Capítulo 18. Casual encuentro por el mismo interés

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A pesar de la variedad de platillos que se exhibían, la tensión en el comedor era lúgubre, el único ruido que se escuchaba eran los sonidos de los cubiertos,

Mayer con su imponente autoridad estaba sentado en la cabeza de la mesa y a ambos extremos de él se encontraban Mareen y Donald mientras Ross se ubicó próxima a Mareen.

Había un asiento vacío a lado de Donald, que a Ross no le fue difícil adivinar para quien esta reservado esa silla,

Dereck no llegaba, o no bajaba si es que se quedó en la Mansión, desconocía el lugar donde reside ya que los últimos días antes de viajar a Francia, Dereck estaba quedándose en su departamento.

Tuvo que levantarse más temprano que lo usual para bajar a desayunar, las ordenes de Dereck fueron claras no la quería ver en ninguna hora de la comida pero ¿Qué puede hacer? Mayer haría un escándalo y la obligaría a bajar a gruñidos.

— ¿Cómo fueron las sesiones con el clima frío de Paris? —preguntó Mayer con la intención de romper el silencio sepulcral y sin mirar a Ross puesto que su atención y esfuerzo estaba en el pan de pita árabe que con esfuerzo cortaba, era un pan que sentía como una roca para su sensible dentadura.

Ross dejó en su plato el pedazo de tostada a la francesa que estaba por llevarse a la boca y observó a Mayer, es originaria del medio oriente sin embargo era Mayer quien desayunaba comida árabe en lugar de ella, las tostadas rellenas de jamón con queso, huevos revueltos y dos hileras de bacón acompañados con una taza de cappuccino eran los favoritos de su desayuno matutino.

—Perfecto  —dijo ella con espontaneidad  —Paris y los de la compañía fueron muy cálidos y atentos conmigo.

—Demasiado diría yo —una fría voz irrumpió en el comedor atrayendo la atención de todos.

Incluso la de Mayer que desistió de combatir con las piezas de pita rellenos de falafel.

Esperaba encontrarse con un Dereck de mal humor al notar la presencia de Ross en el comedor, por eso no le dijo que ordenó a todos a desayunar juntos, precisamente para que su ñieto no se niegue, lo miró llegar y sentarse a lado de Donald sin protestar o tratar mal a Ross,

¿Qué ha cambiado? Se cuestionó consternado, su ñieto parece estar madurando como para cesar en pelear con una adolescente.

Dereck podría ser frío, arrogante y un hombre perspicaz para los negocios pero cuando veía a Ross, todo eso desaparecía convirtiéndose en un jovencito desagradable que riñe a una chica.

—Los Lombardi son conocidos por su calidez así como por sus movimientos oportunistas  —pronunció Dereck con frialdad y con un evidente desprecio que no se encargó en disimular.

Mayer asintió estaba de acuerdo en lo que su ñieto acaba de decir, a pesar de estar asombrado por la extraña reacción de Dereck para con Ross.

—Aún me pregunto cómo es posibles que las dos mujeres de esta mansión firmaran un contrato con esa compañía.  —siseó entre dientes Mayer dejando los cubiertos a lado de su plato.

Mareen volvió su atención hacia su maritozzi uno de los dulces más ricos de la gastronomía italiana, está más que claro que para el gruñón de su padre la culpa recae en ella pero todo pudo haberse evitado si su hijo hubiese contestado el teléfono a tiempo, cuando aún estaban a tiempo para declinar la oferta de Lombardi & Fuer.

Pero su hijo nunca contestó el teléfono, ¿Ahora toda la culpa es de ella? no se atrevió a levantar la mirada.

—Fue culpa mía, Mareen esta absuelta de cualquier error   —intervino a favor de la madre de Dereck —Al no renovarse mi contrato con Walldering Company obligue a Mareen que acepte otra compañía para modelar.

El Renacimiento De La Esposa Del CEODonde viven las historias. Descúbrelo ahora