El Dr. Reid está acostumbrado a investigar y resolver casos de asesinatos, secuestros y criminales, debido a su particular trabajo como Agente Especial en la Unidad de Análisis de Conducta del FBI, pero nunca antes se había sentido con la necesidad...
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Spencer se cruzó de brazos para ver por la ventana de la oficina donde Cassandra se encuentra intentado descansar, ahora que el UnSub se había comunicado con ella no podía simplemente dejarla sola ya que era su próximo target.
—El UnSub mató a estas familias por que de alguna u otra forma se encontraban relacionados con Cassandra —señalo Rossi—, pero debió haber algo más.
—Quizá, Cassandra salió con ellos en algún punto de su vida —agregó Hotch—, lo cual fue el detonante del UnSub para atacar, el no poder tener lo que ellos sí.
—Pero, ¿asesinar a sus familiares también? —indagó JJ negando con su cabeza—. No encuentro una explicación.
—Es que no la hay —le dijo Rossi—, el UnSub está enfermo.
—Esquizofrenia —murmuró Spencer—, las voces en su cabeza le dicen que lo haga y él simplemente... obedece.
—Obsesión —prosiguió Derek.
—Y sabe pasar desapercibido —agregó Emily.
—Rossi encontró huellas entre los árboles frente a la casa de los Morrison —recordó Emily señalando al agente que asintió con su cabeza.
—No debe medir más de un metro ochenta y eran finas, por lo que debe ser delgado —respondió.
—Sabe de cerrajería, y de seguridad, la forma en la que abrió las puertas de todas las casas, simplemente debió ser un experto —corroboro JJ.
—Tenemos un perfil —señaló Derek.
—Esperen —pidió Spencer—, tengo que hablar con Cassandra —murmuró.
Derek le cuestionó alzando una ceja—. ¿Para qué?
—Tiene que decirnos más del grupo del sacerdote Philip —respondió carraspeando—, quizá descubramos algo más.
—Adelante, entonces.
—Emily necesito que vengas conmigo —pidió Spencer.
La agente Prentiss lo miró algo sorprendida—. ¿Eso por?
—Le preguntaré si alguna vez tuvo relaciones sexuales con Oliver, Noah, Elijah, Edward o Miles —respondió—, estoy seguro de que una presencia femenina le haría sentir un poco más cómoda.
Emily y Spencer entraron a la oficina sin hacer mucho ruido, Cassandra se encuentra recostada en el sillón y su mirada se encuentra fija en el techo, sin embargo, no se encuentra dormida, ya que hay pequeñas lágrimas que recorren sus mejillas, mientras parpadea rápidamente.
—Hola Cassandra —saludó con amabilidad Emily.
La chica se sentó lentamente y ladeo una sonrisa—. Hola —respondió sin ánimo alguno.
