Pasar todo un día con su pequeño hijo había resultado un verdadero reto para Jeong YunHo.
Pero ahora tendria que pasar una semana cuidando a su angelito travieso, veinticuatro horas, durante siete días, un total de ciento sesenta y ocho horas.
Sería...
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YunHo tenía sus manos entrelazadas bajo su barbilla, miraba fijamente a su pequeño hijo en el sofá de su oficina mientras el bebé regordete jugaba muy entretenido con el viejo conejo de peluche.
WooYoung se veía como cualquier bebé inocente, abrazaba y mordisqueaba al peluche soltando balbuceos, risitas y grititos de emoción, toda una escena verdaderamente tierna.
Sin embargo, YunHo aún no lograba procesar todo lo que su bolita de algodón había hecho horas atrás acompañado del pequeño Song San.
El pequeño Song era conocido en la estancia infantil por romper cualquier cosa que estuviera a su paso, definitivamente herencia de su padre, MinGi.
Pero aún así, solía ser bastante cariñoso y tranquilo, gracias a HongJoong.
Cuando EunBi, la chica a cargo de los bebés había llegado hasta él para "devolver" a WooYoung, YunHo llamó a MinGi y pospusieron la reunión para tres horas más tarde, él esperaba recibir una negativa pero se alegro al escuchar que MinGi aceptó de inmediato, alegando que necesitaba buscar quién cuidara de su hijo, YunHo se sorprendió porque a su buen amigo también le habían devuelto a su bebé así que entonces se les ocurrió que sería buena idea investigar lo que había pasado a través de las cámaras de seguridad.
Una ventana rota, pintura derramada, comida esparcida por el suelo, el estante de juguetes estaba vacío y todos los juguetes regados por todas partes, talco de bebé flotando en el aire, y como cereza del pastel, vomito de bebé sobre la pobre chica.
WooYoung y San habían hecho de las suyas, incluso los demás pequeñitos estaban asombrado de ellos, celebrando cada una de sus travesuras con risitas y aplausos.
WooYoung se estiraba y se ponía de puntitas, intentando alcanzar una bola con figuras geométricas que estaba sobre el estante de juguetes, al no alcanzarla comenzó a escalar pero rápidamente su pancita regordeta lo llevóde vuelta al suelo, rodando por el piso acolchonado. El pequeño San se había acercado a WooYoung para ayudarle, el hijo de MinGi tenía dos años por lo que le era más fácil alcanzar el juguete, pero se le ocurrió la gran idea de subirse al muele, su camisita había quedado trabada de una esquina y al bajarse, hizo tambalear todo el estante provocado que todos los juguetes cayeran al suelo.
Lo demás había sido cuestión de berrinches, WooYoung quería volver con su padre y estaba furioso, su ceñito fruncido mientras lanzaba el control contra la chica era una clara señal, también le había devuelto sobre el vestido la papilla de pera que tuvo acumulada en sus mejillas.
San había sido el responsable de la ventana rota y del talco en todo el lugar, a WooYoung le pareció divertido cuando San aplastó sin querer la botella que contenía el polvo blanco y al pequeño Song le había gustado tanto la risita de WooYoung que siguió presionando la botella, cuando se acabó el contenido habían seguido con otra y así sucesivamente hasta que la chica estaba casi llorando sin ningún éxito al tratar de controlarlos y cuidar al resto de los bebés.
ㅡWaah.
ㅡ¿Es todo lo que dirás?ㅡ MinGi se encogió de hombros a su lado, ambos habían visto la cinta de grabación y estaban considerablemente asombrados.
ㅡ¿Compraré la ventana?
ㅡClaro que lo harás, San la rompió.
ㅡBueno, tiene bastante fuerza.
ㅡY muy mala puntería en el fútbol.
ㅡAl menos hay que ver el lado bueno.
ㅡ¿Acaso hay algún lado bueno?
ㅡA San le agrada WooYoung.ㅡ Los adultos giraron la mirada, hasta los niños en el sofá.
San estaba dormido abrazando la pierna regordeta de WooYoung, a quien parecia no importarle y seguía jugando con su peluche viejo.
YunHo y MinGi rieron, hasta que se dieron cuenta de que las carpetas con las hojas para la reunión habían sido utilizadas para hacer barquitos de papel, pintados con marcadores que el mismo MinGi le habia pasado a los niños para jugar mientras ellos veían la grabación.
MinGi se acercó a su hijo que seguía dormido en el sofá, lo tomó en brazos bajo la atenta mirada de ceñito fruncido que le daba WooYoung acompañado de balbuceos que muy probablemente eran insultos en su idioma infantil, y se giró para ver a YunHo.
ㅡBueno Yun, tienes dos horas para hacer de nuevo las estadísticas, te veo en la reunión.
Estuvo a punto de negarse, claro que si, pero recordó que el día anterior no había asistido al trabajo y bueno, aunque MinGi fuese su amigo también era su jefe.
Lo principal seria encontrar una solución para poder trabajar y al mismo tiempo cuidar de WooYoung, una extraña sensación de que algo saldría mal se instalo en su pecho, pero decidió ignorar la alarma.
Cuando WooYoung iba con JongHo al trabajo siempre era una bolita de ternura y buenos modales.
¿Asi que no podría ser tan difícil cuidarlo cierto?
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Nota🌷
No sé pero todo me recuerda a "Buena suerte Charlie", jsjsj.
