N U E V E

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29 de junio de 2019

Ese día, Minhyuk no escribió ninguna carta.

Estaba muy agotado, y enfermo, su condición hizo que tuviera la mente en otro lado.

Desde que se despertó estuvo sintiendo un poco de mareos, tenía temperatura alta. Muchos dirían que estaban preocupados por su salud o que debería ir al doctor, pero sus papás no, y él tampoco estaba preocupado. Siempre que sentía muchos nervios, mayormente antes de sus presentaciones de baile, tenía esos pequeños ataques, se le subía la temperatura o le daba una pequeña gripa  por sus mismos nervios.

Se la pasó en cama, un poco ido. Estuvo escuchando música y recordando cada uno de los pasos que tenía su coreografía, por ratos movía sus dedos, marcando cada acento de la música, en donde debía hacer saltos y giros.

Estaba nervioso, muy nervioso.

Quería que estuviera todo perfecto, sabía que confundirse en sus preciados bailes sería algo muy frustrante y, posiblemente a sus papás no les importe mucho si él se confunde o no, para ellos Minhyuk siempre lo hacía perfecto.

Pero él no, si llegaba a pasar algo, lo más mínimo, se pondría a llorar. Era la primera vez que bailaba un solista, todo debía estar bien.

Cabe mencionar que no fue a la escuela, tenía el permiso y la justificación. Sus exámenes pendientes los realizaría otro día.

Se encontraba muy pensativo, no sólo por el hecho de que al día siguiente iba a ser su presentación, sino que también pensaba mucho en si Sanha iba a ir a verlo.

Minhyuk sabía bien que las probabilidades de que Sanha fuera eran casi nulas, sin embargo, él no perdía esa pequeña chispa de esperanza que le decía que su mejor amigo iría a verlo bailar.

Era su mayor deseo, de verdad, Minhyuk deseaba con todo su ser la presencia de Sanha.

Y... Después de hablar con Soeun en una de sus prácticas, llegó a la conclusión de que Sanha sí o sí debía ver ese solista.

Iba a bailarlo para él. Soeun había dicho que bailaría el dueto que ambos tenían para que su abuelita viera, según lo que ella dijo, su abuela era la persona que más quería y Soeun estaba emocionada de que su abuelita le viera bailar.

Entonces, Minhyuk decidió que su solista, iba a ser dirigido para Sanha, la persona a quien más quería.

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—Minnie, ¿Qué quieres ser de grande? ¿En dónde te gustaría trabajar?

Sanha, como siempre, hacía preguntas aquí y allá, ya que no podía hacer movimientos muy bruscos ni andar por ahí corriendo como los demás niños, se veía obligado a permanecer quieto o calmado, teniendo que buscar una forma de distraerse.

Preguntar cosas era su distracción, en especial cuando las preguntas iban dirigidas a Minhyuk, que con gusto contestaba cada una de ellas aunque no supiera bien las respuestas a todas.

—Cuando sea grande, quiero ser bailarín profesional, mi maestra de tap dijo que si me gustaba mucho bailar podría vivir haciéndolo... Y eso quiero... Sí, estoy seguro de que quiero bailar toda mi vida. ¿Y tú, Sanhie? ¿Qué quieres ser de grande?

Sanha pensó que Minhyuk era increíble, ellos, en ese momento, tenían cinco años y Minhyuk ya sabía bien qué quería ser de grande, en cambio él, cuando le preguntaron eso por primera vez por su mamá, él dijo que quería ser un pollito, porque para él, los pollitos eran lo más lindo del mundo.

Innocent love || RocksanWhere stories live. Discover now