𝙺𝚒𝚜𝚜 | Prichael |

𝐔𝐧 𝐓𝐞𝐬𝐭𝐢𝐠𝐨

Ya fuera del cuarto, las miradas de los invitados fueron hacia el trío recién llegado, comenzando a ser revolcados por el gentío queriendo acercarse para saludar a los morenos como una manada de lobos salvajes.

Así se mantuvieron por un buen rato, saludando, abrazando y hasta firmando autógrafos, hasta que finalmente Prince y Michael cayeron cansados sobre uno de los sofás como si llegarán de una noche de trabajo.

-Aun no bebo y siento que ya no puedo levantarme- Menciono Prince, mientras que el contrario solo asentía.

-No me lo digas a mi, yo no bebo–

-Wow, esa gente tenía energía de sobra! ¿No creen chiquillos? - Se acercó una tercera voz.

Prince inmediatamente levanto su mirada y cruzo sus brazos mirándolo con desespero -¿Otra vez tu Morris? No jodas, ve a tomar otro shoot y a chingar a alguien más-

-Vine a demostrarles sobre lo que platicábamos allá en el cuarto, y para eso, he traído a un testigo!- Dijo mientras que hacía señas a alguien para que se acercase.

Las miradas de ambos americanos inmediatamente fueron hacia aquel lugar para intentar mirar de quién se trataba.

-Buenas noches baby's- Hablo un alto afroamericano disfrazado de lo que al parecer era una momia.

-¿Rick James? ¿De verdad? ¿No estoy soñando? - Pregunto retórico el moreno de Minneapolis, mientras que miraba al artista frente a él con indiferencia.

-Exacto. Él es el que sabe mejor que nadie lo que sucede entre ustedes dos- Respondió Morris con orgullo.

-¿Saber qué? ¿Qué sabrá este estúpido?-

-Hey... Cuida tus palabras negro copión sin talento- Menciono James a un alto tono amenazador, llamando la atención de los invitados alrededor.

-¡¿Negro qué?!- Prince inmediatamente tomo pie, a pesar de ser sumamente más pequeño que el otro, no pensaba quedarse de brazos cruzados, Michael se levantó igual, tomando al mayor por el brazo intentando que se calmase.

-Lo que escuchaste- Se cruzó de brazos, mirando al otro por lo alto, pues claramente se sentía superior -Y aparte maricon- Soltó una risa burlona.

-¡¿Qué?! ¡Ahora sí te mato idiota!- Intento abalanzarse, pero Michael lo tomo con fuerza, logrando que parase.

-Oigan oigan... ¡Aún no pueden matarse! Aún no escuchan el veredicto del testigo- Interrumpió Morris mientras que se cruzaba de brazos.

-Pues no soy el único que lo vió, fui el mes pasado con un par de bellezas a tomar algo al bar, cuando me tope con ustedes dos- Soltó una carcajada -¡De verdad se veían patéticos bailando como parejita en la pista!-

-¡Cuéntales la mejor parte!- Agrego el moreno pecozo mientras que daba uno que otro brinquito.

Por otro lado, Michael y Prince solo se contuvieron a escuchar la supuesta historia, pues realmente no podían decir nada al respecto, ni uno ni otro tenían la menor idea de lo que había sucedido aquella noche llena de alcohol.

-Pues después de un largo baile ustedes dos cayeron sobre un sillón cercano totalmente ebrios, cruzaron miradas por un rato y cuando menos lo esperaba ya se andaban besuqueando!- Se hecho a risas mientras que la gente alrededor murmuraba y uno que otro le seguía el juego con una carcajada.

-¡¿Qué nosotros que?!- Cuestionó el de menor estatura totalmente pasmado.

-Oh Dios... Debe ser una broma...- Hablo Michael a lo bajo y con una notable expresión de vergüenza.