𝐀𝐯𝐞𝐫𝐠𝐨𝐧𝐳𝐚𝐝𝐨

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Debía ser mejor, debía intentar serlo, aunque por dentro, los nervios lo devorarán al igual que las miradas.

Decidido a hacer un espectáculo perfecto, comenzando a tocar la guitarra de una forma suelta, aunque un tanto forzada por pequeños momentos, sonriendo ladinamente al escuchar los aplausos de su ídolo detrás de él.

La gente comenzaba a gritar y aplaudir, la emoción le ganaba, así que, aparto la guitarra de su cuello para comenzar a quitarse su chaqueta dorada dejando su pecho al descubierto, dejándola caer a un costado de James, el cual, lo miraba con una gran sonrisa de sorpresa, sin duda, esa no se la esperaba.

Soltó un par de quejidos al micrófono para luego, continuar con su gran solo de guitarra. Pues la verdad, no se sentía con el entusiasmo necesario para cantar, pero demostrar un poco de sus dones con los instrumentos no estaría nada mal.

La gente miraba con emoción, saltando a la par de su solo como en un buen concierto de rock se tratase. De un momento a otro sentía que el espectáculo era suyo, ni siquiera se tomaría el tiempo para mirar a Michael, según él, no quería mirar la cara de decepción que tendría por haber perdido ante sus grandes dones musicales, sin siquiera tener que cantar.

Continuo ahora paseándose por el escenario, poniéndose de rodillas y pasando el largo micrófono por su parte baja. A pesar de los movientos ya exagerados y sexosos, aún sentía que no era suficiente.

Dejo la guitarra sobre el suelo y a la par de unos movimientos de cintura y lamidas de dedos, se acercó a un poste al costado del escenario, un movimiento al estilo teibol sería su "gran final".

Todo sucedió demasiado rápido, pues cuando quedó abrazado de aquel "poste", comenzaría lentamente a caer. Lamentablemente lo que había tomado había sido simple utilería.

Nadie fue en su ayuda, poca gente había pensado en hacer algo, pero no fue así, simplemente se apartarían para no ser aplastados. No fue hasta que sintió el suelo golpear su espalda, que abrió sus ojos y miro a su alrededor, la multitud reía y lo señalaba burlescamente, entre ellos... Michael Jackson, el cual cubrió su boca con ambas manos mientras que al parecer se resistía no reír a carcajadas.

Era el colmo, la vergüenza no podía ser mayor. Su cuerpo simplemente reaccionó, se levantó del suelo y comenzó a correr a la salida mientras que empujaba a la gente con la que se topaba.

—¡Prince, Prince! ¡Olvidas tu chaqueta!— Grito James desde el escenario sosteniendo aquella lujosa chaqueta dorada.

—Uh... James, dámela, yo la cuidaré— Se acercó Michael a su costado mientras que tomaba la prenda tímidamente, la cual le fue entregada, para que luego este la doblará entre sus brazos retrocediendo para mirar el final del interrumpido show.

—Bueno ¡Tendremos que terminar nosotros la velada!— Agrego el mayor tomando nuevamente el micrófono —¡Música maestro!—

Y así fue, una última actuación en el evento continuo mientras que Prince caminaba hacia su auto. Semidesnudo en la calle, avergonzado y con un nuevo moretón en su espalda entro a su plateado auto, en dónde apenas sentado dejo caer su frente contra el volante, mientras que unas pequeñas lágrimas escapaban de sus ojos.

—Utilería... Utilería... ¡¿A quién carajos se le ocurre?!— Refunfuño con enojo y coraje —Y ese... Idiota... Michael... Pgh... Jackson— Susurro con odio.

Las cosas no podían quedarse así, debía hacer algo al respecto, un poco venganza no le haría mal a nadie, solamente a la presa, se encogió de hombros y espero atentamente el momento indicado.

Pasando unos minutos y ya con el cielo totalmente obscuro, levantó su mirada por el retrovisor, percatandose con el moreno junto a un par de personas más, las cuales le valían en absoluto, un palpitar llevo su mano a la palanca de arranque, sabía que lo que estaba por hacer era una tontería, pero el enojo no lo dejaba reaccionar con certeza.

Apenas el grupo paso delante su auto este dió un aceleron tan rápido que solamente pudo rozar a Michael con uno de los espejos retrovisores de los costados. Lo cual hizo que este cayera al suelo.

—¡Mierda!— Exclamó Prince decepcionado de si mismo. Sin siquiera ya mirar atrás continuo si camino adelante. No planeaba regresar a disculparse.

—¡Viejo, estás loco! ¡Qué te sucede!— Grito Michael totalmente agitado mirando como el auto se alejaba más y más y mientras que su madre y su hermana LaToya corrían hacia él en su ayuda.

—¡Dios mío, hijo! ¡¿Estás bien?! ¡¿Quién era ese?!— Cuestionó su madre con notable espanto.

Michael simplemente relamio sus labios y ya de pie sacudió sus pantalones —No lo sé... ¿Algún loco al que no le gustó Thriller?— Respondió con una leve risita, en un intento por lograr calmar a su asustada madre.

Aunque el sabía perfectamente de quién se trataba, de igual modo, tomo nuevamente la chaqueta y abrazando a su madre por el hombro, intento volver a llevar el camino a casa con tranquilidad.

Quién creería que esa sería su última experiencia "juntos" dentro de unos años. Que mala impresión sin duda.

𝙺𝚒𝚜𝚜 | Prichael |Where stories live. Discover now