20. No estoy bien.

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Capitulo 20: No estoy bien.

Madison Peyton.

En lo que a mí concierne, la muerte no era algo a lo que debía temerle. Es como temer a qué llegué el final de tu libro favorito o al último bocado del dulce que más te gusta. La muerte no es algo que se pueda evitar y mucho menos precipitar, llegará cuando deba y es allí donde las personas comprenderán el verdadero arte de amar. Aquí, en el cementerio, junto con la familia que nos acogió a mi y a mí padre se sentía una ausencia inexplicable, rostros destruidos y lágrimas que no encontraban un final.

Arthur estaba destrozado, ¿cómo no? Acababa de perder el amor de su vida, no me gustaría saber cómo se siente, no puedo imaginarme perder a…

Sin importar que la muerte toque tu puerta de forma espontánea, así como hizo con la madre de los Weasley, se debe estar preparado para asimilar todo.

Es una mierda, pero se trata del ciclo de la vida.

Eso es lo que admiro de él, tan imponente que se ve en los pasillos y tan soberbio en las aulas de clase, el número uno en todo, y estaba hecho una miseria. Se encontraba sentado en la copa de un árbol, alejado de todas las personas que estaban allí en compañía por la muerte de su abuela.

—Lo siento, no puedo ir —Fred observaba a James detenidamente, aún con los ojos rojos—. No quiero pelear con James, y estoy seguro de que me va a insultar si voy en su búsqueda.

—Vete —respondió Wendy —. Ya veremos qué podemos hacer con James, no tienes por qué estarlo cuidando, además —clavó sus ojos en mi sin borrar una sonrisa nostálgica y forzada —. James tiene todo lo que necesita aquí

—¿No te molesta, Madison? — preguntó persuasivo, sus ojos me miraban suplicantes y cristalinos.

Fred también estaba sufriendo.

—No me tienes que pedir absolutamente nada, yo lo cuidaré — Fred sonrió en agradecimiento—. Vete, me quedaré aquí con Frank y Havvanah. Nosotros nos aseguraremos de que llegue a casa antes del anochecer.

Me acercó sin previo aviso, me abrazaba con cariño, buscando ayuda reconfortante. Me dolía ver a una persona como Fred así, sin mencionar que Melanie no vino al funeral.

¿Qué novia hace eso?

—Gracias de nuevo.

Asintió en un susurro y terminó llendose junto con Wendy y Bastián, doy un giro sobre mis talones soltando un suspiro.

—¿Quieres que me acerque de nuevo? —Frank preguntó, su ceño estaba forzado y su rostro solo reflejaba cansancio.

—No creo que sea prudente, mira lo que pasó con Fred, por poco se lo come vivo con solo mirarlo.

—Ten cuidado con lo que digas, — Havv me advirtió— nos quedaremos aquí, por si nos necesitas.

—Creo que puedo con esto, pero aprecio que se queden aquí. Si ven que no regreso, vayan con Fred.

Ellos asintieron y yo me encamino al roble dónde se encontraba James. Después de salir del cementerio, las personas se dirigieron a la casa de Harry y Ginny. No querían hacer un gran escándalo y por ello pagaron un gran precio con las cadenas de pediorismo para evitar difundir la noticia.

Harry muchas veces se me acercó, preguntándome en qué estado se encontraba James, su hijo le preocupaba hasta el punto que olvidó como se sentía él solo para que James estuviese mínimamente bien. Supongo que eso es lo que hace un padre que adora a su hijo.

La Leyenda De La Dama Y El Héroe  | James S. PotterWhere stories live. Discover now