LA MUERTE NO ES EL ÚNICO FIN PARA LOS VILLANOS

***VERDUGO, DEFENSOR Y REINA PARTE 2***

El marqués Vervandi entro en la sala, después de disculparse por su demora; causada porque tenía que atender a uno de los niños bajo su responsabilidad, que había resultado herido, entonces empezó con su declaración

— Hace dos días ví  como la valiente princesa le daba caza a un oso, hasta que se quedó sin cuentas, me apresure a auxiliarla, para evitar una situación peligrosa  pero llegó el príncipe heredero y le cortó la cabeza al oso, después empezaron a hablar de algo que parecía importante, por eso me aleje de ahí — contó con tranquilidad el marqués

El visconde Garvoil empezó a negar la presencia del marqués, el juez, harto de los pretextos por parte de Garvoil y de Ellen, dictó sentencia, mandaría investigar a los nobles heridos, acusados de intento de homicidio y le notificaria al emperador a través del capitán de la guardia, la princesa quedó libre de  acusaciones y fue invitada a pasar el resto del evento de caza en el palacio real

El príncipe heredero se hallaba inconciente, lidiando con un veneno desconocido, mientras la princesa permanecía al lado de su cama poniendo sus esperanzas en todas las palabras dadas por los sirvientes reales

— La familia real desciende directamente del dragón dorado que salvó al continente de la oscuridad, así que además de poseer una alta sensibilidad al maná y a la magia, tienen cuerpos fuertes y resistentes, si además de eso le agrega el hecho de que el príncipe heredero ha estado en guerra durante diez años, encontrará motivos más que suficientes para creer que se salvará con seguridad princesa — aseguró el médico real que había revisado al principe

El príncipe heredero tenía una fuerte fiebre que no cedía, pero ocasionalmente recobraba la conciencia, en uno de esos momentos encontró a la princesa durmiendo pacíficamente, apoyada sobre su cama, acarició suavemente sus rizos, si había podido despertar y ella se encontraba ahi, significaba que todo había salido bien, o al menos eso pensó el príncipe al principio

Recordaba claramente todo lo que había pasado; después de ingresar al bosque y recorrer un tramo con los nobles, tuvo oportunidad de cazar un tigre, era una presa que le aseguraba el segundo lugar en el evento, pero deseaba darle el título de "Reina de la caza" a la princesa, necesitaba cazar un oso, no era necesario apresurarse, apenas era el primer día y tenía una cita con la princesa

Apenas tuvo oportunidad de separarse de los nobles, avanzó a la zona de caza de animales pequeños, si la princesa iba a cazar con seguridad estaría ahí, aun si olvidaba su cita, el tiempo que había ocupado con los nobles y el tigre le daría a la princesa tiempo para su fiesta de té, avanzaba tranquilamente por el bosque cerca de donde iniciaba la zona dorada de los depredadores, cuando sintió que el alma se le salía del cuerpo; la princesa le disparaba a un oso que parecía el triple de su tamaño, aceleró el paso sin importarle el ruido que ocasionaba, quizá con suerte el oso se distraería y lo atacaría a él, pero ni el oso ni la princesa notaron su acercamiento, de pronto la princesa se quedó sin cuentas, intento recargar pero el oso se alzó sobre sus patas, entonces desenvaino y le lanzó la espada al animal, apuntando al cuello, tenía que matarlo de un solo golpe

— Agachate — grito mientras lanzaba la espada, la princesa se tiró al suelo mientras el oso caía y la salpicaba de sangre, el príncipe pudo respirar al fin

— Gracias por salvarme su alteza — dijo la princesa mientras se incorporaba y revisaba su ropa con sangre

— ¿Planeaba a derribar al oso sola? — el príncipe se había acercado al oso y le había cortado la cabeza para poder tomar su espada —  Ni los cazadores expertos lo intentan princesa —

— El oso me ataco primero su alteza — replicó al notar el tono de regaño que el príncipe había empleado —  yo solo intentaba defenderme —

— Está lejos de la zona de animales pequeños, princesa, ¿Acaso olvidó nuestra cita? —