S E I S

245 59 26
                                    

Minhyuk lloró toda la noche del lunes y la madrugada del martes.

Tenía 10 años, era aún un niño, pero no era tonto. También era completamente consciente de que muchos de sus compañeros -la mayoría- no piensan como él. Que los niños a veces hablan sin pensar y no saben las consecuencias de sus palabras y actos.

A pesar de eso, él no podía dejar de pensar en esas palabras que Jinwoo le dijo cuando iba saliendo del salón ese mismo lunes de las cartas.

Esas palabras... Que no abandonaron su mente en ningún momento.

Mis papás son doctores, Minhyuk, y cuando les pregunté sobre la enfermedad que Sanha tiene, dijeron que es algo muy malo...

Suspiró.

... Y que Sanha puede morir por eso.

No.

Sanha no podía morir.

No cuando apenas tiene 10 años. No cuando apenas y se dieron su primer beso. No cuando Sanha no ha disfrutado su vida como debe. Y mucho menos cuando ellos no se han casado como prometieron.

Su Sanhie no podía dejarlo.

Su mente estuvo en otro lado desde eso. Cuando llegó a casa luego de la escuela y quiso preguntarle a su mamá si lo que Jinwoo dijo era cierto, solamente escuchó, mientras se escondía detrás de la pared, más cosas que desearía no haber escuchado jamás.

—La señora Yoon me llamó hoy, llorando, dijo que Sanha estuvo convulsionando en la madrugada y que durante la mañana vomitó demasiado.

—¿Le dirás a Minhyuk?

— Por dios, Hyunjae, claro que no le diré nada a Minhyuk, ¿Tienes idea de cómo va a reaccionar si le decimos que su mejor amigo está muriendo y teniendo reacciones alérgicas a sus medicamentos?

Sus papás no sabían nada, Jinwoo tampoco sabía nada. Se negaba a aceptar que su pequeño estaba muriendo.

Ese día, el ensayo de su presentación se le hizo eterno, durante la práctica de su dueto con Soeun, terminó tirando al suelo a la pobre chica cuando hacían una pequeña cargada, claro que recibió un regaño por parte de su maestra de baile.

Lo peor vino cuando practicó su solista, en vez de pensar en las correctas posiciones para sus giros y las correcciones que le dieron el ensayo pasado, Minhyuk pensaba en Sanha, si él mismo se sentía mal, ¿Cómo estaría sintiéndose Sanha? ¿Jamás curaría? ¿Se iría?

Eso lo llevó a pensar que Sanha no vería su presentación. Su baile grupal, el dueto... su solista, ese en el que puso todo su esfuerzo y sus energías, no sería visto por la persona que más le importaba.

Ya nada valía la pena.

Cuando terminó su pieza, la instructora le corrigió para luego mandarlo a sentarse en la sala de descanso. Que él no estaba en sí y debía despejar su mente para luego seguir practicando.

Pero Minhyuk ya no quería.

Minhyuk quería llegar a casa y que Sanha estuviera en la suya, luego irían a cenar y después de eso hablarían o jugarían videojuegos juntos, como solía ser.

Ahora Minhyuk tenía a Chan, pero... ¿A quién engañamos? Cuando le tienes un aprecio inigualable a alguien, es demasiado complicado y casi imposible otorgarle ese mismo aprecio a otra persona, la misma palabra lo dice, es inigualable. Y Minhyuk no quería darle una amistad forzada a Chan, estaban bien como ahora, solamente se acompañan y hablan de sus coreografías y prácticas.

Todos en la academia de baile se dieron cuenta que uno de sus mejores bailarines estaba teniendo problemas. Park Minhyuk, ese niño que dejaba todo por bailar y se entregaba completamente a su gusto en la danza, estaba rindiéndose mientras su mente lo consumía poco a poco, en un sólo día.

Apenas la práctica acabó, Minhyuk se fue a casa, estuvo callado todo el camino. A su papá, quien manejaba el coche, se le hizo un poco extraño que su hijo estuviera tan callado, la mayoría del tiempo se la pasaba hablando sobre sus ensayos o cosas que leía en sus libros. Más el hombre lo dejó pasar, asumiendo que Minhyuk estaba estresado por sus exámenes y sus ensayos juntos.

Ni siquiera se dio cuenta que no había escrito la otra carta que él había dicho que escribiría para Sanha ese mismo día.

No bajó a cenar, inventó una excusa de que estaba muy cansado y si cenaba, le sería imposible dormir tranquilo porque estaría con el estómago lleno. Su madre simplemente le dejó un vaso de leche de plátano y unas cuantas galletas en la mesa de la cocina, él bajaría por ellas si cambiaba de opinión.

Y así comenzó lo que él creyó que sería la noche más horrible de su vida, con sus pensamientos torturando y haciendo que su cabeza doliera.

Enterró su rostro en su almohada, llorando, recordando todo lo que le pasó en el día e imaginando lo que sería de él sin Sanha.

Ellos se habían conocido cuando la familia de Minhyuk se mudó, ambos tenían dos años, muy pequeños. Habían interactuado por primera vez cuando la señora Yoon hizo una pequeña fiesta para Sanha por su cumpleaños. Los Park fueron invitados y creyeron que sería bueno, ya que, por la mudanza, Minhyuk no conocía a nadie, y siendo un niño de apenas dos años, era bueno que se acostumbrara a nuevas personas y si era posible, que haga algún pequeño amigo.

Ese mismo día de la fiesta, Sanha y Minhyuk pelearon porque, al parecer, Minhyuk en su desesperación por el hambre, mordió el pastel de Sanha que aún no había sido cortado, ni siquiera le habían cantado al cumpleañero.

Tan sólo recordar que su comienzo había sido desastroso y lo mucho que habían avanzado, hizo su corazón doler.

Las horas pasaron, Minhyuk continuaba llorando a más no poder. La leche que su mamá había dejado en la cocina ya estaba completamente fría, su corazón un poquito más roto que el día que le dijeron que Sanha estaba internado. Y él, Minhyuk, se sentía cada vez más incompleto.












Mientras escribía este capítulo estaba escuchando los covers y guides de Rocky en Soundcloud y me puso muy sentimental. Y a pesar de que siento que él capítulo no me quedó como esperaba, creo que está bien, creo.

Espero que les esté gustando.

Innocent love || RocksanWhere stories live. Discover now