Extra #7

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Incluso él tiene nubes de lluvia:

2:03 pm

Cris amaba tener a Rubí ahí, a su lado, aunque solo sería por el tiempo en que las dos presentaciones en Detroit programadas para la gira de Leb se llevaran a cabo. Aún así, se sentía como un enorme respiro de toda la pesadilla que estaba viviendo. Solo escucharla hablar sobre sus experiencias como telonera en la gira, sobre cosas en casa o cualquier tontería, le permitía simplemente sentirse normal.

Sentirse como una Cris sin preocupaciones.

El olor a pintura de uñas de repente se sintió inusual en sus fosas nasales. En el pasado, siempre fue muy cuidadosa con la forma en la que se veía. Cuidaba sus manos, su piel, su cabello...pero de hace unos meses para acá, había dejado de ser tan meticulosa consigo misma. Ya no tenía tantas ganas de consentirse, o sentirse bonita.

Y eso estaba mal, lo sabía. No se trataba solamente de verse bien, sino de sentirse bien. Tenía que encontrar la forma de recobrar las ganas de cuidarse, de quererse. Ahogó un suspiro al pensar en eso. El programa M.E.R empezaría en unas semanas, quizá con él podría recuperar todo lo que perdió.

Por ahora, solo pintaba las uñas largas en las elegantes manos de su amiga. Estaban sorprendentemente suaves a pesar de lo mucho que Rubí tocaba la guitarra ¿Cómo lo hacía? ¿Cómo mantenía su piel tan perfecta y cuidada?

"No te compares, Cristal," se dijo a si misma. "Es tu amiga y estás feliz de que esté contigo".

Y sí, sorprendente, eso funcionó para dejar de compararse con Rubí.

—Eres buena en esto de pintar las uñas —señaló Rubí —. No entiendo como lo haces. Siempre que yo lo intento, termino pintando toda mi mano.

—Es cuestión de práctica —aseguró Cris, esbozando una pequeña sonrisa. Levantó la mirada y observó los ojos azules de su mejor amiga —. Además, es divertido.

—Claro, divertido —la risa de Rubí sonó relajada y elegante, tan diferente a la risa seca que solía soltar cuando la conoció. Ahora Rubí se veía mucho más viva y animada.

Era tan satisfactorio verla de esa forma, con emoción desbordando sus brillantes ojos del color de dos zafiros. Su cabello rojo había crecido, mostrando unas raíces negras que no se veían nada mal. Sus mejillas ahora tenían cierto rubor natural, no maquillaje para verse mayor. Aunque, sin duda, el mayor cambio era su sonrisa.

Ahora sus labios tenían una curvatura que desbordaba orgullo, probablemente hacia sí misma. Después de todo, Rubí había superado un pasado muy oscuro hasta obtener un presente que prometía ser muy brillante.

—Háblame de tu álbum —dijo, colocando esmalte con delicadeza sobre las uñas —. Ya firmaste el contrato ¿Tienes ideas sobre cómo será?

—Tengo varias ideas, algunos detalles sobre el estilo y ya comencé a escribir más canciones. Les pasé algunas a la disquera y les han gustado mucho —ella sonrió, pero su mejor amiga logró notar un rastro de nervios en sus ojos —. La verdad, tengo miedo. Todavía no estoy segura de si estoy hecha para este mundo, para el espectáculo.

—Eres una estrella, Rubí. Te lo repetiré mil veces hasta que te quede en la cabeza. Y si mis palabras no te bastan, lee todo lo que dicen las redes sociales sobre lo increíble que eres como telonera en los conciertos de tu hermano.

—Amo cantar en un escenario, juro que ahí arriba me siento...completa. Me emociona trabajar en mi álbum, poner mis ideas en un proyecto y que por primera vez sea solo mío. Solo...no sé, sigo acostumbrada a ser la que se mantiene en las sombras. Creo que debo acostumbrarme poco a poco a los reflectores.

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⏰ Last updated: Apr 29, 2021 ⏰

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Extras de Rosas|| libro #3.2Where stories live. Discover now