Capítulo 14: Epílogo

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2 años después…


Abrí la puerta del departamento y Camila y yo entramos intentando no hacer mucho ruido. Eran las tres y media de la madrugada y no queríamos despertar a los vecinos con nuestras risas y nuestros golpes. Tras cerrar la puerta me quité la chaqueta que llevaba, la colgué en el perchero, y vi a Camila descalzándose de cualquier manera y dejando el bolso sobre la mesa.

—Qué gran noche, ¿verdad? —me preguntó con una sonrisa y los ojos brillantes por el alcohol. No estaba borracha pero desde luego achispada, como yo.

—Sí. Y en poco menos de un año nos vamos de boda.

—No sabes las ganas que tengo —apuntó Camila emocionada—. ¿Has visto la cara de Sara? Casi se cae de la silla cuando Shawn se ha arrodillado en medio del restaurante y le ha enseñado el anillo.

Aquella noche habíamos quedado para cenar con Shawn y Sara a pesar de que la intención de mi amigo era pedirle matrimonio a su novia, y después, aprovechando que ella le había dicho que sí, habíamos ido a bailar para celebrarlo. Obviamente los recién prometidos no se habían separado casi ni para respirar en toda la noche, por lo que Camila y yo hicimos lo propio en la pista de baile.

—Y tú también te has emocionado, que he visto cómo se te caía una lagrima —la moleste, dándole golpecitos en la cintura con mi dedo, haciéndola reír.

—Claro que sí, ha sido una pedida de mano preciosa. Como tú ya sabías que  le iba a pedir matrimonio no te ha sorprendido tanto.

—Es lo que tiene que trabajemos juntos. Shawn llevaba meses dándome la anticipación con el tema, pero me pidió que no le dijera nada a nadie.

—Ya… ni siquiera a tu novia —fingió Camila molestarse.

Me reí entre dientes y me acerqué a ella, rodeando su cuerpo con mis brazos, pegando su espalda a mi cuerpo y mi boca a su oído. Aprovechando que estábamos tan cerca empecé a cantar:

—Something in the way she moves… —ella se rio con suavidad y entrelazó sus manos con las mías, que se encontraban en su abdomen—. Attracts me like no other lover, something in the way she woos me…

—Eres mala, sabes que me tiemblan las piernas cada vez que me cantas esa canción.

—Sí, por eso lo hago. Además, es una buena forma de que me perdones cada vez que hago algo que te molesta.

—Pues no te acostumbres, porque esa fórmula mágica se puede acabar si la usas demasiado.

—I don't want to leave her now, you know I believe and how…**

Camila volvió a reírse y echó su cabeza hacia atrás, apoyándola en mi hombro.

—Me alegra que ellos dos sean tan felices. Si es que son tal para cual.

—Es verdad —ladeé la cabeza y le di un beso a Camila en la mejilla aprovechando su postura—. Como tú y yo.

Al instante sentí un cuerpo frotándose contra mis piernas y al mirar hacia abajo me encontré a George, que al parecer había salido de alguno de sus escondites para recibirnos.

—Hola, bonito —musitó Camila agachándose para tomarlo en brazos y besarle la cabeza—. ¿Lo has pasado mal sin nosotras?

—¿Mal? Seguro que ha estado como un rey subiéndose en la cama y en el sofá, y durmiendo como un perezoso toda la noche, ¿verdad? —inquirí acariciándole las orejas al gato.

—Creo que tiene celos de ti. Antes él era el dueño de la casa, pero desde que te viniste a vivir con nosotros le has quitado ese honor —comentó Camila abrazando al animal contra su pecho.

Something (Adaptación Camren) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora