Capitulo 16

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—¡ESPERA ME DEJASTE AQUÍ MIDORIYA! —Grito Kaminari en pánico golpeando la puerta para salir.

—¡KAMINARI! —Grito Iida intentando subir el cierre de su pantalón.

—¡PERDÓN SE ME OLVIDO UN KAMINARI COMPERMISO! —Izuku regreso, abrió esa puerta con una mano cubriendo sus ojos, con la otra atrapo la solapa de la camisa del rubio para sacarlo y cerrar la puerta.

—¡IZUKU! —Grito Uraraka acomodando su falda.

Ambos ángeles salieron corriendo y bajaron las escaleras igual de apurados, Kaminari se topó con Todoroki y le derramo su café encima, comenzó a brincar de un lado a otro mientras Yaoyoruzu intentaba conseguir agua fría, Tokoyami y Sero solo se hicieron a un lado para que no les sucediera lo mismo que a Todoroki, porque Midoriya paso tan rápido, en medio de ellos que incluso los asusto, salieron al jardín y corrieron a la calle Jiro y Mina que charlaban en el jardín del frente con un periódico en manos solo los vieron correr siguiendo la banqueta.

Efectivamente habían encontrado a Iida empotrando a Uraraka en el cuarto del aseo, los cuartos del aseo deberían de tener alguna especie de magia, su vergüenza fue mayor y la confrontación a sus amigos no estaba en el plano de discusión por el momento su único recurso era huir.

Así lo hicieron, salieron corriendo y terminaron en un parque a algunas cuadras de su hogar, cada uno sentado en un columpió, afortunadamente el parque se encontraba vacío, ahora solo estaban ahí, meciéndose lentamente, ruborizados sin decir nada.

—Pues... Eso fue, algo que no me esperaba—Comento Kaminari para romper ese silencio.

—Tampoco yo... No puedo creer que no lo notara, siempre creí que Uraraka era una de mis amigas más cercanas. No puedo creer que no me lo contara—Menciono con un poco de tristeza.

—Vamos Midoriya no seas tan duro, es complicado a veces y con todo lo que hemos hecho, el trabajo las investigaciones—Se estiro y coloco su mano en su hombro—. Estoy seguro que es una gran amiga, como tú y yo.

—Tienes razón Kaminari, dejemos el incidente entre tú y yo—Se cubrió la boca y soltó pequeñas risitas.

—Por supuesto, de ninguna manera expondría su intimidad, ahora solo tengo que encargarme de reprimir esa imagen mental lo más posible.

Ambos se miraron y se soltaron a reír, pasaron algunos minutos así, el ambiente se había relajado, hacia un buen día, era soleado, tranquilo.

—S-sobre... Lo que me preguntaste ¿Por qué preguntaste eso Midoriya?

—Es, solo curiosidad porque—Estaba nervioso no sabía exactamente que decir—. Veo como lo miras, y la forma en que sonríes, cuando le hablas tu voz es más tímida y cuando él te habla pareces nervioso y...De alguna manera pareces más cercano a él.

—¿De verdad todo eso se nota? —Kaminari estaba ruborizado con la vista clavada en el suelo—. Ya sé lo que me dirás, que está prohibido, que sería lo peor que pudiéramos hacer, nuestros compañeros pensaran que somos unos locos, nuestros superiores nos odiaran incluso puede ser que nos echen del cielo, seguro estas decepcionado de mi...

—Me enamore de Bakugo—Kaminari levanto la mirada para ver el rostro de Midoriya, con las mejillas ruborizadas y con los ojos llenos de lágrimas.

— Midoriya... Tú ¿Hablas en serio?

—Si... No fue de un día a otro, primero comencé admirando su fuerza, nunca se ha rendido, y puedo ver más allá de lo que todos ven—No pudo evitar que algunas lágrimas salieran al recordar todo, Kaminari a su vez podía comprender esas emociones, tanto que también sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas—. Ese chico, egocéntrico y enojón que todos ven esconde a alguien muy leal, fuerte, tiene claras sus metas sus convicciones, una gran disciplina, se muestra tal como es, no esconde nada y puede llegar a ser muy amable.

Corazón de Ángel Where stories live. Discover now