De un día para otro, mi vida dio un giro de 180° se suponía una vida normal, con un nivel académico normal, con un amor normal.. un destino normal y un romance completamente normal de un ser normal!! Pero, el destino guarda secretos del pasado y aho...
— porque sé tu mayor secreto.—sonriendole de lado y ambas personas se encuentran en silenció, le veía asustado, confundido y nervioso, y esto le gustó a su amiga traviesa— y bien?
No sabía que decirle ¿realmente sabe de su secreto? O solo es un chantaje, pase lo que pase seguiría su juego.
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La hora de la verdad se acerca, alfin saldría todo a la luz, después de tanto tiempo que lo oculto ¿le diría? — ¡khe! Has lo que quieras la verdad no me interesa –apartandola de su lado, y evito mirarle a la cara, haciéndo la típica pose cuando supuestamente la ignoraba y cerrando profundamente los ojos.
Solo eso?! No le dirá nada más y eso que creyó que lo había convencido de todo sin embargo no tuvo suerte. Soltando un suspiro.. y se deja caer con todo su cuerpo a la cama de su amigo. — tarde o temprano me lo tendrás que decir.. y cuando ese momento llegue.
— ¿cuándo llegué que? Qué, me delataras, dirás a todos.. que soy.. —rápidamente se calla, dios, estaba por decirle.
— acabas de delatarte, tú solito.. —viendo como su amigo fiel, se calla y evita seguir mirándola. Le agarra de su mano aunque este se negaba, le importo un rábano.. quería su manito, una vez que su amigo se rindió, se acomodó aún lado de ella para asi conciliar el sueño, soprendiendole a tal pelinegro que de repente ve a su amiga dormida en ese instante— descuida, guardaré tu secreto.. eres mi amigo.. y los amigos no se delatan.
Escuchar esas palabras pronunciar, salir de ella, solo le preocupo pero a la vez le tranquilizo.. Que terca amiga tiene pero, la quería como "amiga" ¿un sentimiento nuevo? Ni el podía descifrarlo.. pero, dudaba en seguir amando la a su novia— que disparates estoy pensando.. lo mejor es que ella no sepa nada.
Hace nueve años atrás..
Tal niño albariño jugaba con sus juguetes, sobre todo aquella pelota roja que le regalaron en su cumpleaños, dentro de su habitación estaba y realmente estaba aburrido, no sabía que hacer y no tenía un amigo.
Una vez que le contaron que heredó la sangre de sus antepasados "un yokay" (sangre de demoniaca) como su hermano mayor.. tuvo miedo del exterior en cualquier momento podría despertarlo y temió en salir a fuera. Qué pedía a su madre y padre que tenga clases particulares para si mismo.. no quería salir, mucho menos tener amigos.
Arrojando su pelota a la pared y sin precaverse que la ventana estaba abierta— ¿y mí pelota? —dándose cuenta lo que paso y vio su pelota salir por la ventana y dirigiéndose a la calle— ¡oohh! noo.. ¡Esto no puede estarme pasando! —agarrando una chaqueta, un gorro y unas gafas sale de su casa, todo un detective se veía— bien, así nadie me reconocerá —saliendo de su cuarto y bajando de las escaleras para salir por la entrada.
