Dear Doctor | Amane Yugi pt.3

1.1K 179 53
                                    

"Y entonces, _____-san. Mañana tengo que despedirme de usted".

—¿Cómo has estado, Yugi?— preguntaste con un ligero bostezo— Lo siento, es temprano y no supero las guardias.

—Buenos días, _____-san— te saludó con una ligera sonrisa— Estoy... bien, neutral quizá. No lo sé, es extraño que usted me haga esa pregunta.

Parpadeaste intentando acostumbrarte a la luz que entraba por la ventana.

—¿Por qué es extraño? Lo pregunto todos los días—
él dio un vistazo a la ventana, parpadeando ante el cambio lumínico repentino. "Porque usted suena a querer saberlo, y me da vergüenza decirle que no sé como me encuentro".

Porque mañana tengo que irme— espetó esperando una risa de tu parte diciendo algo como "ya, por fin. Querías irte, estás feliz, ¿verdad?".

—Cierto, termina tu período de observación— "Y no pude ver cambios en ti... no más de los que creo que tuviste al estar lejos de toda la injusticia y la desgracia que te rodea".

Consumiste tu desayuno en silencio, hasta que recibiste una llamada.

—Por Dios, me gusta mi trabajo, me gustan los niños, me gusta ser pediatra, me gusta el hospital...— él te oía quejarte mientras te acomodabas el cabello y te frotabas la cara con la intención de despertarte.

"Usted es un pequeño caos, Doctora. Detrás de esa sonrisa sincera y su genuino interés por los pacientes que trata, es un pequeño caos porque no sabe cuidarse a usted".

"Usted es reconfortante, ¿se quedaría un rato más?".

—Lo siento, Yugi...— admitió suspirando. "No puede, ¿verdad?"— ... tengo que irme.

—Lo sé, _____-san— afirmó analizando la forma en la que te dirigías a la puerta— ¿No es genial correr así de un lado a otro?

Sonreiste.

—Pues, si tuviéramos teletransportadores sería mucho más genial. Pero si, porque tengo cierto ejercicio diario sin darme mucha cuenta.

Cerraste la puerta.

—Su trabajo es responder preguntas, pero es lindo que responda las de cada clase...— suspiró antes de estirarse— Usted es linda, ______-san. Muy linda.

📁

—Tus cosas, Yugi— sonrió con tristeza.

—Tengo que irme.

—Si— afirmaste acompañándolo a la salida porque, bueno, nadie te había llamado aún— Tienes que irte a vivir tu vida, a hacer amigos y a superar todos tus problemas.

—¿Usted tuvo algún problema?— sonreíste ante la pregunta, en cualquier otro niño un actuar tan adulto se vería gracioso, pero en él se veía incluso admirable— Que le... hiciera sentir mal.

—Millones, Yugi...— él te interrumpió.

—Llámeme Amane— te dijo, y lo miraste. Él continuó apartando la mirada— ... si quiere.

—Bien, Amane: si. Tuve problemas, como cualquiera, y estudié medicina.

—¿Eso significa que...?— preguntó esperando una respuesta.

—Que nada más salir de problemas amorosos, calificaciones, la relación con mi familia, pues... tuve que someterme a varios años de más estrés, llanto y sufrimiento.

Sabías que tus problemas no se comparaban a los de él, que era triste, que era cruel.

Pero, aún así, él necesitaba un consejo.

—Así que, para superar esas cosas que piensas que van a hacer que te pierdas y te vuelvas loco: busca algo o a alguien y abrazalo, aferrate a eso y lucha.

—¿Alguien?

—Si. Alguien que te guste, alguien que te haga sentir cómodo, algún profesor, algún amigo... puede ser un gatito al que le das de comer de vuelta a casa.

—Oh.

Se preguntó si valía la pena sentirse bien por pequeñas cosas dentro de una burbuja de dolor.

Se preguntó si tú misma habías dado de comer a un gato para sentirte feliz.

—Usted también se separará de mí ahora...— dejaste salir una carcajada baja.

—¿No discutimos el otro día que todos le tienen miedo a los doctores?— él negó, con una sonrisa bastante más genuina de lo que el mismo Amane se esperaba.

—Usted no puede ser odiada ni temida, no creo que alguien la odie— soltaste una carcajada.

Él empezó a caminar, muy a su pesar.

—Gracias, Amane...— sentiste un malestar al verlo irse, lo extrañarias.

Era tu primer paciente.

Inhalaste antes de hablar alto.

—¡Oye, Yugi!— él se dio la vuelta esperando algo de tu parte— ¡No te estreses demasiado aún, el estrés viene cuando eres mayor! ¡que ni se te ocurra sufrir mucho ahora, guárdate algo para después!

Él sonrió y se quedó quieto unos segundos.

Le devolviste la sonrisa con un suspiro añadido.

Lo siguiente que sentiste fue un ligero beso en la mejilla, procedente del joven paciente de intento de suicidio que había vuelto corriendo a donde estabas.

—¿Y eso, Amane?

Él te mostró los dientes en una sonrisa muy amplia.

—Estoy aferrándome a alguien que me gusta y me hace sentir cómodo.


"Ah, por Dios, ¿qué demonios acabo de hacerle a Yugi?".

___________

BUENO GENTE TERMINA EL THREESHOT MAS COMPLEJO QUE HICE EN LA VIDA Y ME QUIERO PONER A LLORAR PERDÓN

Bueno me gustó la historia pero a mi agente del FBI no porque alta ilegalidad wachin 😎🔫

Bueno eso, muy piola escribir ésto los amo chau gracias por votar

Jibaku Shounen Hanako-kun || OneshotsWhere stories live. Discover now