Olivia |Harry Styles| Dk!

Ｔｒｅｎｔｅ ｃｉｎｑ

Diana salió corriendo poco después de que le dijera que no lo hiciera. Su rostro lucía consternado y sus ojos solo reflejaban impresión. No la culpo, si la viera a ella con algún profesor mi impresión también sería parecida a la de ella.

Corro detrás de ella dejando a Harry en el baño.

- ¡Diana! –Grito.- ¡Escúchame!

Diana corre más hasta llegar al pequeño jardín de la universidad, se detiene posicionando sus manos en sus rodillas buscando aire.

Cuando logro estar al lado de ella le toco el hombro y boto el aire de mis pulmones.

- ¡Tú! –Grita.- ¡Con el señor Styles!

Enrojezco rápidamente.

- Shhh, no hables tan fuerte. –Pedí.

- ¿Se trató de él todo el tiempo?

- Sí, pero shh. –Temí que algunos chicos de allí escucharan de lo que estábamos hablando.

- Mierda, no puedo creerlo ¿Cómo sucedió?

- No lo sé, nosotros solo...

- Pero él está casado, Olivia, sabes que está mal. –Frunce el ceño.

- No está casado. –Susurro.- Ya se divorció.

- ¿Qué? –Grita nuevamente.

- Shhh, baja el volumen.

- Lo siento, pero ¿qué?

- Sí. –Murmuro avergonzada.- Los papeles ya están firmados, él está oficialmente divorciado de Camilla.

Ella abre la boca y vuelve a cerrarla evidentemente impresionada por lo que había dicho.

- Tu... ¿Estas seguras?

- Completamente.

- ¿Te mostró algún papel?

- Mhm... No, pero confío en él.

- No estoy de acuerdo. –Me dice cruzándose de brazos.

- ¿Qué?

- Que no estoy de acuerdo. –Repite.- Te contaré una pequeña historia. Cuando tenía diez años mi prima de quince me contó que se había metido con un profesor, ella estaba completamente enamorada del hombre y no la culpé, cuando yo conocí a su profesor también me quede tonta por lo guapo que era.

- ¿Cuál es tu punto?

- Déjame continuar. –Dice frunciendo el ceño.- El hombre estaba casado y aun así se acostaba con mi prima. En el transcurso de su amorío él le prometió que se divorciaría de su esposa y mi prima confío en él ciegamente. Al cabo de un año mi prima quedó embarazada y cuando fue a darle la noticia a su casa, donde se suponía que él vivía solo, encontró a su esposa junto a sus dos hijos tomando desayuno como una familia cualquiera.

Trago saliva duramente y muevo mis pies nerviosamente.

- ¿Y qué paso luego? –Pregunto.

- Ella no aceptó que todo había sido falso y se suicidó. Amarró una soga en su cuello y se ahorcó en la granja de mis abuelos. Yo la encontré.

Abro y cierro la boca una y otra vez, no encontraba las palabras exactas para describir que es lo que sentí.

- Mi punto en contarte esto es que no confíes ciegamente en él. –Continúa.- Él es mayor y sabe más cosas que tú, incluso como engañarte.

- Escucha. –Mascullo.- No es así, su ex esposa incluso hizo un teatrito en mi casa, ahora mis padres no quieren verme porque creen que fui la razón de su divorcio.

- ¿Y cómo sabes que no fue un plan de él con ella?

- ¿Cuál sería el punto de un plan así?

- Piénsalo bien, Olivia. –Musita.- ¿Cómo sabes que Harry es bueno para ti? ¿Cómo sabes de que ella no se está librando de él y te está dejando ese peso a ti?

- Si fuera así ella no hubiese armado un teatrito en mi casa, tampoco me hubiese amenazado en un restaurante.

- No olvides que ella es mayor que tú. –Comenta.- Ella pudo haber planeado algunas cosas para que tú caigas redondito, justo donde ella quería que lo hicieras: en los brazos de él.

- No, deja de hablar así.

- Pero no te estoy diciendo algo imposible. –Me dice jalándome del brazo para que nuevamente le mire.- Y ahora que te estoy escuchando creo que tú estás en la misma posición que mi prima: completamente enamorada y ciega.

- No puedo creer que estés diciendo todo esto. –Quito mi brazo de su agarre.- Yo lo quiero y él me quiere también.

- Escúchame, Olivia ¿No crees que ella se aseguró de dejar al señor Styles en compañía de alguien? Tal vez todo su matrimonio fue infeliz y no se divorciaron antes porque el Señor Styles es inestable.

- ¿Qué?

- ¡Piénsalo bien! –Grita nuevamente.

- Baja el volumen. –Chillo.

- Piénsalo bien ¿Sí? No quiero hacerte daño con mis palabras, solo quiero que abras los ojos y pienses muy bien en lo que te estas metiendo.

- Me estás haciendo daño, silencio.

- ¿Alguna vez se ha mostrado muy agresivo contigo?

Trago saliva. Eso era un rotundo sí.

- No. –Miento.

- Al menos descartamos que él golpeaba a su ex esposa. –Musita.

Trago saliva nuevamente y esta vez me volteo.

- Tuve suficiente de esta conversación, me voy.

- Espera. –Toma mi brazo.- Por favor, no te enojes conmigo.

- Déjame sola. –Musito.

Me alejo dejando a Diana sola parada en medio del jardín.

:)

Diana en multimedia.