Capítulo 35

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El recorrido por la institución fue inimaginable, tenían un solo edificio para las actividades extraescolares, otro para los dormitorios y otro para las clases normales, se notaba que era de las mejores. ¿Quién se esperaría una piscina climatizada? ¡¿Quien?! Porque yo no, un día de estos pediré un taxi o algo para ir a la ciudad y comprar un bikini, porque yo no me voy de aquí sin probarla.

Mi habitación se encontraba en un el tercer piso, al igual que los otros profesores, esta era la 415. A decir verdad, era bastante grande, al igual que el despacho. Contaba con una cama matrimonial enorme, un sofá enfrente, una mesa de estudio con una silla, una estantería y un gran espejo. También contaba con un baño bien equipado, lo mejor de todo era la enorme bañera. 

Menos mal que ya habían subido mis maletas, que pereza me daría ir a por ellas en estos momentos. Empecé a acomodar todas las cosas de mi maleta, saque mi preciado ordenador y lo coloque en la mesa. Termine a medias de colocar todo y decidí bajar e ir al comedor, el hambre me estaba acabando conmigo.

Ya no quedaba nadie en el comedor, normal, eran las tres de la tarde. Me dirigí a las neveras que me había indicado Paula para la sangre y cogí un bote de B negativo, mi favorita.

-Se supone que ningún alumno debe de estar aquí a estas horas.-dijo una voz a mis espaldas asustándome.

-Perdona acabo de llegar y no me ha dado tiempo a ir antes.-le conteste dándome la vuelta y mirándole. Una mujer con el pelo blanquísimo se encontraba delante mía.

-Si, buen_.-y se callo.-Oh, por el universo.-dijo avanzando hasta mi.-¿Donde has estado durante todo este tiempo?-pregunto abrazándome dé repente, una energía extraña recorrió mi columna vertebral.

-No se a que se refiere.-dije quitándome de su agarre y alejándome un poco.

-No te hagas la tonta.-dijo avanzando pero puse una mano en medio para que no siguiera.

-No, enserio, no se a lo que se refiere.-le dije confundida.-Soy Chloe, Chloe Collins.

-¡¿Que?!-grito confundida.

-Soy la nueva profesora de idiomas, un placer.-le dije acercando mi mano a la suya.

-Oh, perdona, te había confundido con alguien.-contesto secándose una lagrima y estrechando mi mano.-Soy Stefani, encantada.-dijo quitando su mano.-Aunque todos aquí me llaman profesora Gaga.

-¿Gaga?-pregunte al recordar los apellidos que mi padre me había dicho. Así que al fin conocía a la que me faltaba, perfecto. Oh venga, claro que iba ha hacer algo para vengarme de ellas, por mucho que dijese mi padre que no debía de hacer nada, lo iba ha hacer tarde o temprano.

-Si, por?

-Nono nada. ¿Qué enseña usted?-le pregunte la primera cosa que se me ocurrió.

-Inglés, por lo que veo, usted también.

-Si, bueno inglés e italiano.

-¿Oh, y que extraescolar dictara?-pregunto interesada.

-Ehh, no sabia que los profesores daban clases extraescolares.-dije confusa, la maldita señora Paulson no me había dicho nada.

-Pues si, yo enseño voleibol. ¿Cuál le interesaría enseñar a usted?-me preguntó mientras se apoyaba en una mesa. 

-He visto que tenéis una piscina climatizada, puede que natación.-me encanta nadar.

-Hace mucho que nadie utiliza la piscina, a la señora Paulson le encantara oír su propuesta.-dijo impresionada.-Bueno, me tengo que ir, en nada comienzo a dar clases, ya nos veremos.-y sin más se fue. 

Nada Es Lo Que PareceNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ