Soñé contigo

197 25 10
                                    

-qué pasa con este chico, Carlos?- pregunta la psicóloga.

-Carlos es un idiota, pero ha estado para mi como nadie jamás, admiro su persona aunque nunca se lo eh dicho.- ella anota no se qué y luego vuelve a preguntar.

-todo lo que has logrado este último mes se lo atribuye a él?.

-definitivamente- suelto muy rápido.- no eh logrado mucho, pero sin él no me hubiera llegado a sentir bien en muchos momentos, él se volvió mi apoyo y es como, mi psicólogo a tiempo completo.

-valla, parece que me ah quitado el trabajo ese tal Carlos.- ella juega y yo río.

-tú también me has ayudado un montón, pero, hablo de algo más, eres una profesional que por cierto hace muy bien su trabajo.- ella hace una reverencia y luego sonríe.- pero él es más amigo, siento que me brinda una total seguridad en mi misma que, jamás sentiría sin él. Es algo extraño, siento, que ese efecto en mí, solo puede provocarlo él. Nadie más.

-y él sabe que estás enamorada de él?- su pregunta me toma por sorpresa.

-yo?. Enamorada de Carlos?. Nada que ver- digo con tonto nerviosismo y ni siquiera se porque.

-sí, tú, enamorada de Carlos. Qué tiene?. No le veo nada de malo.- dice ella casi imitando mi forma de hablar antes.

-ya puedo irme?. Me estás poniendo nerviosa y ni siquiera entiendo porque.

-no Jinoel, aun nos quedan treinta minutos y vamos a hablar de tus sentimientos.

                       ***


-hey!, vamos a ver una película con Joel, quieres acompañarnos?- me pregunta Andrea metiéndose unas palomitas en la boca.

-gracias, pero Carlos me va a llevar a un sitio.- le digo sonriendo.

-ah, ok. Pasalo bien.- me deja el camino libre y salgo de casa buscando la biblioteca, en dónde quedé de verme con Carlos. Me dijo que me tenía una sorpresa y me mostraría algo que amaré, y no muchas cosas se ganan mi amor así que estoy muy intrigada de saber que es.


Llego doce minutos después y me encuentro a Carlos parado cerca de la calle. Tiene puesto unos jeans ripiados en las rodillas y un long sleeve amarillo en un tono que no llega a ser chillón, pero si es algo fuerte, aunque con su piel se ve muy pero muy bien.


-suicida, te dije a las 8:00 y son las 8:34 es enserio?.- me gruñe apenas ve mi cara.

-ni siquiera tenía noción de la hora idiota. Pero bueno perdón, ya estoy aquí. Qué me tenías que mostrar?.- le pregunto como una niña pequeña lo hubiera hecho.

-el letrero de la biblioteca.- señala el letrero con ironía y yo alzo un ceja.

-enserio?.- el suelta una carcajada como si no se hubiera molestado en años. Quién lo entienda que venga y me explique que es lo que pasa por la cabeza de este idiota.

-claro que no suicida, ven.- me agarra la mano y comienza a caminar jalandome.


Más tarde llegamos a una casa muy grande con un grandísimo garaje. Carlos camina muy seguro hasta el portón del garaje y da tres toques en él. De repente el portón se abre hacia arriba con mucho estilo y va dejando a mi vista tres chicos con guitarras, bajos y una batería.

Razones para vivirWhere stories live. Discover now