¡Y eso por qué!?



—¡Porque no me dijiste que estaba siendo una completa idiota al enamorarme de ella!— volví a llorar. El azabache solo me abrazó y estrujó hacia él. Su calidez me tranquilizó. —La besé, Gus, la besé y ahora ella me odia



—¿La besaste? ¿Cuándo?— preguntó, sorprendido.



—Ayer, cuando fui a su casa



Plan de Romance (Lumity) Where stories live. Discover now