Olivia |Harry Styles| Dk!

Ｖｉｎｇｔ ｑｕａｔｒｅ

Mitch se disculpó por la actitud de su novia, Sarah. No podía negar que me había intimidado por completo, por un momento pensé que me golpearía directo en la cara. Harry me había besado muchas veces en el rostro para evitar que llorara, en realidad quería hacerlo en frente de todos pero él me llevó al baño para que nadie lo viera.

Al llegar al pequeño baño Harry no tardó en tomar mi cintura y subirme en el lavamanos.

- Ya nena, tranquila. –Dice tomando mi rostro con ambas manos.

- Sí, no te preocupes. –Le digo bajando mi cabeza. Ya era tarde, había comenzado a soltar lágrimas y con ello pequeños sollozos salieron de mi boca.

- Olivia, no, por favor. –Me dice intentando levantar mi rostro lo cual no permito.- Mírame, Olivia. –Ordena.

Levanto mi mirada hacia él y le medio sonrío aún con más lagrimas corriendo por mi mejilla.

- Lo siento, yo no pude evitar... -No pude terminar de hablar ya que Harry había comenzado a ejercer presión con sus labios sobre los míos.

Me repuse rápidamente de mi pequeña sorpresa, pero me dejé llevar por la mágica sensación de sus labios contra los míos.

Su boca se movía lentamente sobre la mía y sus manos sujetaban mi rostro, era un beso romántico y paciente.

Cuando finalmente se separó no tardó en llenar mi rostro de besos que resonaron por todo el baño vacío, no tardé en reír con ello.

- No quiero que llores nunca por algo así ¿entendido?

- Lo siento, ella me hizo sentir que no merecía estar aquí contigo.

- ¡Que se joda! –Alarga la "a" haciéndome reír, entendía su punto.

- Ya, basta, silencio. –Le digo golpeando levemente su hombro.

- No vuelvas a llorar por algún comentario de ella ¿entiendes? Me importa una mierda lo que le molesta o que no le molesta, a mí me encanta estar contigo y eso es todo lo que tiene que importar.

Antes de que pudiera decir otra cosa Harry estampa nuevamente sus labios contra los míos, este era un beso desesperado. Su lengua pronto comenzó a invadir la mía sin vergüenza alguna. Incluso había olvidado el porque me sentía triste por dentro. Una de sus manos bajó hacia mi rodilla, levantando mí vestido verde, su recorrido no se detuvo hasta llegar a mi muslo cubierto por panti medias.

Mi espalda chocó con el espejo del lavamanos y deje que la sensación mágica de sus besos se extendiera desde mi cabeza hasta la punta de mis pies.

El celular de Harry comenzó a sonar haciendo que separara de mí a regañadientes. Pronto me di con la sorpresa de que, sin darme cuenta, mis manos habían desabrochado tres botones de su camisa y mi vestido estaba subido un poco más de la cuenta, estoy segura de que este año Papa Noel no nos traerá regalos por ser tan traviesos y estar haciendo este tipo de cosas en un baño.

Harry se separa de mí para contestar su teléfono. Cuando él se da la vuelta yo me acomodo mi vestido correctamente.

- Tenemos que irnos, nena. –Dice. Se abrocha los tres botones sueltos y guarda su celular en el bolsillo trasero de su pantalón negro.

Toma mi cintura y me deja en el suelo junto con él. Antes de que pudiera comenzar a caminar él me sorprende y toma mi mano, entrelazando nuestros dedos.

- ¿Lista? –Pregunta.

- Sí. –Le respondo sonriéndole cálidamente.

Ambos salimos del baño y los presentes en el pequeño estudio no tardan en vernos con cierta curiosidad en los ojos. Había un chico nuevo, tenía el cabello negro y arreglado, se notaba que quería lucir muy bien para hoy.

- Él es Adam. –Harry lo señala.- Adam, ella es Olivia.

- Mucho gusto muñequita de pastel. –Me dice Adam tomando mi mano y estrechándola.- Soy Adam, pero tú puedes llamarme futuro esposo.

Adam trata de acercase para abrazarme, pero Harry se pone delante de mí y choca su pecho con el de Adam. Oh, sí, Harry sobreprotector a la luz.

Adam alza los brazos en señal de paz.

- Tranquilo, hermano. –Dice Adam riéndose.- Solo quería darle la bienvenida con un gran abrazo.

- Ahórrate el abrazo y comencemos con los detalles del álbum. –Dice Harry, esta vez su tono de voz es neutro.

- Tus deseos son ordenes, jefe.

Todos comienzan a caminar adentro de una cabina grande donde había toda clase de instrumentos musicales. Harry volteó a verme con ojos arrepentidos, sabía que su acción había sido exagerada.

- A veces eres muy...

- Muy sensual y encantador, lo sé, no tienes que decirlo. –Dice mirándome a los ojos y sonriendo.

- Muy exagerado, eso quería decir. –Le digo. Él toca su pecho con ambas manos, como si yo le hubiera herido directo en el corazón.

- Conozco a Adam lo suficiente. –Me dice tomándome por los hombros.- Además, eres mía y él recién te conoce, no tiene por qué estar abrazándote.

Antes de que pudiera decir otra cosa Harry aprieta mis hombros y luego me envuelve en sus brazos que era capaz de moler mis huesos.

- Te quiero, Olivia. No tienes idea de lo feliz que estoy de que tú estés aquí, serás la primera persona además de mi banda en escuchar nuestro primer álbum. Me iré adentro con ellos, pero tú puedes quedarte aquí con Duff, él es el encargado del sonido.

- ¿Escucharé todo por aquí?

- Exacto, nena. –Me dice acomodando una de mis mechas de cabello detrás de mí oreja.

Harry me da una última mirada antes de estar completamente dentro de la otra habitación. Oh, Harry, mi Harry.