50. Mejor persona.

1K 160 18
                                    

A pesar de que no estábamos de ánimos para festejar absolutamente nada Delia insistió en poder hacer una cena por la navidad. Era la época del año preferida de papá y él tenía planes. Esos planes incluían a Ian a pesar de que él sabía que nosotros no estábamos en buenos términos. Mamá estuvo de acuerdo en realizar una pequeña cena y poner algo de decoración en la casa; yo no quería, me parecía estúpido.
Invité a Ian sutilmente. Le pregunté si viajaría a ver a sus padres para navidad y dijo que no, se quedaría hasta el 28 de diciembre e iría a pasar año nuevo con ellos. Luego le pregunté si tenía planes y sólo se encogió de hombros, pero no dijo nada más. Me pareció extraño y en cierto punto pensé que él estaba esperando que lo invitara a pasar la fiesta conmigo, pero cuando pregunté claramente me sorprendió su incomodidad.
—No lo sé —dijo volviendo sus ojos a su teléfono. Estábamos en su casa, habíamos terminado de cenar y él revisaba sus mensajes.
Respiré profundamente y sonreí lo mejor que pude. Yo, en realidad, estaba molesto y sorprendido. Si no iba a lo de sus padres ¿cuál era el problema de pasarlo con mi familia y conmigo? ¿No habíamos acordado que estaba todo bien a pesar de todo lo malo que yo le había hecho? ¿No me estaba dando otra oportunidad?
—¿Por qué?
—Es… —carraspeó incómodo —yo sí quiero Polo, pero Alex estará sólo y no quiero que lo esté. Es navidad.
—¿Acaso él no tiene familia? —quise saber caprichoso. Ian alzó sus cejas y deslizó una carcajada que no pude decir si fue de molestia o burla.
—Tiene familia, pero su situación con ellos no es tan buena. Él nunca está con ellos… el año pasado, cuando yo tampoco hablaba con mis padres, pasamos juntos. Pensé que podría pasar este año con él también…
—Pero este año, tú tienes novio —le recordé tirando mis manos a las suyas para invitarlo a mi regazo.
—Pero Alex es mi amigo Polo… ¿Andrew pasará las fiestas solo? ¿Le preguntaste siquiera? ¿Te gustaría que él estuviera solo? —consultó sentándose sobre mí. Bajé mi mirada avergonzado, ni siquiera le había preguntado. —Para algunas personas estas fechas no son importantes, pero aun así no es divertido pasarlas solo…
—¿Acaso Alex no tiene un novio?
—El chico tuvo que viajar a ver a su familia —suspiró tomando mis mejillas entre su pulgar e índice para apretar cariñosamente. —Vamos… nos veremos durante el día siguiente. Puedo almorzar contigo si quieres, pero no dejaré a Alex solo en noche buena.
—¿No tiene más amigos?
—Polo —dijo serio. —No lo dejaré. Es mi amigo.
Suspiré de mala gana y me abracé a él.
—¿No lo puedo invitar? Quizás él quiera venir con nosotros. Quizás Andrew también quiera pasarlo en mi casa. A Delia y a mamá no les molestará.
Ian se rió fuerte y besó mi cabello.
—No creo que Alex quiera, tú sabes, no le caes muy bien ahora. Pero puedes intentar invitarlo si quieres.
—No lo culpo, supongo —dije inclinándome para besarlo. —Pero lo puedo intentar, si a ti te parece.
—Sólo si prometes que si él se niega tú no insistirás más —rodé los ojos y le di un asentimiento. Las probabilidades de que Alex se negara eran altas, pero yo no perdía nada con intentarlo, y en serio quería pasar esa noche con Ian. Yo entendía que Alex no tenía culpa de nada, yo odiaría a un sujeto como yo, demonios, yo odiaba a Filipo por lo que había hecho a Andrew.
Andrew. Yo realmente era un terrible amigo. Ni siquiera le había preguntado qué haría. Años anteriores tenía a Filipo, pero él ya no lo tenía más (afortunadamente) y nunca supe cómo era la relación de él con su familia, aunque siempre supuse que no era buena.
Primero debía llamarlo a él, invitarlo, luego resolvería lo de Alex.
Andrew contestó dormido cuando lo llame, era domingo y él, aparentemente había salido la noche anterior. Fue por eso y por mi “actitud” diferente que él tardó en procesar la pregunta y responder. Nunca antes yo me había tomado la molestia de preguntar algo así.
—¿Por qué preguntas? ¿No quieres pasarlo con tu familia? —se extrañó confirmando algo que sabía hacía algún tiempo, pero me negaba a aceptar: yo era un egoísta, egocéntrico. La única razón por la que preguntaría algo así a Andrew sería por mí, yo nunca me había preocupado por él antes.
—No… quería saberlo porque si estás solo o no tienes nada que hacer me gustaría que fueras a mi casa.
El silencio tras de la línea fue pesado e incómodo.
—Oh… —carraspeó —, de hecho, no tengo planes. ¿Estás seguro que está bien? No es necesario que me invites. Quizás quieren que sea algo más familiar…
—No seas estúpido, tú eres mi familia también… lamento no haberme dado cuenta antes —dije sincero. —En serio me gustaría que vinieras, mamá y Delia estarán contentas también.
—Gracias —sonrió. —Llevaré el postre —comentó animado. —Tú sabes lo bien que se me dan las cosas dulces.
—Nos harás muy felices a todos.
—Lo sé.
Besé a Ian con fuerza cuando me encontré con él en el sofá. Lo hice a modo de agradecimiento, si no hubiera sido por él yo no me hubiera dado cuenta de lo ególatra que era, gracias a él yo me convertía, día a día, en una mejor persona.
Se sorprendió un poco, sólo un poco, no es como si yo no lo atacara así, sin motivos, y respondió unos minutos hasta que su molesto teléfono comenzó a sonar. Intenté persuadirlo para que no contestara, pero Ian era muy decidido y no dejaba que yo lo manipulara.
Era Alex. Ian no tenía muchas personas que lo llamaran, ni siquiera lo había oído hablar con sus padres a pesar de que él decía que lo hacía seguido. Así que yo sabía que era él incluso antes de que lo saludara.
—Déjame a hablar con él —pedí luego de que Ian lo saludara. —Quiero invitarlo.
—Bien —respondió un poco incómodo. —Alex… Polo quiere hablar contigo ¿De acuerdo? —hubo un corto silencio entre ellos antes de que finalmente su amigo ceda. —Sé amable.
—Lo seré —sonreí con inocencia tomando el aparato. —¿Cómo estás?
—Bien. ¿Tú? —quiso saber de malhumor.
—También —dije lo más amable posible. —Mira, yo sé que tú estás enojado conmigo y tienes razón en estarlo, soy un idiota y soy una horrible persona, pero estoy tratando de cambiar porque realmente, realmente quiero ser una buena persona, Ian me hace serlo —dije con rapidez, no quería que el chico se pusiera a la defensiva y me interrumpiera. —Lo amo… en serio, lo hago. Y tú eres su mejor amigo, eres importante para él, quiero y necesito que limemos asperezas.
—Tú no lo viste Polo, no viste cómo estuvo por tu culpa —susurró a pesar de que yo estaba lejos de Ian, a pesar de que no había manera de que él no escuchara. —Es difícil para mí pensar que no lo dañarás de nuevo, yo no quiero verlo así, nunca más.
—No lo haré, lo juro —dije con mi garganta apretada. Quizás Ian no me lo había mostrado, pero Alex sí lo había visto, entendía porque yo no era de su agrado. —Fui un estúpido, lo sé y lo lamento, debí hablar antes, pero Alex, tenía mucho miedo de perderlo. Y lo de Carla fue
—Ian me contó todo eso, y él te cree. Yo quiero creerte también ¿Sabes? Porque lo veo bien, pero tengo ese gusto amargo con respecto a ti.
—Lo entiendo, en serio lo hago. Incluso, en tu lugar, yo hubiera repartido un par de golpes —dije largando una carcajada. De hecho, lo había hecho, Filipo era testigo de eso, pero bueno, esa era otra historia.  —Así que… Alex, tengo una propuesta —cambié mi voz a una más formal. —Sé que ustedes tienen pensando pasar navidad juntos… tú e Ian. Y yo, realmente quiero estar con él y realmente quiero arreglar las cosas contigo. Así que¿Quieres venir a mi casa para noche buena? Estarán mi hermana y mi madre, pero ellas te adorarán y tú las adorarás, no son para nada como yo. Bueno, quizás Delia es un poco intensa, pero no es mala. Y estará Andrew también, él te había agradado la última vez. ¿Qué dices?
—¿Quieres que pase navidad junto a tu familia?
—Sí. Porque no tengo pensando dejar a Ian tan pronto y nosotros, tú y yo, nos frecuentaremos más seguido. Qué mejor momento para empezar ahora —insistí sutil y amablemente. El silencio tras de la línea fue pesado. Él se iba a negar. —Ian y tú puedes traer las bebidas, todos debemos aportar algo. Andrew llevará el postre.
—No lo sé…
—Oh, vamos. Será una noche tranquila. Luego del brindis ustedes pueden salir a alocarse un poco.
—¿Estás sugiriendo que “le das permiso a Ian para salir conmigo luego”?
—No, te estoy diciendo que yo no tengo ganas de festejar, pero no por eso ustedes deben no hacerlo. Si estuviera con ánimos saldría con ustedes, pero sinceramente no quiero. Tú no conoces a Ian si estás pensando que él “necesita” mi permiso, Alex —me reí recibiendo una mala mirada del nombrado. Alex coincidió conmigo.
—Bien… está bien, pero si tu madre o tu hermana se ven un poco incómodas, yo me iré.
—Bien, no te preocupes —sonreí agradecido volviendo a Ian para dejar un feliz beso en sus labios. —Te dejo con Ian.
—Nos vemos —se despidió.
Rápidamente me moví para hablar con mi madre. Había invitado a dos personas sin su consentimiento, sólo esperaba que ella estuviera de acuerdo, sino sería difícil de solucionar.

AtemporalWhere stories live. Discover now