LA MUERTE NO ES EL ÚNICO FIN PARA LOS VILLANOS

EN LO PROFUNDO DEL CORAZÓN

Mi padre visitaba el palacio a menudo porque mi familia era la encargada de todos los artículos de la difunta madre del emperador, recuerde que era una princesa extranjera de gustos exigentes - Helena termino su taza de té y Vinter le sirvió más, parecía un acuerdo tácito - conozco al emperador desde que era niño, de hecho somos cercanos en edad, desde la primera vez que lo ví, me enamore de él, mi padre me decía que el se casaría con una noble, pero que si yo era capaz de conquistarlo, compraría un título para nuestra familia para que yo pudiera estar a su altura

Vinter pensó en lo extremo que era el padre de Helena, pero considerando su riqueza un título no sería una dificultad demasiado grande

Hice todo lo posible por asistir a la mayoría de reuniones sociales para verlo, pero era genuinamente inalcanzable, después estallo la guerra y el principe fue enviado al frente - Helena dejo de comer pan y tomo un trozo de pastel - intente convencer a mi padre para que me dejara acercarme a él fuera del imperio, me lo impidio por obvias razones, cuando volvió hice todo lo posible por estar en todas las reuniones, en el torneo de caza de hecho conseguí que tomara mi pañuelo bordado, pero era inútil porque el principe se había enamorado de la princesa de Eckart y yo menos que nadie soy competencia para ella

¿Por qué me cuenta todo esto? - Vinter no quería ser grosero, solo intentaba saber porque exponía fácilmente su corazón

Se que usted estuvo enamorado de la emperatriz - respondió tajantemente, Vinter retrocedió en su asiento - lo ví en la fiesta donde aparecieron los monstruos, en el torneo de caza y todo lo demás, por la forma en la que la miraba lo supe, durante los cinco años que pasaron antes de la boda del emperador yo esperaba ansiosa que el emperador alguna vez volteara a otro lado, lo admito, fui ridícula, cuando se supo lo del embarazo de la emperatriz entendí que ellos nunca necesitaron un matrimonio para este juntos y mi corazón se terminó de romper

Helena sirvió té en la taza vacía de Vinter y le acercó una rebanada de pastel, Vinter empezó a comer silenciosamente

Se lo que se siente estar a la expectativa y que todo salga mal, cuando el emperador lo dejo retirarse y empezaron los rumores pensé que yo tenía que hacer algo para apoyarlo, después de todo, yo estuve enamorada del emperador y usted de la emperatriz, somos hermanos del mismo dolor, también tenemos muy mala reputación

Nada está comprobado - replico Vinter - ni de mi, ni de usted

Para ser un noble es demasiado ingenuo, marqués, un solo rumor puede hundir a un país entero si toma fuerza suficiente -lo refutó - pienso que usted necesita tiempo para pensar y liberarse de todo, después podrá amar libremente

No necesito casarme para tener un heredero

Yo tampoco, mi parte de los negocios se la dejaré a mis ayudantes, pero considero que usted debería asistir a reuniones sociales o vivir uno que otro romance para poder limpiar su buen nombre, aunque claro eso solo es una pobre sugerencia

Me gustaría que desayuné conmigo todos los días - dijo repentinamente Vinter - encuentro agradable su presencia y es grosero que pase hambre por mi culpa

Helena miro las charolas de postres a medio vaciar, era obvio el porque del comentario de Vinter

¿Hay alguna comida en especial que le guste? - pregunto con calma - si voy a venir a desayunar todos los días, debería traer algo

No es necesario que se moleste, alimentar a una persona más no es un problema

Insisto, de lo contrario no comeré de nuevo

Quizá...- Vinter se quedó pensando un rato, realmente no le gustaban los dulces ni los postres, aunque estaba acostumbrado a comerlos por los niños - fruta está bien

Fruta será entonces, marqués

A partir de ese día Helena llegaba con una cesta de frutas diferentes cada día, no solo del imperio también fuera de él

El desayuno era animado, Helena charlaba sobre los negocios que manejaba su familia y asuntos en el extranjero mientras Vinter hablaba sobre las rutas de minería y los pueblos que empezaban a desarrollarse mientras uno a otro se servían el desayuno

En un parpadeo, había pasado un mes, y llegó la época de lluvias, una mañana temprano empezó a llover justo cuando Helena llegó, a pesar de que entro rápido a la mansión su ropa se empapó, Emily le dió toallas y frazadas cuando se negó a cambiarse la ropa, después fue guiada al cálido fuego de la chimenea en el salón, Vinter la alcanzó enseguida

Debió aceptar el cambio de ropa - dijo apenas entró al salón - podría resfriarse

Estaré bien, cuando era niña solía mojarme bajo la lluvia - replicó suavemente - lo encuentro realmente relajante

Entonces llamaron a la puerta, Emily llevaba un par de tazas con chocolate caliente, después de entregarles una a cada uno los dejo solos

Se siente como si hubiera perdido 20 años - susurro Helena mientras tomaba el chocolate - sentada frente al fuego tomando chocolate me hace sentir cálida

Se siente como cuando mi padre estaba vivo - dijo Vinter mientras su mirada se perdía en el fuego

De pronto llamaron a la puerta, entro Emily acompañada de un hombre grande y bien vestido, en cuanto entro Helena se puso de pie

El señor dice que viene por la señorita - dijo Emily al entrar

Eliseo, ¿Que estás haciendo aquí? - pregunto Helena calmadamente mientras iba a él - no era necesario que vinieras

Está lloviendo, mi señora, supuse que usted se habría mojado, por eso vine a llevarla

Estoy bien, el marqués ya me ha proporcionado toallas y bebida caliente

No es suficiente - dijo mientras le quitaba la manta - además si no va a poder pintar, ya no tiene nada que hacer aquí

Eliseo trono los dedos y la ropa de Helena tomo su aspecto pulcro habitual, también se fue la humedad de su cabello

Además , su padre ha preguntado por usted, deberíamos irnos

Permíteme - Helena entonces se giró hacía Vinter - muchas gracias por su hospitalidad, marqués, me tengo que retirar

Helena hizo un breve reverencia entonces Elíseo la levanto en brazos y desaparecieron, Vinter no pudo evitar sentirse extraño, no por el raro mago que había irrumpido en su casa y no necesitaba varita, si no por el extraño estrujon que sintió en el pecho cuando aquel hombre llevo en brazos a Helena