Todos nos dicen que el blanco y el negro son contrarios. Antónimos absolutos, pero tienen algo en común, representan el vacío la falta de color. Esta historia nos contará sobre dos individuos que sienten ese vacío por dentro. La vida les pondrá prue...
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Estaba sentado en el sofá de mi sala esperando a que Frankie viniera. Como no tenía más cerveza en mi refrigerador no hallaba la manera de conseguir calmarme. Lo único que me quedaba era solo esperar implorando que esa voz en mi cabeza deje de torturarme.
Cada maldito minuto de espera me pone más nervioso y no sé si sea por estar en casa todo el día.
Quizás eso de salir a trabajar no sea una mala idea después de todo.
Ya eran las 12 del día y escuché el timbre de la puerta. Fui directamente a abrirla y Frankie estaba allí con unos jeans y una camisa, básicamente lo mismo que utiliza todo el tiempo.
Benson: por fin llegaste. Te tardaste mucho _dije dándole el paso a mi casa_
Frankie: amigo vine lo más rápido que pude.
Benson: eso lo discutimos después. Entra.
Él de inmediato noto lo nervioso que estaba por mi forma de actuar.
Frankie: bien ¿Para qué soy bueno? Explícame lo que acaba de suceder.
Benson: es que... _todavía seguía muy nervioso por todo lo que había ocurrido cuando salí del baño_