Vecinos | Frerard |

Hospital.

Luego de una infernal hora, Lily llamaba y llamaba a su padre desesperadamente. Cherry y Bandit aún no llegaban, tampoco respondían sus llamas y mucho menos los mensajes. No daban ninguna señal de estar sanas.

-Gee... Lily me dice que aun no hay nada de las chicas. -Murmuró preocupado al ver su celular. Gerard llamaba a su hija pero solo le enviaba al buzón de voz.- Debemos ir por ellas... no tengo un buen presentimiento.

-Claro que iremos. -Respondió el Way tomando las llaves de la casa de Frank y las del auto.- Vamos, Miles.

-¿Cherry y Bandit están bien? -Preguntó apenado mientras abrazaba su peluche de osito.

Ninguno de los dos adultos podía responder aquella pregunta porque no lo sabían. Solo deseaban que ambas llamaran y dijeran que todo está bien, pero eso no ocurría.

Subieron al auto, en silencio y condujeron por el camino que supuestamente debería llevar hasta el departamento de Aidan. Por otro lado, Lily, Gallagher y sus amigos imitaron la acción pero en sentido contrario.

Gerard y Frank fueron detenidos por el gran tráfico que retenía a muchos auto por dos calles. Un policía daba indicaciones pero nadie lograba escucharlo por el fuerte sonido de las bocinas.

-¡Hubo un choque así que viren a la derecha! -Exclamó el uniformado. Gerard sintió cómo su mundo se derrumbaba poco a poco.

Sin dudar un mínimo segundo, salió del auto y corrió hasta el lugar del accidente. Apenas vio el auto de Bandit se desplomó contra el suelo.

Frank llego con Miles en sus brazos y quedó de la misma manera que Gee... ambos abrazados y llorando.

Todos observaron cómo unos paramédicos llevaba a una persona dentro de una bolsa de color negro. Sus mentes estaban a punto de explorar al no hablar sobre sus hijas. Gerard quería morir al saber que su pequeña y única hija estaba herida, mientras que Frank deseaba que ni Miles, ni Lily estuvieran ahí para ver a sus hermanas en ese estado.

El auto que había colisionado a las chicas estaba completamente destruido con el vidrio delantero roto, mientras que el carro que conducía B, estaba volcado.

Luego de unos minutos, pudieron sacar a ambas chicas y estabilizarlas sobre la camilla de plástico.

-¡Cherry! ¡Bandit! -Gritó Lily con lágrimas en su rostro al ver a ambas chicas con heridas y sangre en su cuerpo.

-Señorita, necesito que se aleje de acá. -Dijo un paramedico mientras corría con Cherry inconsciente.

-¡Son mis hermanas! -Frank corrió para retener a su hija. Lily no podía parar de sollozar. Aidan corrió a abrazar a Gee que seguía en suelo llorando junto Miles.

Bandit parecía ser la más herida ya que el auto contrario, chocó por su lado. A los paramédicos les costó estabilizarla ya que tenía varios huesos rotos y su ritmo cardiaco se había reducido a un número importante.

-Ambas serán trasladadas hasta el hospital. -Dijo una mujer mientras se subía a la parte trasera de la ambulancia.- Solo puede ir un acompañante.

-Ve tu, Gee... -Susurró Frankie mientras depositaba un pequeño beso en la frente del aludido y secaba algunas lágrimas.- Te amo, iré detrás de ustedes.

El Way asintió con rapidez y entró en una de las ambulancias.

El pronóstico se veía mal en todos los sentidos y ambos padres estaban odiando al responsable de todo el asunto. Ambos sabían que Bandit era cuidadosa a la hora de manejar y lo sería aún más si iba con otra persona.

Frank subió al auto junto a Lily, Aidan, Miles y algunos de los compañero del muchacho que lo acompañaban. Condujo lo más rápido posible para llegar junto a sus hijas, y así poder pedirles que se queden junto a ellos.