Capitulo 13

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Un nuevo día acababa de empezar, los pajaros cantaban, las flores se encontraban en su máxima belleza, el sol estaba reluciente. MENTIRAA

Acaba de sonar mi alarma y no me atrevía ni a salir de la cama, hacia un frío horrible. Por la ventana tan solo se podía ver una niebla espesa y gris. Ni siquiera se veía el sol. Venga ya, pero en que lugar estoy?!

Ya eran las 8:30 y me debía de preparar para ir a desayunar. Si hay una cosa que no iba conmigo, esa era levantarme pronto, no valgo para esto. Menos mal que las clases son por la tarde.

Estaba terminando me de vestirme cuando oigo unos ruidos en la puerta. Debe de ser María.

-¡¡Voy!!- me dirigí hacia la puerta poniéndome mientras la camiseta, no terminé de ponerla cuando abrí la puerta.-Mierda, perdón perdón, pensaba que era María.- termine de ponerme la camiseta rápidamente. Delante de mi se encontraba la señora Paulson con los ojos bien abiertos.

-No se preocupe, le vi la otra vez. Por cierto, ya tiene mejor aspecto ese golpe de la cabeza.- me dijo la señora Paulson mientras acariciaba mi frente, cuando se dio cuenta de eso quito su mano rápidamente.

-Si, ya no me duele.- me quede callada, no sabia que decir más. Comenzó un silencio incómodo, la señora Paulson no paraba de mirarme.

-Oh, si, a lo que venía. Acuérdese de que debe de venir a las nueve y media a mi despacho, si llega un minuto tarde, no le volveré a ayudar.- dicho esto, me miro otra vez de pies a cabeza y se fue por el pasillo.

Mierdaaaa, mierda, tan solo tenía media hora para desayunar, en realidad faltaban cuarenta minutos, pero entre que voy y no... . Sali de mi habitación como un rayo, cerrando la puerta tras de mi con llave.

Fuera hacia un frío del demonio, me dirigía al otro edificio cuando escuché un ruido detrás mío, me giré, pero como la niebla era tan espesa no pude ver nada. Decidí caminar más deprisa hasta que oí decir mi nombre, pare en seco.

-¿Hola? ¿Hay alguien ahí?- María si esta es una de tus bromas no tiene gracia. Por favor que sea María, que sea María. Me acerqué más a donde había oído mi nombre, pero no vi nada. Justo después oí un ruido detrás de mi, me doy la vuelta muy lentamente y me encuentro con las "idiotas de turno".-¡¡Ahh!! Que susto me habéis dado. ¿Queréis algo?- al ver que no contestaban decidí dejarlas ahí, pero me impidieron el paso.-Si no os importa voy al comedor, adiós intenté rodearnos pero otra vez, aparecieron delante de mi. Mierda, me estaban acorralando.

-En realidad, si queremos algo.- hablo la chica que me puso la pierna ese día. Debe será la que más manda o algo, las otras solo me miraban.- Sabes se corre el rumor de que tienes la marca, por lo que nosotras queremos verlas solito con un aire superior y mirándome por encima del hombro.

-¿Que dices? ¿Qué marca?- estaba por intentar irme cuando una de sus secuaces me cogió de las manos poniéndomelas detrás de la espalda, tenía demasiado fuerza.- ¡¡Ehh!! ¡¡¿Qué demonios haces idiota?!!- dicho esto, otra me pegó una bofetada.

-Ni se te ocurra hablarnos así, entendiste?- Me contesto la que me había pegado la bofetada.

-Bueno, como iba diciendo. Se oye el rumor de que tienes la marca y como veo que no nos la quieres enseñar por las buenas, pues será por las malas. Vamos seguirme.- me intente resistir pero eran muy fuertes.

Salimos fuera del camino, adentrándonos al bosque. No se veía absolutamente nada, no se como ellas veían por donde iban. Se empezó a escuchar el ruido de un arrollo, no sabía que por aquí pasaba un río.

-¡¡¡¡EHH!!!! ¡¡¡¡Socorroo!!!!- miraba hacia atrás pero era imposible, nos habíamos adentrado tanto que era imposible que me escucharan.

-Cállate inútil, no ves que no te va a escuchar nadie.- y me pego otra bofetada.

Nada Es Lo Que PareceWhere stories live. Discover now