Haikyuu ~ Lemmons ~

≈ Kenma Kozume

1524 palabras

AriLevi-chan

Golpes, golpes y más golpes se escuchan hasta la primera planta de la residencia. Cada uno era hecho con más y más fuerza, sabía que sí seguía así rompería la mesa, a pesar de no ser la primera vez — y tampoco la última — que lo haría.

_____ suspiró aliviada al finalizar la última tarea que le restaba de entregar, del primer cuatrimestre del año. Acomodó sus útiles y los guardó en sus lugares correspondientes.

Caminó a la cocina en busca de un vaso de agua con hielos. Tomó un sorbo, pero otro golpe, producto del enojo de su novio, la sacó de su paz y tranquilidad.

Caminó escaleras arriba para ir al cuarto de donde provenían dichos ruidos, más específicamente, el lugar de trabajo del chico. La puerta estaba abierta, eso indicaba que no se encontraba realizando un directo jugando; la oji____ se apoyó contra el marco de la puerta, mirando la pantalla de la computadora.

Una tras otra vez, el de hebras negras y rubias perdía, como fruto de su furia y enojo golpeaba la mesa.

El azabache por unos instantes miró por el rabillo de su ojo, notando que su pareja se encontraba allí, sin darse cuenta, un disparo directo a la cabeza lo atravesó, matandolo y teniendo que comenzar una partida nuevamente.

Ya cansado, dejó el joystick sobre el escritorio y se dió vuelta, mirando a la joven. Por su parte la fémina caminó hacia él y se sentó a horcajadas en él.

— no te frustres Kozu — colocó sus manos en sus mejillas y depositaba besitos en su cara — te irá bien, confío en tí y se que lo harás bien

Kenma mantenía su semblante serio. Haber perdido unas 30 veces no le agradaba en absoluto, y menos sabiendo que al cabo de tres días tendría una competencia importante, donde jugaría con otros gamers que se dedicaban a jugar profesionalmente a dicho juego.

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La pantalla otra vez mostró el clip de repetición donde mostraba su muerte desde otra perspectiva.

Esta vez no le pegó a su mesa, puesto a que su novia se encontraba allí, pacíficamente sentada sobre su regazo, abrazada a su pecho. Tras ver cómo el juego volvía a su pantalla inicial su paciencia y delicadeza lo abandonaron. Esa noche no ganó ninguna partida de las tantas que jugó, ni siquiera pudo llegar al top dos.

Frustrado mordió el hombro de la peli____. La chica soltó un leve pero vergonzoso gemido a su parecer. Su cara se tornó roja.

— Kozum —

No pudo terminar de pronunciar el nombre, que el chico mordió su cuello, dejando una marca notoria en él.
Kenma dejó a un lado el joystick sobre la mesa. Sus manos se introdujeron dentro del short de ____, masajeandolo y apretándolo.

— estoy estresado — su tono de voz era frío —  necesito desestresarme — mandó. Su voz fría sonaba ronca, dejándote totalmente sumisa ante él.

Por lo general no era él quién llevaba el mando, puesto a que ambos se dejaban llevarlo en ciertos momentos a la hora de tener relaciones, pero muy pocas veces, en los años que llevaban juntos, Kenma decidía llevar completamente todo el mando. Lo tenías que admitir, si te harían elegir entre un Kozume quien deja que tú lleves el mando o el Kozume en el que se transformaba y se volvía lo que la gente llamaría daddy, caías rendida a los pies de kenma daddy, más que de pies, de cabeza.