California.

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Luego de unas horas, Frank ya había calmado su ira y repasó cada palabra que le dijo Gerard en su momento. Los "te amo" o los "eres el amor de mi vida"... ¿habrán sido verdaderos?

Él esperaba en que Gerard volviera en unos minutos, pues pensaba que nadie podría dejar su departamento ya pagado a otro. Sabía que se había pasado de la raya pero esperaba de que su Gerard volviera para poder hablar calmadamente y quizás, remediar las cosas entre ellos.

Se sentía fatal... golpeó a un hombre perfecto, perdió su trabajo y a su familia.

Lily y Cherry no le dirigían su palabra a su padre. Estaban tristes y solo querían a Gerard y Bandit de vuelta. Entendían que su padre trató horrible a su "mami Gee" y no se lo perdonarían en mucho tiempo.

El sonido de la puerta alarmó a las dos pequeñas y corrieron con una sonrisa hasta el lugar, pero se desvaneció al ver que no eran quien esperaban.

-¿Qué quieres? -Preguntó Cherry con enojo. La gemela más emocional, Lily, comenzó a llorar por la decepción.- Apresúrate... haces llorar a mi hermanita.

-Solo quería hablar con Gerard... -Respondió Chloe, quien traía un pequeño presente en sus manos.

-¿Qué haces acá? -Preguntó Frank acercándose a la puerta.- Vayan a su habitación... -Dijo dirigiéndose a las niñas, quienes asintieron y se fueron derrotadas.- ¿Vienes a buscar a tu noviecito y esperabas burlarte de mi?

-No... -La chica se sentía apenada por lo que hizo. Comprendió que arruinó una pequeña familia en formación por tan solo una ridícula obsesión- Solo venía a hablar con Gerard, ¿está en casa?

-Para tu mala suerte... ¡se fue! -La rubia observó detalladamente a Frank y pudo notar que sus ojos estaban inflamados por tanto llorar. Cada segundo se sentía peor.- Dudo que vuelva por mi... espero que sean felices.

Frank cerró la puerta pero Chloe interrumpió su acción posando su pie en la entrada.

-Gerard tenía razón... yo mentí siempre. -Murmuró y Frank abrió la puerta de golpe-. Lo buscaba y extorsionaba para poder salir con él. Realmente me gustaba pero su corazón te pertenece y...

-Véte. -Susurró el tatuado. Se sentía como un completo idiota al no escuchar a su hermoso novio. Se lamentaba interiormente al haber desconfiado y deseaba con más fuerzas que volviera.

-Compré esto para él... se que quería leer ese libro. -La chica le entregó el regalo y se fue, despidiéndose amablemente de Frank.

El bajito cerró la puerta con un fuerte portazo. Se sentó en el suelo para apoyarse contra sus rodillas y comenzar a llorar desoladamente.

Quería llamar a Gee pero su orgullo no se lo permitía. Solo se digno a abrir el regalo y aferrarse a él, pues también sabía que Gerard lo quería con ansiadas y en parte, era como si tuviera a su gran amor entre sus brazos.

Por otro lado, Gerard no quiso saber nada de nadie. Quería comenzar su vida desde cero, solo Bandit y él.

El Way conducía mientras su pequeña hija dormía en los asientos traseros. Su plan era conducir y no parar hasta llegar a su destino: California.

Vecinos | Frerard |Where stories live. Discover now