Primer dia.

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Todos nos dirigíamos a la escuela sentados en el auto. Le iba explicando a las niñas que no podían andar gritando por ahí que Frank y yo éramos una pareja, por dos razones: el colegio no toleraba relaciones amorosas entre el personal y porque habían personas que no les parecía bien que dos hombres estuvieran juntos.

-¡Qué tontos! -Exclamó Lily-. ¿Por qué no les gusta que dos personas sean felices? Si son niños o niñas no importa.

-Yo tampoco lo entiendo, mi amor. -Respondió Frank acariciando la mejilla desde la pequeña- Pero así son las cosas en este mundo y espero que ustedes puedan cambiarlo a futuro.

Todos nos bajamos del auto y éramos nosotros quienes llevábamos las mochilas de las niñas. Las pequeñas se despidieron rápidamente y entraron a su salón saludando a todos los niños.

-Era cierto que son muy populares. -Comentó Frank riendo. En su mirada pude notar que estaba nervioso y era muy válida su razón.

Caminamos por el establecimiento y le mostré lo esencial. La cafetería, el auditorio donde solían hacer presentaciones o anunciar cosas aburridas, el gimnasio y finalmente, el salón de los maestros.

Al entrar nos encontramos con todos los profesores y el directo, quienes estaban sentados en la gran mesa esperando al nuevo maestro con un desayuno. Frank quedo paralizado junto a su guitarra. Por otro lado, yo entré con normalidad y me senté en mi lugar de siempre.

-¡Bienvenido! -Exclamó la mayoría. Note que algunas de las maestras quedaron como babosas frente a Frankie y no podía negarlo, yo estaba igual que ellas.

-Eh... hola. -Respondió Frank con una sonrisa extraña. El seguía parado en la entrada, observando a todos y sin decir nada más.

-¡Vamos! -El director de levantó y fue a buscar a mi novio a la entrada- No seas tímido, hombre. Preséntate. Todos estamos emocionados por tenerte en nuestro equipo.

Frank dejo su estuche que portaba su guitarra apoyando en una pared y se dirigió a un extremo de la mesa.- Qué tal... Soy Frank Iero, soy músico y... el nuevo maestro de música.-Respondió rápido a todas las miradas para luego terminar  diciendo "que idiota soy" en un susurro.

-Que lindo nombre... -Habló la maestra de educación física. Frank le entregó una sonrisa falsa y luego me observo disimuladamente. Las provocaciones de las chicas no me molestaban en lo absoluto, ya que sabía que nos amábamos demasiado para comenzar a dudar. Lo esencial para una relación es la confianza.- Cuéntanos algo más de ti.

-Pues... tengo dos hijas que están en tercer grado, en esta institución. -Respondió y finalmente se sentó. Comenzó a sacar cosas para comer y sin dejar de respirar, introducía el desayuno a su boca. Luego de conocerlo, diría que es su forma de controlar la ansiedad.

-Entonces son alumnas de Way. -Habló nuevamente la maestra que coqueteaba descaradamente con su mirada.- ¿Ya se conocía?

-Oh... nos conocemos muy bien. -Frank soltó una risota mientras me observaba- Somos... vecinos.

-¡Iero! -Exclamó el director.- Casi olvidaba comentarte que tienes la jefatura del último curso y ahora te los presentaré.

Mierda... había olvidado esta parte. Espero que Chloe no haga nada fuera de lugar, ya que conoce a Frank.

-Si... no hay problema. -Él tomó unos pequeños bocadillos en la palma de su mano, su guitarra y se fue con el directo.

Las maestras comentaron a viva voz lo exquisito que se veía el maestro de música con esos tatuajes y que pronto querrían salir con él.

Já. Novatas.

Tome mis cosas y me dirigí a mi primera clase. Sabía que no debía porque preocuparme de Frank, pues el estaría bien y si necesitara ayuda, solo vendría a mi.

Escribí un pequeño mensaje de texto y se lo envié a Frankie.

-Serás el mejor maestro que el mundo podrá conocer. Te amo y suerte bebé:)

Vecinos | Frerard |Where stories live. Discover now