El Dr. Reid está acostumbrado a investigar y resolver casos de asesinatos, secuestros y criminales, debido a su particular trabajo como Agente Especial en la Unidad de Análisis de Conducta del FBI, pero nunca antes se había sentido con la necesidad...
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Cuando Spencer llevó a su celular a su oreja, espero algo impaciente a que respondiera, más eso nunca paso. Llevó su pulgar a sus labios y suspiró mirando por la ventana cuando una linda voz se escuchó del otro lado de la línea.
Más no se emociono tanto por que era el contestador.
—¡Hola! Estás llamando al celular de Cass, o sea al mío —se escucharon un par de risas y Spencer movió su pie ansioso—, como sea, si no te respondo es por que quizá estoy haciendo algo más interesante que responderte, de igual forma deja un mensaje después del bip —hubo un silencio y la voz de Cassandra se escuchó—. ¡BIP!
Spencer cerró su celular y llevó una mano a su barbilla, Emily se giró sobre el asiento del copiloto para verlo.
—¿Aún nada?
—Nada —murmuró.
—Vuelve a intentar, deja un mensaje —le pidió Derek.
Volvió a marcar y espero a que el mensaje terminará.
—Hola, Cassandra, esto sonara raro —frunció un poco el ceño sin saber qué decir—. Habla el Agente Spencer Reid del FBI, por favor en cuanto escuches este mensaje comunicate a este número o a los números de emergencia... por favor —negó con su cabeza y apretó sus labios, más aún así mandó el mensaje de voz y soltó un gruñido.
—Descuida, Spence, los encontraremos —aseguró Derek.
—¿Cuántas horas han pasado desde que nos enteramos? —preguntó Emily.
—Cinco —respondió Spencer.
—Tenemos tiempo —aseguró Derek—. El UnSub mata en un margen de tres días, solo han pasado dos desde el último asesinato.
El celular de Derek comenzó a sonar y respondió en altavoz.
—Dime, JJ.
—El detective Kendall nos espera en la estación de policías, ya está al tanto de lo sucedido y se encuentra contactando a los Campbell y a los Morrison.
—¿Ya dieron con ellos? —preguntó Emily.
—No —respondió haciendo que Spencer se frustrara un poco—, en la empresa comentan que el señor Morrison nunca apaga sus celulares, pero como esta con su familia, probablemente lo haya hecho y la señora Morrison parece ser que tiene problemas con su celular.
—¿Qué hay de los Campbell?
—El señor se encuentra fuera de la ciudad —explicó JJ—, su hijo, John, no contesta el celular.
—¿Por qué las personas tienen celular si no lo van a responder? —bramo Derek con el ceño fruncido.
