Prohibido enamorarse ✅

Capitulo 3

Gia:

Estoy desayunando con mis padres por primera vez en meses, siempre que esto sucede es que me tienen que decir algo, ellos no son los padres amorosos con los que hablas todos los días y se preocupa por tu bien estar. Desde ayer quedaron las cosas tensas entre nosotros. Como los waffles que me preparo mi mamá, es también es raro ella nunca cocina.

- Gia - empieza mi papá - nos vamos a ir por unos meses, es para que firmemos unos contratos

- Vayan - digo y me miran mal - veo que sus hijos no les importan y no me miren con esas caras ustedes saben que si yo les pido que se queden no lo van a hacer.

- Hija enten... - dice  mamá, me levanto de la mesa, harta de las diferentes excusas que me dan cada dia.

- A mi no me tienen que explicar - digo y agarro la mochila para irme.

Empiezo a caminar rumbo al colegio, me pongo los auriculares es mi forma de despejarme unos instantes del mundo y los problemas que me trae. No tengo nada en contra de mis padres y tampoco soy una nena mimada. Pero no están en condiciones para irse. Estoy muy metida en mis pensamientos que no me doy cuenta cuando una moto esta por cruzar la calle, frena de golpe lo cual agradezco. Alzo la vista y resulta ser la persona que menos queria ver.

- Bonita tenés que fijarte por donde caminas - dice con una sonrisa en su rostro, dejandome ver sus dientes asombrosamente blancos.

No tengo nada en contra de el no lo conozco. Pero dicen que las primeras impresiones son importantes, bueno su primera impresión no fue buena, parece el típico chico egocéntrico que solo piensa en el, suficiente con mis padres. Con las mangas de mi buzo me seco rápido las lagrimas, para levantar la vista por completo.

- ¿Estas bien? - me pregunta después de unos segundos, creo ver algo de preocupación pro sus ojos pero lo alejo al instante.

- Si - vuelvo a caminar.

- Bonita te llevo - dice, lo dudo, no estoy segura de subirme a una moto - no voy a ir rápido - saca de su mochila un casco.

- Veo que estas preparado - digo y el ríe.

- Estas equivocada a veces Hanna me pide que la lleve a la casa - dudo pero termino aceptando, la escuela esta un poco lejos y no tengo tantas ganas de caminar.

Llegamos al colegio y me sentí verdaderamente incomoda. Ayer me equivoque diciendo que tenia la mirada de todos, hoy tengo la mirada de todos. Pero no son bonitas, las chicas asesinándome y los chicos miran al idiota a mi lado. Me bajo de la moto y le entrego el casco.

- Gracias - camino directo a mi casillero sin haber esperado una respuesta de su parte.

Todo el día pasa tranquilo, con Hanna tenemos que hacer un trabajo de química juntas. La estoy buscando por todos lados, el ultimo lugar que me queda es el baño. Entro y la veo en el piso y a una rubia de espalda que su tono de voz me deja sorda.

- El ratoncito esta asustado - dice riéndose con malicia.

- Rubia - le digo una vez que estoy atrás de ella, se da vuelta y me mira mal - déjala en paz - digo mirandola a los ojos.

- Veo que sos nueva y no sabes como funcionan las cosas acá - dice da un paso a mi, yo no me muevo.

- Vos tampoco sabes como funciono yo cuando te metes con mi amiga - digo cruzándome de brazos.

- La bebe tiene una nueva guardaespaldas - dice a Hanna, ella no levanta la vista.

- Lo digo por ultima vez aléjate de ella - la agarro del hombro sacándola del baño, trabo la puerta para que no pueda entrar otra vez.

- La odio - dice ocultando su cara entre sus piernas, me acuclillo para estar a su altura.

- Hanna ya esta - digo junto las cosas que la rubia le tiro - vamos levántate, no voy a dejar que te haga nada y por lo que se el idiota tampoco - ella me mira confundida - tu mejor amigo - el nombre todavía no lo se.

- Gracias - dice mientras se levanta y yo la imito.

- No tenés de que - digo, salimos del baño y la rubia estaba fulminándonos con la mirada - ¿tu casa o la mía?

- La mía - dice y vamos a la salida

Nos subimos al auto, la noto tensa y no entiendo la razón. Llegamos a su casa, es bastante grande. No me asombro ya que todas las casas en el barrio son iguales. Me estaba por bajar pero ella no se mueve. La miro y espero a que diga algo.

- Quiero cambiarme el look - dice cuando estaciona el auto.

- No le veo nada de malo a tu estilo - la verdad no le veo nada de malo, usa ropa holgada, con colores apagados.

- Pero así no le voy a gustar a nadie - dice y niego.

- No le hagas caso a la rubia, el chico que valga la pena te va a amar igual no por cuanto muestres o por tu ropa - digo y ella no muy convencida asiente - si cambias tiene que ser por vos.

- Entremos - me dice y decido finalizar el tema, pero se que eso le va a seguir atormenatando pero prefiero no insistir.