*** BANQUETE PARTE 2 ***

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La entrada al banquete en honor al inicio de la temporada de caza fue ampliamente restringida, todos los carruajes e invitados fueron inspeccionados para verificar que no llevasen artículos mágicos, el príncipe heredero era demasiado conciente de su posición como líder de la subyagacion y como resultado a diez años de constante lucha el número de enemigos que tenía se había incrementado y ahora debía cuidar su vida dentro y fuera del palacio

Los Eckart fueron de los pocos privilegiados con el derecho de asistir portando un arma, incluso la doncella de la princesa, que viajaba en un carruaje especial de los sirvientes portaba la lujosa ballesta de la princesa

En cuanto Penélope Eckart entro al salón de banquetes hubo murmullos en general, su atuendo la ponía al nivel de una diosa, luciendo un vestido rojo con cuello profundo, mostrando ligeramente las clavículas, así como su pálida piel la hacían verse igual que una manzana envenenada, la envidia se esparció rápidamente, murmuraban sobre cómo usaba ropa vulgar a su corta edad y mientras los hombres de la familia dialogaban sus propios asuntos, la princesa se sentó a la mesa con su ballesta y empezó a cargar las cuentas magicas a la vista de todos, era una clara amenaza, los murmullos cesaron, nadie estaba lo suficientemente loco como para poner a prueba la paciencia de la princesa

El príncipe heredero tenía planes breves sobre el banquete, solo queria presentarse, dar un discurso de bienvenida y salir, a pesar de haber mandado una carta de invitación a la princesa, escrita de su puño y letra contándole como anhelaba verla y como había pedido que se le permitiera participar en la cacería, tenía dudas sobre si realmente se presentaría

Los informes detallados que recibía de su informante infiltrado en la mansion Eckart eran algo lentos, pero sin duda confiables, de acuerdo a la información, la princesa había atentado contra la vida de un caballero que la había insultado, usando al esclavo que había comprado como escolta, cuando se le informo que la princesa estaba cargando su ballesta a la vista de todos solo pudo sonreír, sin duda los informes no mentian

El príncipe heredero entro al salón, pudo notar una penetrante mirada puesta en el, cuando se giró, vio como la princesa se agachó rápidamente sobre la mesa, lucia adorable, dió el discurso de bienvenida, una vez que se dispuso a irse, sus ojos se encontraron con la princesa, ella lo miro con indiferencia, se sintió herido, había esperado pacientemente durante meses poder volver a verla, quiso correr hacia ella y cuestionar si el amor que le había profesado en el laberinto era solo falsedad

El siempre codicioso marqués Ellen, le cuestiono la ausencia de la reina y del segundo príncipe, el dió una respuesta rápida, la reina estaba indispuesta y el príncipe había ido al sur, siguiendo al emperador, con eso pudo deshacerse del marqués, bajo del podio con la intención de  acercarse a la princesa y dispuesto a hacer un escándalo de ser necesario, pero se vio interrumpido por sus simpatizantes en la aristocracia, estaba obligado a saludar, durante ese tiempo los hombres de la familia Eckart abandonaron la mesa, dejando sola a la princesa ahí estaba su oportunidad

— Cuánto tiempo sin verla princesa —

Saludo mientras se inclinaba sobre la mesa, sabía de sobremanera que su figura era imponente y antes que nada quería asegurarse de que no escaparía, ella se ruborizo

— Saludo al pequeño sol del imperio — dijo la princesa con indiferencia, le era imposible ocultar el rubor de su rostro, el príncipe no estaba satisfecho con un saludo formal, así que no respondió

— Es difícil ver tu cara, has estado tan enferma, ¿Ya te encuentras mejor? — 

El príncipe podía recordar, que en todas las cartas de disculpa por ausencia enviadas por la princesa, se adjuntaba la excusa de que se hallaba gravemente enferma, eso lo hizo sentir culpable por no haber sido capaz de defenderla

LA MUERTE NO ES EL ÚNICO FIN PARA LOS VILLANOSWhere stories live. Discover now