Oikawa Toru

16.1K 533 112
                                    



Sus finos dedos se escurrían en tus shorts, apretando tus glúteos a su gusto. Sus boca creaban una armoniosa danza.

- solo un par de remodelaciones - se rió separándose el jugador

Pues sí, el motivo de su invitación a su casa era que vieras las nuevas remodelaciones en esta, romántico, no?

Tus piernas enrolladas en su torso y rozando su pelvis llegaron a su cuarto. Aún con las luces apagadas, te dejó en la cama.

Un leve gemido escapó al sentir cómo su boca mordía tu cuello y dejaba húmedos besos en él.

Una de sus manos se estiró, prendiendo las luces.

- luces rojas? - reíste

Oikawa se levantó un segundo, viéndote desde arriba. A paso lento fue quitándose la remera, dejando a la vista su abdomen trabajado, viéndose espectacular con las luces.
Una sonrisa pícara se posó en tu cara, viendo cómo se volvía a acercar a tí.

Sus manos se adentraron debajo de tu remera, tocando tus pechos. Su toque era hipnotizante, dulce, pero lujurioso.
Sus ojos pidieron permiso para sacar la prenda.

Te sentaste, quitándotela. Su diestra se posó en tu espalda, trazando una línea sobre tu columna hasta topar con el inicio de tus shorts. Disfrutando el tacto, cerraste los ojos.

Los finos belfos masculinos atraparon tus clavículas y fueron bajando hasta tus pechos. Tus manos viajaron a su cabello.

- Toru, esto es una tortura - tiraste sus hebras.

La mano de tu espalda pasó a tu abdomen y cintura jugando con estas. Mientras tanto la otra, desabrochó el broche del sostén quitándolo con delicadeza.
Pocos segundos después, toda tu ropa ya estaba tirada por algún lado de la habitación.

Cambiando de lugar, Oikawa tomó tu mano, dejándote sentada en la punta de la cama, para después él sentarse detrás. Frente a ambos, un espejo vertical.

Lo miraste a través de este, enmarcando una ceja.

Su boca comenzó a dejar besos en tu nuca, espalda y hombros. Ante el tacto cerraste tus ojos, y masajeabas sus muslos.Sus manos atraparon tus pechos, dándoles masajes y leves apretones a los mismos, jugando con sus botones. Algunos suspiros escaparon de tí.

Segundos después, una abandonó tu pecho y fue lenta y torturosamente hasta tu feminidad. Al instante intentaste cerrar tus piernas, pero te detuvo. Tomó ambas piernas y las posicionó sobre las suyas.

Una de sus manos volvió a deslizarse hasta tu intimidad, notando la humedad en esta.

- mi reina ya está húmeda, que exitante - su mirada estaba clavada en la tuya desde el espejo, cosa que te dió un poco de pena.

Su diestra hacía círculos en tu clítoris de forma lenta, mientras que su zurda paseaba por tu cuerpo, jugando con tus pechos, tu abdomen y piernas.

- Toru, más por favor - tus hormonas hablaban por tí y sabían perfectamente que los halagos y ruegos le encantaban, más bien fascinaban.

Un notorio gemido se escuchó, cuando sus dedos comenzaron a escurrirse entre tus pliegues; tirando tu cabeza, dejándola sobre su hombro le diste más acceso a su boca.

Dos dedos entraron en tí, pero sin hacer movimiento alguno. Su otra mano bajó a tu clítoris, haciendo círculos en este.

- mírate, que hermosa - beso tu lóbulo - te ves tan sexy así - su voz más grave de lo habitual estaba haciendo efecto en tí.

Haikyuu ~ Lemmons ~Where stories live. Discover now