Capitulo 1. Aniversario de Boda

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El resplandor y la extravagancia del salón de eventos del Lujoso Hotel  compaginaban con los anfitriones y propietarios del mismo, una recepción donde se celebra el aniversario de boda del CEO de Walldering company y su esposa la despampanante ex supermodelo y  heredera de una de las más grandes reservas de petróleo  del medio oriente.

Seis años de matrimonio en el que su unión benefició a las familias más importantes de ambos continentes.

La noche recién empezaba y con ello llegaban los esposos junto con los miembros de la reconocida familia, generando la imagen perfecta y gran unión que existe entre los Walldering, que irradian belleza y elegancia sin mencionar su exuberante y billonaria fortuna.

Los invitados quienes pertenecían a familias poderosas y millonarias felicitaban a los esposos por su aniversario, Ross les respondía con una brillante sonrisa que cautivaba a cualquiera que esté a su alrededor, excepto uno, un hombre que era inmune a sus encantos, su esposo.

—Está todo perfecto Ross, lo hiciste bien —dijo Mareen, su suegra

—Oh... gracias pero el crédito se lo lleva tu asistente.

No fue un trabajo pesado, Ross no hizo nada, fue la multifacética asistente de su suegra quien hizo un buen trabajo, solo se encargó de las decisiones finales, es decir de dar su opinión y conformidad.

—Si cariño —dijo su suegra con orgullo —Pero tú la supervisaste por eso es que todo salió bien.

Ross le sonrío, pero esta no fue una sonrisa como las que daba a los invitados, esta fue una verdadera y cálida sonrisa que le nació de corazón y no por obligación.

A mitad de la recepción Ross se encontraba ya cansada y los altos tacones que llevaba puesto beneficiaban a su cansancio. Estaba sola, sin nadie de su familia que la acompañara ni su esposo, Mareen se perdió entre los invitados al igual que el resto de su familia política.

Se acercaba el brindis y tenía que estar al lado de Dereck para realizar juntos el brindis pero su esposo no se encontraba en el salón, lo perdió de vista. Ross fue a buscarlo con disimulo para no llamar la atención, buscó en la terraza, en los pasillos del alrededor y no lo encontró, como última opción fue al jardín pero tampoco lo encontró.

Iba a entrar a recibir el brindis sola pero unos ruidos del Jardín llamaron su atención deteniéndola. Por curiosidad, siguió el rumbo de esos sonidos, eran leves gemidos provenientes de alguna mujer, continuo hasta llegar a una enorme fuente de agua. La fuente estaba bastante alejada así que la oscuridad predominaba y para cualquiera que quisiera un poco de paz o privacidad era el lugar perfecto para reposar.

Ross iba acercándose con cuidado, las voces empezaban a escucharse y  se escondió detrás de un pequeño arbusto, las voces se hicieron más claras y los reconoció.

—Ahh.... —gimió  la mujer

La mujer estaba encima de un hombre que la sujetaba de sus caderas y empujaba al compás que ella levantaba y bajaba sus caderas para recibir sus embestidas, los movimientos de él eran bruscos y la pareja cegada por el placer no prestaban atención a su alrededor, parecía como si solo existieran ellos,

—Desde que te vi con este vestido quise hacer esto —dijo el hombre con una ronca y sexy voz mientras empujaba adentrándose en ella.

Era Dereck.

Su corazón volvió a doler pero esta vez fue más doloroso, Ross sabía de la relación que mantiene Dereck con su amante ya lo había aceptado, siempre supo que para él solo existía ella, Diane. Pero verlos haciendo el amor en pleno aniversario de su boda, rompió en pedazos su corazón, si es que todavía tenía uno..... puesto que dudaba si aún tenía corazón que soportara todo lo vivido hasta hoy.

—No entiendo el porqué de esta fiesta si te vas a divorciar de ella —se quejó la mujer.

Oír esas palabras fue demasiado hiriente, lo más hiriente que haya escuchado hasta hoy, él va a dejarla para estar con su amante. El dolor en el pecho se incrementó, era insoportable sentía que esas dos personas arrancaban y pisoteaban sin piedad las piezas de su roto corazón.

—Me negué pero mi madre insistió.

Su indiferencia y desagrado cuando Ross le preguntó sobre las invitaciones, sobre el color de la decoración para su aniversario y el solo respondió "no molestes, encárgate tu" ó "más bien deberías convencer a mi madre que no la realice" y así junto con esas palabras arrojó al piso los catálogos y muestras de diseños que Ross le había dado con la intención de que él las viera y diera su opinión, pero él simplemente las tiró al piso demostrando su claro desinterés en un asunto como este, el de su sexto aniversario de matrimonio. Dereck se alejó y retomó su camino hacia su propia habitación dejando a Ross en la sala con el rostro apagado mientras recogía las muestras y catálogos que estaban esparcidos por el suelo, no había brillo ni luz en sus ojos ámbar, solo una delgada línea de lágrimas que descendían por ambas mejillas.

— ¿Crees tu madre me aceptara como tú nueva esposa?

—Estoy seguro que terminara aceptándote —contestó mientras masajeaba los senos de la mujer que sobresalían del espléndido vestido.

La hará su esposa, y a ella si la tratara como a su verdadera mujer, pensó amargamente Ross. Sus lágrimas comenzaron a correr como mares por sus mejillas mientras escuchaba esas crueles palabras que surgían de los labios del hombre que tanto ama.

—Eso espero cariño —expresó la mujer mientras jadeaba por las sensaciones que sentía al ser tocada por él.

—Ahh.....Dame más —gimió ella arqueándose y sintiéndolo a profundidad —uhm si.

—Mueve tus caderas como sólo tú sabes hacerlo  —exigió mientras la embestía con fuerza y llevaba su boca hacia los senos de la rubia, apoderándose de ellos, mordiéndolos succionándolos, estirando sus pezones erectos y haciendo que la mujer emitiera gemidos ahogados imposibles de suprimir.

—Ohh.... E-Espe... me vengo.

Ross no entendía que hacia viéndolos, ella misma se humillaba al observarlos. Nadie la obligó a escuchar y ver esa horrible escena, se marchó de allí rápido para no ser vista por ellos y que su vergüenza aumentara al ser descubierta.

Ver con sus propios ojos la infelicidad de su esposo dolió pero no más de lo que ha vivido con él estos años, estos años fue un martirio y ella se obligaba a soportarlo por el gran amor que le tiene, un amor del que no puede deshacerse, lo intentó.


Y sí que lo intentó, puso todo su esfuerzo para olvidarlo pero no lo logró, su amor por él traspasa fronteras, continentes, un amor que traspasó su propia dignidad, una dignidad que perdió desde la primera vez que lo vio quedando perdidamente enamorada de él.

El Renacimiento De La Esposa Del CEOWhere stories live. Discover now