Capítulo 22

978 150 54
                                    




Luz Noceda



Una semana más, cinco días en los que no pude hacer nada más que permanecer en casa todas las tardes, hablar con Gus o Viney y simplemente ignorar a Boscha y Amity en lo posible.



Con la peliverde, caminábamos de regreso a casa, sí, pero no era como antes. Sentía cierta tensión en el ambiente, una sensación que, sabía, jamás se iría.



Referente a todo lo demás, mi vida seguía su curso, sin más dramas a excepción de las peleas que comenzaban a hacerse frecuentes entre mi hermana y mi madre.



—¿Con quién vas a estar?— preguntó Lindsey, acercándose en cuanto el timbre sonó, anunciando el inicio del receso. —Viney no vino, así que... ¿Con quién vas a estar?



—Te noto muy preocupada por mí, últimamente, Lindsey— sonreí, divertida. —¿Por qué?



—¿No puedo preocuparme por una amiga?



—Sí, claro que puedes, pero lo usual es preocuparse por alguien a quien conoces



—Te conozco



—No, no me conoces— contradije.



—Quiero ser tu amiga y tú no me dejas— refutó.



Miré por encima de su hombro. Su grupo ya se iba, dejándola, completamente sola, conmigo.



—Te dejan— le informé, levantándome para yo también salir. —Tus amigas se van sin tí



—¿Quieres venir?— insistió.



—¿Para aguantar a Amelia y sus exagerados dramas? No, gracias— respondí, pasando por su lado. —No conseguirás que vuelva a ser amiga de Boscha, ya déjalo Lindsey



—Pero...



—Nada— la miré, poco antes de salir. —No soy como ellas, jamás lo seré



Agradecí en silencio que la castaña no intentara detenerme y busqué con la mirada a Gus, sin éxito.



Empecé a considerar la posibilidad de haber aceptado la propuesta de Lindsey, pues no tenía a nadie más. No me sentía a gusto con ningún otro grupo.



—¿Estás sola?— me estremecí.



Escuchar aquella voz a mis espaldas me sorprendió tanto que hasta tardé en dar la vuelta.



—Viney no vino a clases— respondí, fingiendo tranquilidad. —Y no encuentro a Gus, ¿Lo han visto?



—No— dijo Amity.



—¿Quieres sentarte con nosotras?— propuso Willow, sonriente. —Hace tiempo que no sales con nosotras

—Caminamos con ella todos los días, no exageres— bufó la peliverde. Su actitud me dolió. Últimamente, así de fría se comportaba conmigo.



—Creo que seguiré buscando a Gus— respondí.



—Por favor, quiero hablar contigo, tengo mucho que contarte— continuó insistiendo la ojiverde. Parecía no notar el extraño ambiente que la rodeaba. —Amity no me ayuda con sus consejos. No sé qué le pasa, casi siempre está de mal humor



—Gracias por contar mi vida privada— regañó la aludida.



—¡Pero si es más que obvio! ¿Verdad, Luz?



Plan de Romance (Lumity) Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt