38. Conflictos internos.

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Una idea de lo que sería Havvanah físicamente


Capitulo 38: Conflictos internos.

Madison Peyton.

Fue la mañana más aburrida que he tenido en toda mi vida, ni siquiera ver dormir a Havvanah resultó tan poco entretenido.

Me quedé aislada en mi antigua habitación, que ahora, aparentemente se hacía llamar la cueva en dónde hibernaba Havvanah, no obstante, fue el lugar más cómodo que había en la casa, sin una sola interrupción.

Hasta ahora.

—¡Por Merlín, es casi el medio día! —Wendy entró de un puertazo a la habitación, increíblemente, Havvanah no despertó—, ¿Qué hacen aquí? ¡Madison! —tenso mis labios al momento en el que Wendy se dirigió a mí. No lloré, pero mi aspecto no debe irradiar felicidad, Wendy entrecerró sus ojos al posar su mirada en mí—. Mi sexto sentido dice que no estás bien.

Cierro el libro que tenía en mi regazo, mientras soltaba un suspiro.

—No quiero hablar de eso.

—Algo me dice que tiene que ver relacionado con cierto idiota cuatro ojos, ¿me equivoco?

Mordí mi labio para no confirmar. Siempre he creído que los problemas de pareja, son únicamente de ambos individuos, a pesar de que las chicas sean mis mejores amigas no me gusta contarles sobre mis problemas con James, a no ser, de que sean muy graves.

Cómo lo que pasaba con Jason, que lindos recuerdos.

—No te preocupes —me levanto de la cama, intentando forzar tranquilidad, tomo a Wendy por los hombros y sonrío—. Estoy bien, pero podría estar mejor si me ayudas a levantar a esta osa panda.

—¿Bromeas? La última vez lo que hice por poco muero.

—No hará falta, ya estoy despierta.

Nos giramos en dirección a la cama de Havvanah cuando escuchamos su voz de recién levantada. Havvanah se estiraba en la cama mientras soltaba quejidos y uno que otro insulto.

»¿Saben lo poco que pude dormir estos días?

—Sí.

—No.

Le di una mirada amenazante a Wendy cuando respondió, ella levantó sus manos con inocencia.

Si tengo que volver a escuchar el monólogo del porqué Havvanah necesitaba dormir al menos 12 horas, moriré.

Por Merlín, no exageres.

¿Un burro hablando de orejas?

Da igual, Havvanah se puso en pie y se dirigió a la ventana, desplegó las cortinas para dejar pasar la deslumbrante -bastante- luz del sol. Apreté mis ojos al momento en el que hice contacto con la luz, carajo, me había acostumbrado a lo que parecía una inmarcesible oscuridad.

—¡Buenos días, esterillas! —exclamó—. Parece ser un gran día en la madriguera, ¡Si que sí!

—Madison discutió con James —le di un manotazo a Wendy y a su vez hice una mueca para que guardase silencio—, ¡Ay! ¿Qué te pasa?

—¿Ocurrió algo malo entre Egotter y tu?

No pude evitar sonreír cuando la escuché llamarlo por el estúpido apodo que había inventado cuando estábamos en primer año, la verdad nunca entendí porque lo dejé de usar, es mi más grande logro creativo.

La Leyenda De La Dama Y El Héroe  | James S. PotterWhere stories live. Discover now