Capítulo 13

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Lauren's Pov

Estaba nerviosa, no lo iba a negar. Miré mi reloj por enésima vez y vi que ya eran las ocho y cuarto. Camila salía de trabajar a las ocho, por lo que estaría a punto de llegar a su departamento, y yo me encontraba estacionada debajo aunque algo apartada de su edificio para que no me viera al entrar. Era preciso que antes de nada subiera a su casa y encontrara la nota que llevaba George. Me agaché como una idiota en mi vehículo cuando vi que aparcaba un auto azul frente a su edificio y me percaté de que era ella. Esperé durante unos segundos y después volví a levantar la cabeza, al verla entrar en su edificio.

Respiré hondo y, tras intentar serenarme, salí de mi auto y lo cerré con llave. Crucé la calle y… esperé. Eso era lo que me tocaba. Me apoyé en su vehículo aprovechando que estaba justo enfrente de la puerta del edificio y me crucé de brazos, intentando por todos los medios tranquilizarme. Si todo iba bien, Camila entraría en su casa, dejaría su bolso en la mesa y buscaría a George si no se daba el caso de que salía él a recibirla. Cuando lo viera, se extrañaría al ver que llevaba un papel colgando del collar, por lo que lo tomaría en brazos y le quitaría la nota de encima. Después la leería, nerviosa (esperaba), y sin saber qué hacer:

"I've known a secret for a week or two. Nobody knows just we two. Do you want to know a secret? Do you promise not to tell? Let me whisper in your ear, say the words you long to hear…"

Si quieres saber cuál es mi secreto, sal a la calle. Allí me encontrarás. Lauren".

Por ese motivo me tocaba esperar… Si hacía lo que le había pedido significaba que algo le importaba y que quería saber qué era lo que le tenía que decir… Aunque quizá también saldría a la calle para llamarme maniática por haber entrado en su hogar de aquella forma y para pedirme de una vez por todas que la dejara en paz.

Pero no. Tenía que ser optimista. Por eso volví a respirar hondo y alcé la cabeza, contando las ventanas del edificio hasta que di con la que, supuse, era la de Camila. La luz estaba encendida, así que… De pronto la luz del edificio se encendió y, a continuación, vi a Camila bajando las escaleras deprisa. No corriendo, pero sí con rapidez. Al verme apoyada en su auto frenó sus movimientos y empezó a caminar de nuevo más despacio. Se acercó a mí poco a poco, como si tuviera miedo de algo y me miró fijamente, con las mejillas sonrojadas y los ojos brillantes.

Sin querer asustarla, con lentitud me separé del auto y me acerqué a ella con las manos en los bolsillos, asegurándole sin palabras que no iba a tocarla a no ser que me lo pidiera. Despacio me acerqué a su oído y, cuando estuve lo bastante cerca como para estar segura de que me oiría, susurré:

—Estoy enamorada de ti.

A continuación me separé de ella, nerviosa, esperando su reacción. La vi tragando saliva y al instante me di cuenta de que había empezado a temblar.

— ¿Podemos hablar en mi casa? Tenemos que aclarar esto.

Bueno, no fue la reacción que había esperado, tenía que admitirlo, pero era un paso. No me había dicho que me fuera ni me había gritado, al contrario: quería aclarar las cosas.

Se dio la vuelta sin esperar respuesta y empezó a caminar deprisa de nuevo. En aquella ocasión no subimos por el ascensor, sino por las escaleras, y una vez que llegamos Camila cerró la puerta y respiró hondo. Se colocó frente a mí y me miró con fijeza:

—La última vez que hablamos me dijiste que tenías varias cosas que decirme. Puedes hacerlo —habló con la voz temblorosa.

No me había planeado ningún discurso porque no pensé que tuviera que darlo, pero me dije que lo mejor que podía hacer era ser sincera y hablar con el corazón:

Something (Adaptación Camren) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora