48

13.6K 1.3K 430
                                    

𓆏

-Harry Potter está muerto! He matado a Harry Potter!- gritó con alegría Voldemort mientras se acercaba a Hogwarts.

Los mortífagos solo reían junto con este.
-Pero vamos a ser justos...- dijo mirando a todos con burla.- Quién se quiera unir a mi... será bienvenido.

Nadie se movía de su sitio nadie decía nada y la verdad es que algunos preferían morir que unirse a él.
-Draco, Draco!- empezó a llamar su padre desde el otro lado.- Dónde... ah, Jaylene vamos!

Toda la atención fue a los platinados quienes se encontraban juntos en ese momento. Ni hubo de los dos quería ir.
-Vamos, Jaylene, Draco.- insistía este.

La platinada en ese momento solo pudo mirar a George quien mantenía la cabeza baja. Por qué? Por qué no le decía que se quedara?

Por qué nadie le pedía a Draco que se quedaran? Por qué? Jaylene sabía el por qué. Le tomó la mano a su hermano la cual temblaba y empezaron a caminar hacia su familia.

Nadie creía que podían cambiar. Nadie creía en ellos, nadie confiaba. Tampoco nadie lo había intentado.
-Bien hecho Draco, Jaylene... sin duda no esperaba menos de vosotros...- empezó a decir el señor tenebroso.- Alguien más?

Nadie parecía querer unirse a su bando, nadie hasta que Neville caminó hacia el frente.
-Sin duda me esperaba algo mejor pero tranquilo hijo, eres bienvenido.- mencionó el mismo riendo y provocando risas.

El Gryffindor suspiró.
-No! Harry Potter está aquí con nosotros! Tenemos que luchar por él y por todos los que no están. Y si nadie va a luchar... yo lo haré.- dijo caminando hacia este mientras sacaba del sombrero seleccionador la espada de Gryffindor.

Cuando todos creyeron que el chico estaba más que muerto Harry cayó al suelo, se soltó de los brazos del semi gigante y corrió a esconderse.

Todos estaban en shock más cuando Draco le entregó una varita al azabache, arriesgándose y poniendo todo en contra de él y su familia.
-Vamos! Tenemos que irnos!- le dijo su madre a lo que ambos platinados no supieron qué hacer.
-Draco! Jaylene venir ahora mismo!- gritó Lucius que los esperaba para irse de allí.

-Deberíamos?- preguntó el platinado mirando a su hermana.
-Valdrá la pena?- preguntó ella ahora viendo como muchos de sus compañeros caían al suelo.

Draco señaló con su cabeza detrás de ella haciendo que ella se girara encontrándose con George.
-Quédate.- le pidió este acercándose a ella.- Jaylene por favor, quédate.

La platinada miró a su hermano quien no sabía que hacer. Miraba a la vez a George quien le pedía que se quedara y escuchaba como sus padres gritaban que fueran con ellos.

Miró al pelirrojo quien le extendió su mano y pensó que más perdidos no podían estar. Jaylene había elegido quedarse... o al menos eso era lo que quería ella.

-Aléjate de nosotros! Vamos!- se interpuso Lucius primero empujando a George con fuera para después tomar a la chica del brazo y empezando a arrastrarla mientras que Narcisa tenía a Draco tomando de la mano.

-No, suéltame, me haces daño!- decía la platinada intentando ir con el pelirrojo que se encontraba en el suelo intentándose defender.

-Acaso te has vuelto loca!? No puedes quedarte! Te matarán en cuanto tengan oportunidad!- le gritó su padre ahora molesto.
-No, tengo que quedarme, yo quiero estar con ellos.- dijo ella muy nerviosa.

-De que estás hablando? No son tu familia! Piénsalo bien Jaylene!- le seguía insistiendo este mientras volvía a caminar.

Jaylene intentaba ir donde se encontraba George, quería gritar que quería estar junto a él y quería irse de todo lo malo. Tan difícil era?
-Lo amo! Quiero estar con él!- le dijo finalmente ella haciendo que Lucius mirara al pelirrojo el cual se acababa de levantar.

Draco y Narcisa se asustaron cuando el hombre abofeteó a la chica antes de volver a caminar, ahora furioso.
-Como sigas diciendo cosas estúpidas veras lo que es un castigo, ahora vamos.- murmuró este molesto.

-Para, le haces daño...- empezó. a decirle Draco viendo como la chica lloraba.

Lucius por otra parte empujó a Draco furioso.
-Y tú, traidor! Tienes suerte que no te hemos dejado allí pudriéndote.- mencionó este.

-Y que pretendes hacer!? Esconderte como un cobarde!?- preguntó Jaylene ahora también molesta.- Por que estoy cansada de esconderme.

El señor Malfoy empezó a reírse sarcásticamente mientras la seguía tirando del brazo.
-Niños tontos... cómo creéis que se sobrevive? Crees que el señor tenebroso nos felicitará cuando se entere de que vuestra madre lo ha traicionado y mentido? Nos castigará para siempre... no vamos a correr ese riesgo.

Ella iba a protestar pero miró a Draco y a su madre quienes negaban. Bufó para darse cuenta de que era imposible razonar con él.

-George! Lo hemos conseguido!- le dijo Fred corriendo hacia él y abrazándolo con cariño.- Vamos, tenemos que ver cómo están todos.

Si, parecía que todo había terminado. Neville había destruido el último horrocrux y Harry finalmente había vencido al mago tenebroso del que muchos temían.

El pelirrojo asintió algo derrotado y se dirigieron a lo que quedaba del gran comedor donde su madre fue corriendo a abrazarlos.
-Fred! George! Menos mal que estáis los dos bien.- dijo con alegría.

Freda abrazo pero algo en George le impidió hacerlo. Miró a su alrededor y vio a quien menos se esperaría.
-No, que ha pasado? Ellos... dijeron que lo tenían todo bajo control. No...- empezó a decir mientras miraba a Remus y Tonks con tristeza.

-George, va todo bien?- le preguntó su hermana de repente haciendo que este negara.
-Todo me sale mal, es como si el destino quisiera que no estuviéramos juntos.- dijo ahora estresándose y claramente refiriéndose a Jaylene.

Ginny en ese momento miró a su madre quien sonreía mientras abrazaba a Percy.
-Suerte que está viva.- murmuró para ella misma consiguiendo que su hermano no la escuchara afortunadamente.

-Madre, donde vamos a ir!? No tenemos ningún sitio seguro.- dijo la chica una vez entraron a su mansión, viendo como su padre se dirigía hacia su despacho para empezar a empacar cosas.

-Jaylene, nos tenemos que ir ahora, aún no sabemos donde... recoge tus cosas más importantes, la situación... se ha vuelto algo complicado. Es mejor irse.- le dijo ella mientras le acariciaba la mejilla con cuidado.

-No quiero irme. Mamá, por favor.- le pidió ella ahora mirando al suelo.- Decía la verdad.
-Que verdad?- le preguntó Narcisa sin entenderla.

Cuando Jaylene miró a su madre, Narcisa entendió inmediatamente esa mirada. Una mirada de amor.
-Lo amas?

my weakness (George Weasley)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora