Todos nos dicen que el blanco y el negro son contrarios. Antónimos absolutos, pero tienen algo en común, representan el vacío la falta de color. Esta historia nos contará sobre dos individuos que sienten ese vacío por dentro. La vida les pondrá prue...
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PoV William
Ya iban a ser las 3 de la tarde. Escuchaba claramente el sonido de truenos a lo lejos. Sin darme cuenta me quede casi toda la tarde recorriendo las habitaciones de mi antiguo hogar.
Quien diría que recordar malgastaba tu tiempo de esta manera, ni si quiera me di un tiempo para poder comer y los gruñidos de mi estómago eran testigo de mi falta de comida.
Creo que va a llover dentro de poco, puedo olfatear la humedad en el aire y sentir la extraña satisfacción del olor a tierra mojada, será mejor irme de aquí lo más pronto posible. No quisiera que la lluvia me agarre de sorpresa, aunque no sería la primera vez que ocurre eso.
Lo único que pude llevarme de la caja fue la cadena de amistad y algunas viejas fotos que guardaba desde hace mucho tiempo.
Lo puse todo en el bolsillo de mi pantalón y decidí salir de lo que alguna vez fue mi hogar. Luego me dirigí a la parada de autobuses más cercana.
El cielo estaba totalmente nublado y corría una fuerte ráfaga de viento, no podía creer lo extraño que era el clima en esta época del año, no falta nada para que sea primavera, el invierno pronto terminara, pero al parecer quiere despedirse con una fuerte tormenta.
Para mi mala suerte, mientras esperaba a que el bendito bus apareciera, empezó a llover de golpe y con mucha intensidad.
No me quedaba otra opción que tomar un bus cuanto antes.
Pasaron los minutos y por fin pude ver un bus a lo lejos pero su ruta me dejaba un poco lejos de mi hogar, aun así, decidí tomarlo. No sé por qué, pero siento que esto ya lo he vivido antes.
Creo que yo no fui la única que persona que tuvo esa idea ya que el bus rápidamente se llenó de varias personas, pero con algo de suerte pude tomar un asiento libre.
Cuando me senté mire como la ventana se llenaba de gotas de lluvia mientras que el bus continuaba su recorrido. Extrañaré ver estas partes de la ciudad, sin grandes edificios o industrias, por lo menos el día de hoy mi nariz tuvo el privilegio de oler ese aire fresco muy diferente al de la ciudad.
