El Dr. Reid está acostumbrado a investigar y resolver casos de asesinatos, secuestros y criminales, debido a su particular trabajo como Agente Especial en la Unidad de Análisis de Conducta del FBI, pero nunca antes se había sentido con la necesidad...
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Spencer no entendía cómo es que había aceptado grabar un video para el blog de Cassandra. ¡Él odiaba estar enfrente de las cámaras! Podía estar detrás de un escritorio, entre libreros o incluso detrás de las cámaras. ¿Pero frente a una y respondiendo preguntas? ¡No! ¡Claro que no!
Pero, quería complacer a Cassandra, quien lucía realmente animada con la idea de hacer un video para todas aquellas personas que habían escuchado su historia y le habían apoyado.
—Amor, ¿no crees que haya psicópatas detrás de esto?
Cassandra dejó su helado a medio comer e hizo un pequeño puchero.
—No debí decir eso —susurró.
—No, no, no hay —aseguró con rapidez—. Penélope está monitoreando todo detrás de esto y, ella tiene un registro de las personas que están viendo el video —dijo con emoción—. Aparte, son solo cien personas...
Spencer se ahogó con su saliva—. ¿Cien? —dijo en un hilo de voz.
—¡Casi nada! —aseguró. Estiró sus brazos sacando su lengua—. Ayuda, ayuda, la barriga me impide pararme —jadeo haciendo muecas y Spencer corrió para ayudar a su prometida.
Tomaron asiento en el sillón blanco que se encuentra pegado sobre la pared de piedra lisa, la cual cuenta con algunos cuadros.
—Solo pícale al botón rojo y comenzará a grabar —pidió Cassandra con una pequeña sonrisa y señalando con su dedo.
Saco su celular y marcó a Penélope—. Hola mi capullo de flor —saludó con ternura.
Spencer camino hasta Cassie y se sentó apretando sus labios.
—¿Están listos?
—¡SÍ!
—No —susurró Spencer.
—¡Qué bueno que están listos! —dijo con entusiasmo Penélope—. Bien, yo monitorearé las preguntas, ¿de acuerdo?
Spencer suspiró—. De acuerdo, hagámoslo...
—¡Ese es mi chico genio! —le animo Penélope—. Entramos en vivo en tres... dos... ¡en vivo!
—No dijo uno —señaló Spencer frunciendo el ceño.
Cassandra soltó una pequeña risita—. ¡Hola personas del internet! —saludó con una gran sonrisa—. Me alegra saber que hay personas que aun leen mi blog, juraba que solo Penélope lo hacía...
—¡Todos los días! —dijo Penélope del otro lado de la línea, provocando que Spencer y Cassandra sonrieran.
—Como verán hoy decidí hacer algo... diferente, porque, extrañamente, ustedes querían que esto sucediera —murmuró.
